Alimentos

Parecen fideos, pero sólo existen en Almería: se lo echan a todo y en el resto de España no saben qué es

Gurullos, Almería, comida, alimentos
Gurullos. Imagen: Carlosjvives.
  • Sofía Narváez
  • Periodista multimedia graduada en la Universidad Francisco de Vitoria, con un Máster en Multiplataforma por la Universidad Loyola. Editora en Lisa News con experiencia en CNN y ABC.

La gastronomía española es tan variada como deliciosa. Desde el pulpo a feira en Galicia hasta los pescaítos fritos de Cádiz, cada rincón guarda una joya culinaria. Y entre todos ellos, Almería destaca por tener una cocina muy potente.

En este caso no se trata de un plato concreto, sino de una especie de fideos que le van bien a todo y que no se conocen mucho fuera de esta provincia andaluza, pero que pueden ser uno de esos salvavidas cuando el bolsillo aprieta a fin de mes.

Este es el fideo que le echan a todo en Almería

El fideo que nunca falta en un guiso almeriense se llama gurullo. Se elabora a mano con harina, agua y un poco de aceite de oliva. Se trabaja la masa hasta que queda elástica y compacta, luego se forman hilillos que se cortan con los dedos, uno a uno, hasta conseguir pequeñas piezas alargadas, similares a granos de arroz.

Su origen no está del todo claro, pero se cree que los gurullos podrían tener raíces en la cocina romano-andalusí. Algunas teorías los emparentan con pastas como el orzo italiano o el kritharáki griego, por su forma y uso parecido.

Hoy en día los venden algunas mujeres en pueblos del interior o la costa de Almería, en bolsitas que apenas superan los tres euros. Pero la receta auténtica se transmite en las cocinas de las casas, no suelen tener medidas exactas, sino que se basan en frases como «lo que te pida la masa».

Estos fideos se les echa a todo porque encajan muy bien. No roban protagonismo al guiso, no agregan sabor, pero aportan cuerpo, llenan más y espesan el guiso.

Receta de gurullos con conejo

Una de las recetas más populares entre los almerienses es la de gurullos con conejo: contundente, sabrosa y, aunque no lo parezca, bastante sencilla.

Ingredientes (para 4 personas):

  • 1 conejo troceado.
  • 250 g de gurullos.
  • 350 g de garbanzos (puestos en remojo el día anterior).
  • 1 cebolla mediana.
  • 2 tomates maduros.
  • 2 ñoras (o una cucharadita de pimentón dulce).
  • 1 hoja de laurel.
  • Unas hebras de azafrán.
  • Aceite de oliva virgen extra.
  • Sal al gusto.

Preparación:

  • En una olla grande, calienta un buen chorro de aceite de oliva y sofríe el conejo hasta que se dore. Lo ideal es moverlo con frecuencia, que no quede seco.
  • Cuando la carne empieza a coger color, añade la cebolla picada. Deja que se poche bien. Luego, el tomate rallado. Mientras tanto, fríe las ñoras por separado, machácalas en el mortero y añádelas al sofrito.
  • En cuanto todo esté bien integrado, cubre con agua caliente. Añade el azafrán, el laurel y los garbanzos. Baja el fuego y deja que se cocine hasta que los garbanzos estén casi tiernos.
  • En ese punto, echa los gurullos y deja hervir a fuego medio unos 10-12 minutos. Vigila que no se peguen.
  • Apaga el fuego y deja reposar cinco minutos. El caldo debe quedar meloso, no caldoso, ni seco del todo.

Por otro lado, los gurullos también funcionan de maravilla en versiones más ligeras. Ensaladas frías, con remolacha, cebolla morada y vinagre de arroz. Incluso como falso risotto. Pero si es la primera vez que los pruebas, empieza con el guiso clásico, pues ese nunca falla.

Lo último en Gastronomía

Últimas noticias