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Sudor en el embarazo: ¿Qué podemos hacer?

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Descubre las causas para el sudor durante el embarazo y qué hacer al respecto
Blanca Espada

El aumento de la sudoración durante el embarazo , de día o de noche, es un fenómeno más que normal. Los cambios multinivel que sufre el cuerpo durante el desarrollo del feto son tales que afectan el mecanismo de la sudoración , que se sabe que actúa como termorregulador para el ser humano. El cambio hormonal, el aumento del metabolismo y el aumento general del calor interno de la mujer embarazada son factores a tener en cuenta. Os hablamos a continuación del sudor en el embarazo y qué podemos hacer para evitarlo.

Sudor en el embarazo: ¿Qué podemos hacer?

El aumento de la sudoración aparece generalmente en el tercer trimestre, cuando la gestación ya está bastante avanzada, y las causas pueden reducirse sustancialmente a dos. La primera es consecuente con el aumento de peso al que se ve sometida la gestante. El feto está alcanzando un tamaño considerable y para apoyar el proceso de crecimiento necesitamos tanto más energía para compartir con el feto, por tanto un mayor trabajo del organismo a nivel metabólico, como un mayor apoyo a la madre que lo lleva en su vientre. Traducido: comemos más, retenemos más líquidos y los vasos sanguíneos de las extremidades se dilatan, tres factores que inducen un aumento de la temperatura corporal y el consiguiente aumento de la sudoración.

La segunda causa de la sudoración en el embarazo, por otro lado, está relacionada con las hormonas, en particular con el aumento de la producción de progesterona , la hormona esteroide que se origina en las glándulas suprarrenales o, durante la gestación, directamente en la placenta . Como sucede a menudo en presencia de un cambio hormonal, el cuerpo reacciona “enfriándose” y, por lo tanto, sudando más.

¿Por qué el sudor en el embarazo huele más?

En primer lugar, porque la alteración hormonal provoca cambios en el olor corporal, éste se vuelve más fuerte y para algunas narices «sensibles» puede resultar especialmente desagradable. Luego, porque el aumento de la sudoración durante el embarazo afecta principalmente a partes específicas del cuerpo femenino: axilas, ingles y senos, zonas pilosas donde abundan las glándulas sudoríparas apocrinas . Estos se activan con la pubertad, están relacionados con el desarrollo sexual y producen una especie de sudor que, junto con el agua, contiene azúcares, proteínas, ácidos grasos y hormonas. Cuando este es expulsado, se encuentra con las bacterias presentes en el pelo de la piel y aquí viene el mal olor, el sudor ácido : Las bacterias se alimentan de las sustancias contenidas en el sudor y liberan desechos malolientes.

Cómo evitar el olor a sudor

Contra la sudoración excesiva y maloliente del embarazo podemos tomar una serie de medidas sencillas pero efectivas la primea de las cuáles es no utilizar desodorantes que contengan alcohol etílico, perfumados o antitranspirantes porque son demasiado agresivos para la piel: inhiben la descomposición del sudor, irritan la piel y pueden provocar la inflamación de las propias glándulas sudoríparas. En definitiva, estos desodorantes corren el riesgo de dar el efecto contrario al esperado. Una consecuencia directa de esta indicación es el uso de detergentes suaves Para lavar el cuerpo y las partes íntimas: usar agua tibia y un jabón con un pH calibrado en nuestra piel, y enjuagar bien después del lavado para evitar la acumulación de sustancias en las zonas afectadas.

Además, a lo señalado podemos sumarle el aplicar también las siguientes pautas:

Tejidos naturales

Para intentar prevenir las molestias que va a causar el exceso de sudoración, lo más recomendable es que la futura mamá se vista siempre con prendas que estén confeccionadas con tejidos naturales. En este sentido, el algodón o el lino son una buena elección.

Perfecta higiene diaria

De la misma manera, es importante que, si la mujer lo cree necesario, se duche más de una vez al día. Asimismo respecto a este tipo de higiene, hay que seguir otros consejos muy útiles, tales como estos:

  • Hay que secarse con cuidado y mucha dedicación después de la ducha.
  • Se debe procurar que el jabón que se utilice no sea agresivo para la piel.

El peso

Además de todo lo expuesto hasta el momento, la embarazada es necesario y vital para luchar contra el exceso de sudor que cuide su peso. Y es que los kilos de más pueden hacer que sufra una mayor sudoración. Por eso, hay que vigilar la alimentación. Eso sí, debe hacerlo fundamentalmente por su salud y por la de su bebé.

Hidratación, siempre perfecta

Mantenerse bien hidratada es otro de los aspectos más importantes que hay que cuidar para hacerle frente al sudor excesivo. Por eso, la mujer debe llevar siempre consigo una botella de agua, para beber siempre que lo necesite e incluso periódicamente y aunque no tenga sed. En este sentido, se calcula que cualquier persona al día tiene que tomar, como mínimo, 1,5 litros de agua por su salud.

En verano hay que cuidar aún más si cabe ese aspecto, pues el cuerpo pide más hidratación que durante el invierno.

El calor y la sudoración hacen que una persona se deshidrate más rápido. Por eso, además de beber suficiente agua, es recomendable que cuide su dieta. En este sentido, hay que tener en cuenta que las frutas y las verduras son los alimentos más recomendables para una dieta sana durante el embarazo. Y es que ayudarán a la futura mamá a mantenerse bien hidratada y también al bebé.

Todo eso sin olvidar que una buena hidratación trae consigo otra serie de beneficios para el organismo tales como una mejora notable de la circulación y la prevención necesaria contra el estreñimiento.

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