¿Qué medicamentos debes tener en casa si tienes hijos?
Los medicamentos necesarios en tu botiquín si tienes hijos pequeños
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Tener un botiquín en casa es una medida de precaución fundamental, especialmente cuando se tienen hijos. Los niños, con su incesante curiosidad y energía, están frecuentemente expuestos a pequeños accidentes o enfermedades repentinas. Por ello, estar preparados con los medicamentos y suministros adecuados puede marcar la diferencia en cómo se manejan estas situaciones, proporcionando no solo un alivio rápido sino también una seguridad emocional a los padres. Conozcamos así qué medicamentos debes tener en casa si tienes hijos.
Un botiquín bien equipado permite actuar de manera eficaz ante emergencias menores sin la necesidad de correr al hospital o a la farmacia en momentos inoportunos. Además, saber qué medicamentos y herramientas tener a la mano es crucial para evitar complicaciones, garantizando que se administren tratamientos seguros y adecuados para los pequeños.
Sin embargo, es igualmente importante mantener estos medicamentos fuera del alcance de los niños para evitar ingestas accidentales. El botiquín debe ser revisado regularmente, asegurándose de que los medicamentos no estén caducados y que todo esté en orden y fácilmente accesible en caso de necesidad.
¿Qué medicamentos debes tener en casa si tienes hijos?
Estos a continuación, son los medicamentos principales que debes tener en casa cuando tienes hijos, especialmente si son pequeños:
Antipiréticos y analgésicos
Los antipiréticos, como el paracetamol o el ibuprofeno, son esenciales en cualquier hogar con niños. Estos medicamentos ayudan a reducir la fiebre y aliviar dolores leves como dolores de cabeza, dolores musculares o molestias por dientes en crecimiento. Es vital seguir las indicaciones de dosificación según la edad y el peso del niño para evitar efectos secundarios.
Medicamentos para alergias
Los antihistamínicos como la cetirizina o la loratadina son útiles para tratar síntomas de alergias, como rinitis, urticaria o picazón. Tenerlos a mano puede aliviar rápidamente estos síntomas, que no solo son molestos, sino que también pueden interferir significativamente con el sueño y las actividades diarias de los niños.
Crema antiinflamatoria
Una crema con componentes antiinflamatorios, como el diclofenaco, puede ser muy útil para contusiones o esguinces leves. Aplicada localmente, ayuda a reducir la inflamación y el dolor en áreas específicas.
Pomadas para quemaduras leves y cortadas
Las pomadas como la sulfadiazina de plata o productos que contienen aloe vera pueden ayudar en la recuperación de quemaduras leves o cortadas. Estos productos protegen la piel, ayudan a prevenir infecciones y favorecen la cicatrización.
Consideraciones adicionales
- Medicamentos para el estómago: Es útil tener medicamentos como la loperamida para tratar episodios leves de diarrea o simeticona para los gases y la hinchazón. Estos pueden hacer que el niño se sienta más cómodo y prevenir la deshidratación.
- Soluciones de rehidratación oral: Las soluciones de rehidratación oral son cruciales para mantener a los niños hidratados después de episodios de vómitos o diarrea. Estas soluciones ayudan a reponer líquidos y electrolitos rápidamente.
- Tratamientos contra los piojos: Los piojos son comunes en entornos escolares, y tener tratamientos como lociones o champús específicos para eliminar piojos puede ser muy beneficioso para actuar rápidamente antes de que se propague una infestación.
- Vitaminas y suplementos: Aunque no son medicamentos per se, las vitaminas y suplementos pueden ser útiles, especialmente en niños que no tienen una dieta balanceada. Vitaminas como la A, C y D, así como el hierro, son importantes para el desarrollo y el mantenimiento de una buena salud.
¿Qué medicamentos son peligrosos para los niños?
Los niños son los sujetos con mayor riesgo de intoxicación por múltiples sustancias, las más frecuentes de las cuales son medicamentos y productos domésticos.
En el caso de los medicamentos, los riesgos de intoxicación pueden estar relacionados con errores de administración, sobredosis o cambio por envases similares, así como con la ingestión por parte del niño.
En estos casos es necesario mantener la calma, evitando hacer vomitar al niño o sacarle a la fuerza los comprimidos de la boca porque esta maniobra podría provocar que el cuerpo extraño se deslice hacia las vías respiratorias.
Se debe valorar si el niño presenta somnolencia, irritabilidad, movimientos anormales de las extremidades o trastornos del equilibrio, color de piel pálido o excesivamente rojo, lagrimeo excesivo o salivación. En este caso es necesario llamar inmediatamente al 118 para que lleven al niño al servicio de urgencias más cercano .
Si no hay síntomas, es importante intentar identificar el tipo de medicamento consumido, la dosis y el tiempo transcurrido desde su toma y llamar a uno de los nueve centros de intoxicaciones de la zona , que atienden telefónicamente las 24 horas del día. Los 7 días de la semana y cuyo número es mejor mantener disponible.
Un caso particular es el de los fármacos que contienen antihistamínicos, antidepresivos, bloqueadores de los canales de calcio o betabloqueantes : incluso un solo comprimido puede provocar una intoxicación grave, por lo que incluso en caso de sospecha es necesario acudir inmediatamente a urgencias.
Cómo almacenarlos y dónde guardarlos
Los medicamentos que los niños deben tener en casa, así como los de los adultos y todas las sustancias potencialmente peligrosas, deben almacenarse en un lugar exclusivo y no accesible a los niños. Por este motivo es importante que no se pueda acceder a él y que esté bloqueado.
Los medicamentos deben conservarse en un lugar fresco, seco y alejado de la luz solar. El folleto informativo puede proporcionar información específica sobre métodos de almacenamiento concretos, por lo que es importante leer siempre las instrucciones que contiene.
Es igualmente importante comprobar periódicamente las fechas de caducidad , desechando los productos caducados en los contenedores adecuados presentes dentro o fuera de las farmacias y reemplazándolos rápidamente para tenerlos disponibles en caso de necesidad.
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