Los buenos resultados del Protocolo de Montreal

La NASA confirma que el agujero de la capa de ozono se está cerrando

capa de ozono
La recuperación es una realidad

El principal problema de la sociedad contemporánea tiene un nombre propio: contaminación. Los gases de efecto invernadero están acabando poco a poco con la salud de una atmósfera cada vez más enferma. Todos lo sabemos, el cambio climático es una realidad y ya estamos sufriendo las primeras consecuencias de lo que parece un proceso imparable. No obstante, no todo son malas noticias en este tipo de temas, ya que la NASA ha podido demostrar la gran recuperación que ha sufrido el agujero de la capa de ozono. Una gran noticia para la humanidad que demuestra la gran efectividad del Protocolo de Montreal. Te lo contamos.

El vídeo de la esperanza

Sin duda, este es el claro ejemplo de que las políticas medioambientales funcionan. Muchos han sido los que han criticado, con razón, cada una de las pésimas decisiones del Presidente Trump en lo relacionado con el medio ambiente. El futuro de nuestro planeta está en manos de este tipo de normas y la NASA ha querido demostrar la efectividad de las mismas por medio de un vídeo en el que se muestra la recuperación de la capa de ozono.

Las políticas ecológicas son fundamentales para que nuestro planeta no presente cambios irreversibles. Todo tiene solución si se coge a tiempo y el claro ejemplo de ello es el Protocolo de Montreal. La capa de ozono siempre ha sido uno de los temas más habituales en las conversaciones sobre el medio ambiente. El manto invisible que nos protege de los rayos ultravioleta del Sol había presentado un enorme agujero que estaba avanzando sin control a causa de la contaminación. Sin embargo, las normas instauradas en el Protocolo de Montreal han conseguido, no solo acabar con el avance de la brecha en la capa de ozono, sino ayudar a su recuperación.

La efectividad del Protocolo de Montreal

capa de ozono
El planeta está en las manos de las políticas medioambientales

En los años 80 se descubrió que un enorme agujero en la capa de ozono estaba generando problemas en una región de la Ántartida. Los rayos solares eran mucho más potentes en esta zona que en el resto del mundo gracias a la acción de los clorofluorocarbonos , principales causantes del problema. Por ello se decidió crear el Protocolo de Montreal (1987), unas normas basadas en la prohibición de los materiales químicos que solían emitir grandes cantidades de cloro a la atmósfera. Una enmienda que está dando resultados más que positivos demostrando que la presencia de cloro ha disminuido en un 20% en relación a los datos obtenidos en 2005.

La clave para mantener la salud de nuestro planeta se basa en el respeto por el medio ambiente. El seguimiento de estas normas puede generar un movimiento de retroceso en un proceso contaminante que, al menos, mantenga a la Tierra en unos indices aceptables para la vida.

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