La hija de la anciana de 87 años violada por un senegalés reincidente en Valencia: «Le pegó y la violó»

«Le pegó, la tiró en la cama y la violó. Ella se defendió lo que pudo», así  ha contado la hija de la anciana violada como su madre de 87 años le relató los hechos que tuvieron lugar el mes de septiembre del año 2017. La anciana ha fallecido antes del juicio, pero antes le contó a su hija como vivió la violación a manos de un hombre senegalés de 47 años violador reincidente. El acusado se enfrenta a una pena de 8 años y once meses de prisión por los delitos de lesiones y tentativa de agresión sexual.

Tras la muerte de la anciana, es de absoluta relevancia la declaración de la hija de la víctima, relatando lo que le contó su madre. Especialmente porque la anciana sí que contó la agresión cuando todavía estaba viva pero como no estaba presente el abogado del violador reincidente ya que aún no se le había identificado y detenido, la defensa del mismo ha intentado anular la declaración que la anciana hizo en su día.

Para colmo de males para la fiscalía, ésta sólo puede acusar por tentativa de violación al delincuente ya que la anciana nunca quiso reconocer que el agresor consumó la violación a pesar de que los informes de los forenses dicen lo contrario. Los especialistas sí encontraron signos de violación en los genitales de la anciana y la víctima sí se lo contó así a su hija, por eso el testimonio de la hija de la anciana cobra aún mayor importancia.

Los hechos

Según el relato de hechos de la acusación, el presunto violador, de 47 años, asaltó por la fuerza la casa de la anciana. Llamó a la puerta, forzó la entrada en la casa y tras golpearla intentó consumar la violación. Tras la agresión sexual, el senegalés se dejó olvidada su mochila sobre la cama en la que había violado a su víctima.

En esa mochila estaban las pistas que consiguieron resolver la agresión sexual. Unos cascos para escuchar música y otras prendas contenían el ADN del agresor de la anciana violada. Unos restos de tabaco de una marca concreta llevaron a los investigadores hasta un albergue para inmigrantes extranjeros de origen africano.

Una fotografía con un llavero terminó por identificar por completo al violador. En el albergue tenían una foto en la que el presunto agresor portaba un llavero exactamente igual al que la Policía encontró en la mochila que se olvidó en casa de la anciana violada.

Las mentiras del violador

El agresor se fugó a Francia, donde fue detenido tan sólo hace seis meses. Desde entonces niega cualquier responsabilidad en la agresión sexual y mantiene que estaba en el país vecino cuando sucedieron los hechos. Sin embargo no puede probarlo de ninguna manera, ni fotos, ni contratos laborales, ni un sólo documento que demuestre su permanencia en Francia cuando la anciana fue violada.

Respecto al ADN, culpa a la Policía de ponerlo en las pruebas para incriminarle. En su contra, también juegan sus antecedentes previos a éste juicio en la Audiencia Provincial de Valencia. El acusado ya fue condenado en el año 2009 por robo con violencia y agresión sexual.