Este es el pequeño municipio español en el que sus habitantes conviven con una osa
Los habitantes de este pequeño pueblo de España conviven con una osa
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En las últimas dos décadas, la población de osos pardos se ha multiplicado en algunas provincias españolas como León. El oso pardo es una especie de mamífero carnívoro con pelaje grueso bien conocido por su fuerza y afiliad. Habita en zonas montañosas y boscosas y, aunque por lo general es un animal solitario, puede mostrarse territorial en determinadas circunstancias, especialmente cuando se trata de defender a sus crías o en épocas de apareamiento.
La osa de Villarino del Sil
En relación con el aumento de la población de osos pardos, es de especial interés conocer la historia de Villarino del Sil, un municipio de apenas 40 habitantes. Los vecinos conviven con una osa a la que han bautizado con el nombre de Lechugina.
«Anda por los caminos como Pedro por su casa», cuenta Valentín, uno de los vecinos a ‘Antena 3 Noticias’. A lo que Angelines añade: «Ahora ya no salimos de casa, ni de tarde ni nada porque anda por ahí. Ahora como no tienen que comer es un peligro, te pueden pegar un manotazo».
Evaristo, alcalde de la localidad, explica lo siguiente: «No queremos que se lleven a los osos, solo que tomen medidas para alejarlos del núcleo urbano. No nos molestan en el monte, nos molestan en el pueblo, porque los vecinos tienen miedo a ser atacados. La mayoría de la gente del pueblo sale a pasear por la tarde, pero ahora ya no lo hacen».
Sin embargo, aclara que «Lechugina no es agresiva, yo la he visto con mi ganado y no ataca, ni siquiera a los perros que ladran en el pueblo cuando se cruzan con ella», tal y como recoge el diario ‘León Noticias’.
Por su parte, Roberto Fernández, alcalde de Palacios del Sil, señala que «las incursiones son diarias generando daños en las huertas, frutales y ganado». Y añade: «Las apariciones son reiteradas, y aunque el equipo de Guardería de la Junta de Castilla y León esté controlando a los ejemplares, es un tema muy complicado, debido a que no todos son iguales»
Ha tenido varias reuniones con la Consejería de Medioambiente de Castilla y León para analizar la situación, y ya se han puesto en marcha varias medias: «Les intentan asustar con el sonido de las pistolas de gomas, los identifican mediante la radio marcación, y saben donde están, pero vuelven a hacer daños. Por ahora, lo que más efecto les hace es ahuyentarlos con pelotas de goma», señala Roberto.
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