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¿Una bomba atómica en Madrid? Estas serían las consecuencias

¿Una bomba atómica en Madrid? Estas serían las consecuencias
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

¿Qué ocurriría si cayera una bomba atómica sobre la ciudad de Madrid? Se trata del artefacto más letal y destructivo de la historia de la humanidad, hasta el punto de que se cataloga como arma de destrucción masiva. Aunque su capacidad destructiva puede variar, cuando se detona suele provocar una enorme nube de humo que es muy fácil de reconocer por su característica forma de hongo.

Hasta la fecha, solo se han arrojado dos bombas atómicas sobre civiles: las que Estados Unidos lanzó sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki el 6 y 9 de agosto de 1945. Las bombas acabaron con la vida de aproximadamente 150.000 personas.

Las terribles consecuencias de una bomba atómica en Madrid

La escalada de tensiones en Ucrania, desencadenada por la intervención del presidente ruso, Vladimir Putin, hace más de dos años, ha generado preocupaciones sobre una posible guerra nuclear. Putin ha afirmado que Rusia está técnicamente preparada para un conflicto de este tipo, resaltando la modernidad de las capacidades de las fuerzas rusas en comparación con otros países.

Ante estas declaraciones, varios medios de comunicación han difundido NUKEMAP, un simulador de explosiones nucleares desarrollado por Alex Wellerstein en colaboración con el College of Arts and Letters del Instituto de Tecnología Stevens de Estados Unidos.

NUKEMAP permite calcular el impacto de una explosión nuclear, desde el número aproximado de víctimas hasta el alcance de la radiación en diferentes zonas del mundo. Considerando este contexto, ‘El Español’ planteó el escenario hipotético de una explosión nuclear sobre Madrid, utilizando datos del simulador.

Los resultados son alarmantes: se estima que habría casi 4 millones de muertos y más de un millón de heridos en tan solo 24 horas. El uso de la Bomba del Zar en el centro de Madrid provocaría produciría una inmensa bola de fuego, cubriendo un área de 113 kilómetros cuadrados y alcanzando una temperatura 10,000 veces más intensa que la del Sol. Todo lo que se encuentre en su camino sería instantáneamente vaporizado, y cientos de miles de personas morirían a causa de la radiación.

Las estimaciones proporcionadas por NUKEMAP, aunque se advierte que son aproximadas, sugieren un escenario impactante si una bomba atómica cayera sobre Madrid: 3,84 millones de muertos y 1,24 millones de heridos. Además, durante un lapso de 24 horas, aproximadamente 6,38 millones de personas se encontrarían dentro del radio de la explosión ligera. Estas cifras dan cuenta de la magnitud de la tragedia que podría resultar de un evento de esta naturaleza. Además, los efectos devastadores también se reflejarían en los millones de euros en daños materiales y la desolación que dejaría a su paso.

En resumen, el alcance de la radiación térmica tendría repercusiones devastadoras en áreas cercanas a Madrid, como Guadalajara, Alcobendas y Móstoles. Las localidades más próximas al epicentro de la explosión, como Alcorcón, Leganés y Fuenlabrada, sufrirían las peores consecuencias.

Historia y funcionamiento

Las bombas atómicas se clasifican en varios tipos según sus componentes y modo de operar.

  • La bomba de uranio, utilizada en los ataques a Hiroshima y Nagasaki, se compone de isótopos fisibles de uranio.
  • Por otro lado, la bomba de plutonio, más compleja, comprime el metal al detonar y produce una reacción de fisión nuclear descontrolada.
  • La bomba de hidrógeno fusiona elementos ligeros como el hidrógeno, liberando grandes cantidades de energía y calor.
  • Finalmente, las bombas de neutrones, derivadas de la bomba de hidrógeno, generan una alta radiactividad en un corto período de tiempo.

Las bombas atómicas funcionan con base en los principios de la reacción atómica, que obedecen a las leyes físicas que gobiernan el comportamiento de los núcleos atómicos. Su objetivo principal es iniciar una reacción en cadena que impacta a todos los átomos del material combustible, liberando una cantidad masiva de energía en un lapso muy breve.

Existen dos procesos principales en la generación de energía nuclear: la fisión y la fusión nuclear. La fisión implica la ruptura del núcleo de un átomo, produciendo átomos más pequeños y liberando energía. Por otro lado, la fusión nuclear es la unión de dos núcleos atómicos para formar uno nuevo, liberando aún más energía.

El desarrollo de la bomba atómica involucró a varios científicos prominentes, entre ellos Albert Einstein y Robert Oppenheimer. Einstein sentó las bases teóricas para la bomba atómica con su famosa fórmula E=mc2E=mc2, que establece la equivalencia entre la masa y la energía. En cuanto a Oppenheimer, lideró el Proyecto Manhattan, el esfuerzo estadounidense para desarrollar la bomba atómica durante la Segunda Guerra Mundial.

El Proyecto Manhattan reunió a varios científicos, incluidos Niels Bohr, Otto Hahn y Lise Meitner, quienes contribuyeron con sus conocimientos sobre la física nuclear. El proyecto culminó con la detonación de la primera bomba atómica el 16 de julio de 1945, en el desierto de Los Álamos, Nuevo México. Oppenheimer, al presenciar el éxito del proyecto, recordó unas palabras del Bhagavad-guitá: «Ahora me convierto en la muerte, el destructor de mundos».

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