La historia de los medicamentos: un recorrido por la farmacología en España
La historia de los medicamentos en España es un reflejo de la evolución de la medicina y de los avances científicos a lo largo de los siglos.
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La farmacología en España ha tenido un desarrollo sostenido a lo largo de los siglos. La historia formal de los medicamentos comienza en el siglo XIX. Sin embargo, desde mucho tiempo atrás se hacía uso de ungüentos y plantas medicinales para aliviar las principales dolencias.
Los primeros médicos atendían a sus pacientes basados en los principios de Hipócrates y Galeno. Estos sabios griegos clásicos no eran farmaceutas en estricto sentido, pero sí aportaron claves decisivas para llevar a cabo los tratamientos de salud.
Los primeros hitos
Solo hasta el siglo XIX se inició formalmente la capacitación en medicamentos y farmacia. Los aprendices se adiestraban en las boticas de la época, bajo la dirección de un boticario y durante cuatro años. Después, debían demostrar sus habilidades ante el Real Tribunal del Protomedicato para obtener el título de oficial.
El Colegio de Farmacia se instituyó en 1804. Con el regreso del rey Fernando II, esta institución pasó a llamarse “Real Colegio de Farmacia de San Fernando”. Para 1845 se aprobó un nuevo plan de estudios en las universidades, como parte de la formación en medicina.
El siglo XIX: la revolución industrial y la química moderna
El siglo XIX fue testigo de la revolución industrial y de grandes avances en la química. La extracción y purificación de compuestos activos de plantas, como la morfina y la quinina, marcaron un punto de inflexión en la producción de medicamentos. En España, farmacéuticos y químicos comenzaron a establecer laboratorios y fábricas para la producción de medicamentos, contribuyendo al desarrollo de la industria farmacéutica.
A finales del siglo XIX comenzó a decaer la aplicación de los principios de Hipócrates y Galeno, a medida que se hacían avances en la producción de medicamentos. Se instituyó la formación universitaria en farmacia, que tenía una modalidad de doble licenciatura: Farmacia-Ciencias Naturales y Farmacia-Ciencias Químicas.
El siglo XX
La regulación de la venta de medicamentos en España comenzó en 1919. En esa fecha se establecieron las primeras normativas para las especialidades farmacéuticas. Sin embargo, solo cinco años después, en 1924, se tomó la decisión de desregularlas. Esto generó un intenso debate.
La dispensación de medicamentos operaba en “oficinas” destinadas para tal fin. Con la desregulación, se impuso cada vez más el modelo de las farmacias como pequeños comercios que vendían medicamentos y no como establecimientos en donde un farmacéutico preparaba los mismos.
La farmacología experimental comenzó a desarrollarse en las facultades de Medicina. Sin embargo, los farmacéuticos mostraron poco interés en esta área durante la primera mitad del siglo XX. En 1944 se amplió el periodo de formación de los farmacéuticos a seis años, pero en 1965 se volvió a los cinco años.
Durante la Guerra Civil y los primeros años de la dictadura, la industria farmacéutica en España experimentó un notable retroceso. En los años 50, se expropiaron varias multinacionales alemanas. Así se abrieron paso empresas nacionales como CEPA, Explosivos y Cros y el Instituto Español de Farmacología (IEF). Sin embargo, estas iniciativas no tuvieron un impacto significativo.
Nuevos avances
En 1967, algunos pioneros de la farmacia hospitalaria, como José María Suñé y Ruiz Jarabo, intentaron regularizar la presencia de farmacias en hospitales. Esto provocó una reacción negativa del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos. Solo hasta 1970 se institucionalizó la presencia de servicios farmacéuticos jerarquizados en los hospitales de la seguridad social
Se puede afirmar que en la década de los 70 se generalizaron los servicios de farmacia. Los farmacéuticos comenzaron a desempeñar un papel más centrado en la salud como tal. Adquirieron competencia para realizar funciones como la información sobre medicamentos, la educación al paciente, la farmacovigilancia y la monitorización de los fármacos.
A finales del siglo XX se produjo otro hito con la creación de Farmaindustria. Esta entidad facilitó el desarrollo y la investigación de las multinacionales en el país. Su aporte fue decisivo para impulsar una mejora en la producción y el desarrollo de medicamentos.
Otro capítulo importante fue la incorporación de los medicamentos genéricos en España, la cual se dio de manera tardía. Solo hasta 1996, con la introducción de la Ley 13, se estableció una definición de medicamentos genéricos y se creó la base legal para su uso y comercialización. Aunque el uso de genéricos en España se encuentra por debajo de la media europea, se han logrado avances significativos.
Nuevos productos
A lo largo del siglo XX, la farmacología experimentó un crecimiento exponencial. La invención de nuevos fármacos, como los antibióticos y los analgésicos, transformó la medicina y mejoró la calidad de vida de millones de personas. En España, la creación de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) en 1999 marcó un hito en la regulación y control de medicamentos, garantizando su eficacia y seguridad.
El siglo XXI: innovación y desafíos
En la actualidad, la farmacología en España se enfrenta a nuevos desafíos, como la necesidad de desarrollar medicamentos personalizados y la lucha contra la resistencia a los antibióticos. La investigación en biotecnología y farmacogenómica está en auge, y España se posiciona como un referente en la investigación farmacéutica a nivel europeo.
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