Crecimiento

La psicomotricidad en los niños y los mejores ejercicios

psicomotricidad
Descubre cómo desarrollar la psicomotricidad infantil y cómo practicarla
Blanca Espada

La psicomotricidad es una disciplina, tanto terapéutica como educativa, útil para apoyar a los niños en diferentes aspectos del crecimiento, incluso en presencia de patologías neuromotoras como el autismo o trastornos como la hiperactividad y la inhibición. Veamos entonces cómo ayudar a los niños a desarrollar su psicomotricidad a través de los mejores ejercicios o juegos.

La psicomotricidad en los niños y los mejores ejercicios

Con la psicomotricidad, a través del juego y el movimiento, el niño mejora la confianza, la comunicación y la concentración, algo especialmente adecuado para niños de entre 2 y 4 años, ya que representa el período de desarrollo de determinadas conductas relacionadas con el movimiento y el lenguaje.

¿Cuáles son los orígenes de la psicomotricidad?

El concepto de psicomotricidad nació en Francia al final de la Segunda Guerra Mundial definido por Julián De Ajuriaguerra, Jean Bergès y Giselle B. Soubiran. El proyecto, denominado «Servicio de reeducación de trastornos del habla y psicomotores infantiles», se difundió por toda Europa con el objetivo de intervenir en las emociones y habilidades expresivas de los niños a través del juego y el movimiento, mejorando las habilidades de interacción, coordinación, percepción y atención.

Interpretación moderna

Hoy este término indica una disciplina pedagógica y rehabilitadora que potencia la sinergia entre cuerpo y mente. Gracias a la enseñanza motora y comunicativa, el niño desarrolla la conciencia física de sí mismo, interactuando tanto con el espacio como con los demás.

Las habilidades psicomotoras se dividen en educativas y terapéuticas: la primera tiene como objetivo crear un equilibrio entre cuerpo y mente y mejorar las habilidades de comunicación y concentración; está dirigido a todos los niños, especialmente a los tímidos e hiperactivos. La segunda, por otro lado, se prescribe a los niños con discapacidad con el objetivo de buscar métodos de expresión alternativos al lenguaje que sean útiles para conocer y comunicarse con el niño; en esta perspectiva, la participación de los padres es fundamental.

Las ventajas de la psicomotricidad

Si se aplica ya alrededor de los 2-4 años, este método permite a los niños relacionarse de manera correcta y funcional con su cuerpo, sus emociones y con el mundo exterior, aprendiendo estrategias útiles para ser más autónomos, emprendedores y seguros de sí mismos.

La importancia del juego

El juego es el principal método aplicado en las reuniones psicomotoras porque involucra y estimula a los niños a desarrollar habilidades motoras, cognitivas y sociales. Gracias a los ejercicios de coordinación, equilibrio, ritmo, control y precisión, y al uso de objetos y herramientas adecuados a la edad y necesidades del niño (como pelotas, cuerdas, sábanas y construcciones) el niño desarrolla el conocimiento, la comunicación y la comprensión de las emociones. Otras herramientas útiles para promover el movimiento y la expresividad son la música y el dibujo.

Ejemplos de juegos y ejercicios psicomotores

En los centros de psicomotricidad, pero también en las escuelas, donde las sesiones duran unos 40 minutos, se realizan diversos ejercicios y juegos que también se pueden ofrecer en casa. A continuación se muestran algunos ejemplos indicados para niños de 2 a 4 años:

  • Adivina el objeto: En una bolsa no transparente, inserta diferentes objetos (uno a la vez) y pídele al niño que adivine qué es simplemente tocándolos. Es un ejercicio destinado a desarrollar el control y el movimiento corporal.
  • Pista de obstáculos: La organización de una carrera de obstáculos permite a los niños desarrollar la coordinación y el sentido del ritmo. Es importante hacer el camino óptimo para sus habilidades, mostrando primero los movimientos a realizar. Para aumentar la dificultad, puedes aumentar la velocidad de marcha requerida y agregar gradualmente otros objetos a la prueba: cojines, cajas, peluches ¡Todo puede convertirse en un “obstáculo”!
  • Cantar y bailar: Para enseñar al niño a reconocer las distintas partes del cuerpo, es recomendable enseñarle rimas infantiles divertidas y sencillas o canciones que las ilustren, pidiéndole que memorice e indique las partes del cuerpo que se nombran. Incluso a través de bailes que requieran que mueva la parte nombrada, puede llevarlos a familiarizarse con su cuerpo.
  • Rompecabezas: Otro juego útil para identificar y adquirir conciencia mental del propio cuerpo: cortando imágenes que representan el cuerpo, o partes del cuerpo, en diferentes piezas (cuanto más son, más dificultad aumenta), puedes pedirle al niño que vuelva a montar la figura entera, y que vaya nombrando cada parte del cuerpo.
  • Bola: Este es uno de los mejores ejercicios para promover la coordinación y la atención. Una simple pelota es suficiente para animar al niño a lanzarla y moverla con las distintas partes del cuerpo, como la cabeza, el hombro, el pie, la pierna o la mano. De esta forma, identificará a las partes involucradas y además se divertirá muchísimo.

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