EL CUADERNO DE PEDRO PAN

Un lúcido y remarcable testamento de Denys Arcand

'Testament, la última película del director quebequés, es una crítica demoledora con pinceladas de fina ironía

Las imágenes nos transmiten una historia, contaminada por las intransigencias de un pensamiento excluyente que se ha instalado en el día a día de las vidas corrientes

Denys Arcand
'Testament, la última película de Denys Arcand.

No acostumbro a dedicar demasiado tiempo al cine en este cuaderno, salvo excepciones. Entre ellas, si algo se revuelve en mi interior leyendo auténticas estupideces y me ha pasado con la crítica publicada en El País de la última película de Denys Arcand, que por cierto estos días cumple 83 años. Este veterano quebequés ha dedicado buena parte de su filmografía a la reflexión sobre la sociedad de su tiempo y en cierto sentido Testamento (2023) es, en efecto, darle carpetazo a una dilatada trayectoria centrada preferentemente en la región de Quebec.

Siendo estudiante universitario acudí a una conferencia en el centro cultural Washington Irving, impartida por un crítico de cine californiano, en la que confrontaba el cine europeo y el norteamericano. El primero definido como cine diálogo y el segundo, cine acción. La conferencia debió ser allá por el año 1974, porque nos habló con detenimiento de la planificación de Lancelot du Lac, película dirigida por Robert Bresson, que acudí a ver de inmediato a una sala de arte y ensayo. Aquellas imágenes, recreándose en detalles, no tenían nada que ver con el plano secuencia inicial de Sed de mal (1958) dirigida por Orson Welles y que vi proyectado en una clase en la recién creada Facultad de Ciencias de la Información, tan reciente que el aula era el salón de actos de la antigua Escuela de Cinematografía.

He acudido varias veces a Norteamérica, en especial para conocer las cunas del jazz, del blues y del country, desplazándome en una de esas ocasiones a Canadá para asistir a los últimos días del Festival de Cine de Montreal. Creo que fue en 1991. En ese momento descubrí que los EEUU eran Norteamérica, mientras Quebec era, efectivamente, un enclave europeo. Desde entonces, la cultura audiovisual de esta región canadiense me ha llamado poderosamente la atención. Y dos personajes quebequeses -bien diferenciados- han sido mi debilidad: el poeta, músico y novelista Leonard Cohen, anglófono en tierra francófona, y Denys Arcand, el cineasta francófono y durante un tiempo firme partidario del referéndum de independencia. Ambos, cada uno a su manera, han reflejado los perfiles de la sociedad quebequesa. Recomiendo la lectura de Beautiful Losers, la tercera novela de Cohen y asimismo el visionado de la trilogía de Arcand que es en sí misma una reflexión moral sobre la sociedad de su tiempo.

En cierto sentido, Testamento cabe interpretarlo como el epílogo de esta trilogía iniciada en 1986 con El declive del Imperio americano, seguida después por Las invasiones bárbaras (2003), ganadora del Oscar a mejor película de habla no inglesa, y que en cierto modo mantiene su contenido una afinidad con Ikiru (1952) de Akira Kurosawa. Cerrándose la trilogía con La edad de la ignorancia (2007). Y si hubo un paréntesis de 18 años entre la primera parte y la segunda, ha ocurrido exactamente lo mismo entre el final de la trilogía y el estreno de Testamento, todo él un recorrido cargado de ironía, también de lucidez, de la hora presente en la cuna que es Norteamérica del pensamiento woke, y en esto Quebec no es diferente. Y ahora, igualito en España, con la preocupante coalición Frankenstein.

Al diario El País, que bien es sabido va de testaferro y vocero principal del wokismo made in Spain, le ha sentado como una patada en la entrepierna lo último de Denys Arcand, titulando tal que así: «Sátira reaccionaria contra lo woke. La gruesa diatriba de un diablo carca». Por supuesto, lo de carca, va dirigido al cineasta canadiense. En cambio otras voces nos hablan de que el canadiense Denys Arcand «dispara contra todo tipo de corrección política y contra no pocos colectivos». ¿Contra qué dispara Arcand? Pues contra la burocracia quebequesa, las protestas de los milennials, la cultura de la cancelación y dejándonos un retrato del buenismo y sus derivas. También ha quedado escrito que estamos ante «un remarcable testamento descrito con extraordinaria lucidez». Para El País solo es una sátira reaccionaria…

Les recomiendo ver la película, en la que para empezar encontramos a dos iconos de la interpretación, ambos de la región de Quebec: Rémy Girard y Sophie Lorain. El primero, en el papel de un jubilado de 70 años que vive en una residencia y la segunda, en el papel de directora de la residencia. El hilo argumental no deja de ser la relación entre ambos que se verá alterada puntualmente por acontecimientos externos que son los que le permiten a Denys Arcand el despliegue de una crítica demoledora con pinceladas de fina ironía y la muestra más evidente es esa breve escena en la que aparecen el dramaturgo Robert Lepage encumbrado en la vanguardia canadiense, y su actor fetiche, Yves Jacques, protagonizando ambos un incisivo ataque al wokismo revestidos de viceministro de Cultura y su ayudante.

Un apunte final. La banda sonora es la compañera fiel y en cierta manera introvertida que va de la mano en el paseo de los planos. Las imágenes nos transmiten una historia, contaminada por las intransigencias de un pensamiento excluyente que se ha instalado en el día a día de las vidas corrientes. Las músicas, en cambio, aquí optan por alejarse de subrayados corrientes o de efectismos incidentales, para dejarse llevar serenamente por las alamedas de los contrapuntos, levantando con su paleta unas pinceladas que son asimismo parte del contenido testamental, desde el momento en que tanto vale extraer matices de un cuarteto de cuerdas de Beethoven o de un aria de Giuseppe Sarti, como regresar al presente del alma musical quebequesa a través de dos figuras antagónicas como lo son el compositor electro-acústico, Louis Dufort y el gran impulsor para el rescate del fagot barroco, Mathieu Lussier. Sutilezas de un «diablo carca».

Lo último en OkBaleares

Últimas noticias