Daltonismo en niños: ¿cómo saber si un niño es daltónico?

En el mundo de la pediatría, ciertas afecciones pueden permanecer inadvertidas durante un tiempo considerable, especialmente cuando los síntomas son sutiles o se confunden con etapas del desarrollo infantil. El daltonismo es un ejemplo clásico de estas condiciones que puede pasar desapercibido si no se conoce bien qué es, cómo se desarrolla y cómo afecta a los niños. A menudo, se piensa en el daltonismo sólo cuando un niño no puede identificar colores correctamente, pero su impacto va más allá y puede influir significativamente en su aprendizaje y socialización.

Desde muy temprana edad, los niños son estimulados con juegos, libros y actividades que involucran colores. «¿Qué color es este?» se convierte en una pregunta de rutina en la vida de los pequeños. Sin embargo, no todos los niños responden de la misma manera a estos estímulos. Mientras algunos aprenden rápidamente a diferenciar y nombrar los colores, otros encuentran dificultades que pueden ser señales tempranas de daltonismo. Esta dificultad no solo está en la percepción de colores sino también en la capacidad de interactuar de manera efectiva con su entorno que está vibrante de matices y señales visuales.

El daltonismo puede tener un gran impacto en la vida de un niño, no sólo académicamente sino en la interacción diaria y el disfrute de actividades simples como dibujar o elegir su ropa. Si bien algunos padres pueden identificar rápidamente una dificultad para ver ciertos colores, otros pueden no darse cuenta hasta que el niño enfrenta desafíos específicos en la escuela o en otras actividades. Por eso, es crucial entender cómo y cuándo se puede detectar el daltonismo y qué pasos seguir para ayudar a aquellos que viven con esta condición.

¿Qué es el daltonismo?

El daltonismo, técnicamente conocido como discromatopsia, es una condición que afecta la percepción de los colores. A nivel global, cerca de 300 millones de personas tienen alguna forma de daltonismo, lo cual les dificulta distinguir entre ciertos colores o tonalidades, o percibir el brillo de estos. Contrario a la creencia popular, ser daltónico no implica ver el mundo en blanco y negro. Excepto en casos extremadamente raros, las personas con daltonismo pueden ver colores, pero los perciben de manera diferente.

El tipo más común de daltonismo es la discromatopsia rojo-verde, que implica dificultades para identificar rojos, verdes y, en ocasiones, colores que se derivan de estos como algunos marrones y naranjas. Estas dificultades surgen del mal funcionamiento o la ausencia de conos, que son células en la retina que captan la luz y permiten la percepción del color. Esta condición es principalmente hereditaria y se transmite a través de patrones genéticos, siendo más común en hombres debido a su relación con el cromosoma X.

Las causas del daltonismo

La mayoría de los casos de daltonismo son hereditarios y se deben a la genética. Sin embargo, también existen casos adquiridos debido a enfermedades, medicamentos o exposiciones a ciertos químicos. Condiciones como la degeneración macular, el glaucoma y las cataratas pueden alterar la capacidad de ver colores. Del mismo modo, enfermedades que afectan el cerebro o el sistema nervioso, como la diabetes, Alzheimer y esclerosis múltiple, pueden incidir en la percepción cromática.

En cuanto a la herencia, si un niño es daltónico, generalmente ha heredado esta condición de sus progenitores. En los varones, esta condición es más frecuente debido a que la mutación está en el cromosoma X; dado que los hombres sólo tienen un cromosoma X, una sola mutación basta para desarrollar la condición. En las mujeres, que tienen dos cromosomas X, es menos probable que sean daltónicas a menos que ambos cromosomas lleven la mutación.

El daltonismo en los niños

Detectar el daltonismo en niños puede ser desafiante, especialmente porque ellos mismos no pueden notar que ven el mundo de manera diferente. A menudo, los signos emergen cuando los niños comienzan a interactuar más con colores en contextos estructurados, como la escuela o al jugar con juegos que requieren identificación de colores. Los padres o educadores pueden notar dificultades cuando el niño:

• Utiliza colores incorrectos para objetos comunes (como pintar hojas de árboles de morado).
• Tiene problemas para clasificar o separar objetos por color.
• Muestra desinterés en actividades que incluyen el uso de colores.
• Comenta que le duelen los ojos o la cabeza cuando está expuesto a ciertos esquemas de colores.

Estos signos pueden ser indicativos de daltonismo y, en tales casos, es aconsejable buscar la opinión de un profesional.

¿Cómo saber si un niño es daltónico?

El diagnóstico del daltonismo generalmente se puede realizar a través de tests visuales específicos que evalúan la capacidad del niño para distinguir y nombrar colores. Desde los 4 años, un niño puede mostrar señales de confusión de colores si es daltónico. Los exámenes pueden incluir pruebas de cartas de colores o usar aplicaciones y herramientas digitales diseñadas para simular y diagnosticar daltonismo.

Cómo ayudar a un niño daltónico

No existe una «cura» para el daltonismo, pero hay herramientas y estrategias que pueden ayudar a los niños a manejar mejor su condición. Lentes especiales y filtros pueden mejorar la distinción de colores en algunos casos. Más importante aún, es esencial el apoyo emocional y educativo. Adaptar el entorno de aprendizaje para incluir etiquetas claras, usar marcadores de texto de alto contraste y proporcionar materiales que minimicen la dependencia de los colores en las instrucciones son algunas de las maneras en que padres y educadores pueden ayudar.

Al comprender y abordar el daltonismo con sensibilidad y conocimiento, podemos asegurarnos de que los niños afectados por esta condición tengan las mismas oportunidades de aprender y disfrutar de la vida como sus compañeros.