¿Por qué no hay mamíferos verdes?

El verde es uno de los colores que más representa la naturaleza y también a los animales. Si lo pensamos, muchos de ellos se distinguen por ser de color verde o de distintas tonalidades a partir de este color. Estamos hablando tanto de animales terrestres, como los insectos o los reptiles y también de animales acuáticos como muchas especies de peces, pero ¿nunca te has fijado en que los mamíferos nunca son de color verde? Sus colores tienen siempre hacia los marrones, los negros, o también los blancos. ¿A qué se debe esto? ¿Por qué no hay mamíferos verdes?.

¿Por qué no hay mamíferos verdes?

En el caso de los mamíferos, el pelaje es el que determina su color. Y en nuestro caso, la piel también determina nuestro color. Tanto el pelaje como la piel están condicionados por los pigmentos que son melanísticos, es decir, que predomina la pigmentación más oscura en el organismo. Por ello se dan tonalidades que van desde el rubio al moreno y también el marrón o el castaño.

Tengamos en cuenta además la evolución de los mamíferos hace millones de años. Surgieron a partir de pequeños animales que en su mayoría eran nocturnos, otro de los motivos por los que su pelaje tiende más a tonalidades oscuras y a que no sea de color verde.

Entonces, podemos decir que no existen mamíferos verdes, a pesar de que a veces se diga que los osos perezosos son los únicos mamíferos que pueden ser de este color o volverse de color verde. No es cierto, en realidad, lo que ocurre con estos animales es que su pelaje se va volviendo verde al entrar en contacto con las hojas y las algas que no se molesta en quitarse de encima. Por otro lado, algunas especies de monos africanos, así como el marsupial australiano, Pseudocheirus archeri , sí que parecen tener cierto tono verde oliva, pero que en realidad derivaría del color marrón.

Camuflaje verde en los mamíferos

Ahora ya conocemos el motivo por el que los mamíferos no son de color verde, pero puede que entonces nos surja la duda de por qué durante su evolución a lo largo de la historia no ha ocurrido como con otros animales (sobre todo anfibios y reptiles) , y no han podido cambiar de color su pelaje hacia el verde y de este modo poder camuflarse con el entorno y evitar el peligro de ser comidos por otros animales.

No es algo que no haya sucedido. De hecho sí que ha pasado pero nosotros los humanos no nos hemos dado cuenta. Es el caso concreto del tigre. Puede que a nuestros ojos sea de color naranja y negro pero esa combinación de colores precisamente hace que se pueda camuflar de aquellos que podrían atacarle. Incluso para los animales que le rodean (recordemos que los animales perciben los colores de otro modo) sería de color verde, tal y como se demostró en un estudio que se publicó en el Journal of the Royal Society Interface en 2019 , en el que se explicaba de qué modo los animales que pueden atacar a los tigres, en realidad suelen confundirlo con los árboles y arbustos ya que a sus ojos, este animal es verde.