Perezas de los padres que dañan la educación de los hijos
El ritmo de vida estresante de la sociedad actual, los problemas económicos o incluso el cansancio constante son algunas de las razones que hacen que muchos padres tengan pereza a la hora de afrontar la educación de los hijos. Es decir, que dejan de llevar a cabo acciones que podrían ser beneficiosas para sus vástagos.
En concreto, estas son las perezas de los adultos que, de manera irremediable, menoscaban el crecimiento, el aprendizaje y la adquisición de valores de los menores:
Poco tiempo juntos
Las apretadas agendas laborales son fundamentalmente las causantes de que muchos padres y madres no cuenten con el tiempo que les gustaría para poder pasarlo con sus hijos. No obstante, hay un elevado porcentaje de esos adultos que, a pesar de todo, aprovechan cualquier hueco libre para dedicarlo a sus pequeños. Pero no hay que pasar por alto que otros, por pereza fundamentalmente, no se esfuerzan en encontrar ese tiempo disponible para compartirlo con los niños. Y eso es un craso error, ya que lo único que se consigue es que los menores cuenten con carencias afectivas notables.
Falta de comunicación
De la misma manera, no podemos pasar por alto que hay padres que no mantienen una comunicación fluida con sus hijos. ¿Eso qué supone? Que no lleguen a conocerlos realmente, que no sepan qué les pasa, qué sienten o qué necesitan. Y eso es algo muy grave ya que, en caso de que los pequeños tengan problemas, no podrán atajarlos a tiempo.
Darles de comer cualquier cosa
Otra de las perezas más notables de muchos padres es la de cocinar. Y es que, después de una dura jornada laboral, lo que menos les apetece es ponerse a preparar recetas y platos para sus hijos, lo que supone que al final acaben dándoles cualquier cosa que encuentren en el frigorífico. Un craso error este, ya que luego se traduce en problemas tales como, por ejemplo, la obesidad infantil. Por eso, se hace necesario que los adultos cuiden mucho que sus menores tengan una dieta sana, completa y equilibrada que les ayudará a crecer sanos y fuertes.
Otras perezas perjudiciales
De la misma manera, además de las ya citadas, no podemos pasar por alto otras perezas que cometen los padres y causan consecuencias negativas en la educación de sus hijos:
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No tener paciencia y solucionar todos los conflictos mediante gritos, reprimendas y castigos sin ahondar en los problemas y sin escuchar a los menores.
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Llevar a cabo una vida sedentaria, que hará que se conviertan en un ejemplo nefasto para sus pequeños.
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Darles todo lo que les piden. Muchos son los padres que cuando llegan a casa están cansados y no quieren perder ni tiempo ni esfuerzo en discutir con sus hijos por algo. De ahí que lo que hagan sea darles todo lo que les solicitan, ya que así encuentran la forma de que no les molesten. Una forma de actuar esta que también es llevada a cabo por los adultos que consideran que esa es la manera que tienen de suplir el poco tiempo que pueden pasar con sus menores.