El gran engaño de las tiendas: las tácticas ocultas de las tiendas para vaciar tu bolsillo

Las tiendas utilizan una serie de tácticas psicológicas para influir en las decisiones de compra de los consumidores y, de esta manera, aunque sus ingresos. Aunque a simple vista los métodos empleados pueden parecer completamente inofensivos, en realidad están diseñados para vaciar nuestros bolsillos. Desde el momento en que entramos en una tienda, nos enfrentamos a una serie de estrategias subliminales que juegan con nuestras emociones.

Tanto el diseño de las tiendas como la forma en que están colocados los productos están cuidadosamente planificados para fomentar el gasto. Los productos más rentables y de marca se sitúan a la altura de los ojos, mientras que los productos básicos y con menos margen de beneficio se esconden en estantes más bajos. La música, los colores y el tamaño de los carritos también juegan un papel muy importante en esta estrategia. Como consumidores, conocer estas tácticas ocultas es clave para tomar decisiones de compra más informadas.

Los secretos mejor guardados de las tiendas

Las tiendas suelen utilizar una serie de estrategias psicológicas para fomentar las compras impulsivas y aumentar sus ventas. Entre las técnicas más comunes se encuentran las ofertas de «2×1» y «segunda unidad a mitad de precio», que están diseñadas para hacer que los consumidores sientan que están ahorrando dinero. Al promover estas ofertas como limitadas, se crea una sensación de urgencia que incita a los compradores a adquirir productos que no tenían previsto comprar, simplemente para no perderse la oportunidad.

Los letreros de «rebajas» también juegan un papel esencial a la hora atraer a los clientes. La palabra «rebajas» actúa como un imán para los compradores, motivándolos a entrar en la tienda y ver los productos, incluso si no tenían pensado comprarlos. Además, la presencia de grandes carritos de compra a la entrada de los supermercados facilita que los consumidores acumulen más artículos, ya que la capacidad del carrito invita a llenarlo.

Otro truco común es colocar productos coloridos y llamativos en la entrada de la tienda. Los estudios sugieren que los colores brillantes mejoran el estado de ánimo de los compradores, lo que los hace más propensas a gastar dinero. De forma similar, tener productos horneados y flores en el mostrador genera un ambiente acogedor y agradable, impulsando las compras adicionales al aprovechar el buen humor generado por los colores y olores agradables.

La música relajante es otra estrategia eficaz que utilizan muchos establecimientos para que los clientes se muevan más despacio por la tienda. Esta técnica, junto con la disposición de colores claros en el diseño interior, está pensada para crear un ambiente cómodo que fomente una mayor permanencia y, por ende, un mayor gasto.

En los supermercados, los productos básicos, como por ejemplo el pan, suelen estar situados al fondo de la tienda, obligando a los clientes a atravesar el resto del establecimiento para llegar a ellos. Este diseño los incita a llenar sus carritos con artículos adicionales mientras buscan lo que necesitan.

Cambiar el escaparate y reorganizar la tienda periódicamente también son tácticas efectivas. Al hacer esto, las tiendas estimulan la curiosidad de los clientes, que recorren el local en busca de nuevas ofertas. Las tiendas están diseñadas para guiar a los clientes de derecha a izquierda, en consonancia con la tendencia natural de la mayoría de las personas diestros, maximizando así la exposición a los productos en la disposición estratégica.

Por último, las muestras gratuitas son una técnica eficaz para inducir la compra, ya que muchas personas se sienten obligadas a comprar después de probar un producto sin coste. También es habitual ver descuentos en futuras compras, lo que empuja a los consumidores a gastar más de inmediato para aprovechar la oferta.

En conjunto, todas estas tácticas están orientadas a aumentar el gasto de los consumidores al apelar a sus emociones y a su comportamiento impulsivo, aprovechando cada detalle para maximizar las ventas.

Estantes y productos

Los productos más rentables y de marca se colocan a la altura de los ojos en los estantes para captar la atención de los compradores. En cambio, los productos básicos y menos rentables se suelen colocar en estantes más bajos. Por lo tanto, hay que revisar siempre los estantes inferiores, donde a menudo se encuentran las opciones más económicas.

Truco del carrito

Un estudio de la Escuela de Negocios Bayes de la City University of London revela que el diseño del carrito de la compra puede influir en cuánto gastamos. Los carros tradicionales, con barra horizontal, hacen que los clientes utilicen los tríceps para empujarlos. En cambio, los carritos con asas laterales obligan a usar los bíceps, lo que facilita la colocación de más productos.

Los resultados del estudio muestran que los clientes que usaron carritos con asas laterales gastaron un promedio de 34,25 euros, en comparación con los 26 euros que gastaron quienes usaron carritos tradicionales, lo que implica un gasto adicional de 8,25 euros.