Comunidad Valenciana
DENUNCIA DEL PP

Caos de Sánchez y Puig con los refugiados: hasta 3 meses de demora para los papeles

La coordinación del Gobierno valenciano, que preside el socialista Ximo Puig con los ayuntamientos para atender la llegada diaria de los refugiados procedentes de Ucrania es casi inexistente y las listas de espera para atender la demanda de papeles que estos refugiados presentan, que son responsabilidad del Gobierno de España que preside el socialista Pedro Sánchez, tienen demoras de hasta 3 meses. La situación es tan caótica que desespera ya tanto a los refugiados como a los propios consistorios. Así, lo han denunciado hoy el presidente del Partido Popular en la Provincia de Alicante Toni Pérez y el portavoz del PP en la Federación Valenciana de Municipios y Provincias Juan Francisco Pérez Llorca.

La denuncia del PP ha caído como un jarro de agua fría en las filas socialistas y se ha producido prácticamente en paralelo a la visita que el presidente del Gobierno de España el socialista Pedro Sánchez ha realizado hoy el centro de refugiados de la Ciudad de la Luz en Alicante junto al propio Puig, entre otros. Mientras los socialistas intentaban dar una imagen de que todo funcionaba, el PP sacaba a luz los problemas que están teniendo tanto los alcaldes como los propios refugiados y a Sánchez y Puig los colores. A decir de los populares el problema deriva de que no se han incrementado ni dimensionado los recursos necesarios para la realidad a la que deben enfrentarse los ayuntamientos. Hay retrasos en las primeras citas, que dependen del Gobierno de Sánchez. De modo, que el primer trámite que debería estar hecho en las primeras 48 horas sufre esas demoras de hasta 3 meses.

Según el PP, son los ayuntamientos los que se han visto, a consecuencia de estos problemas, obligados a multiplicar esfuerzos y han tenido que dedicar gran parte de su personal a la atención de estos refugiados. Un problema que, a su vez, genera un alto coste a las economías locales, una circunstancia que ha llevado al PP a solicitar que se habilite una línea económica  para que los municipios puedan resolver estos problemas sin que resulten gravosos para las arcas municipales y tengan capacidad para afrontar otros problemas, como la casi permanente escolarización en los municipios de acogida o la creciente merma de vivienda para acoger a las familias.

Cuestiones, todas ellas a las que ni Sánchez ni Puig se han referido en su visita de hoy al centro de refugiados de Alicante, pero que inquietan sobremanera a los alcaldes, porque sus consecuencias las pagan, en el sentido literal, los vecinos de cada municipio.