Los hoteleros critican que la Ley Turística de Armengol no soluciona las demandas del sector
La patronal lamenta la falta de perspectiva integral y teme que esta sea una oportunidad perdida
Aseguran que el Govern no profundiza en los cambios que el sector necesita en pleno 2022
Armengol defiende que el nuevo plan turístico de Baleares pronto «lo imitarán en el resto del mundo»
La presidenta balear Francina Armengol ha vendido en el marco de Fitur la nueva Ley Turística de Baleares como si fuese toda una revolución. La realidad es que sólo se focaliza en hacer cambios en el sector hotelero, pero no entra a solucionar los problemas de base que este segmento demanda. En este sentido, la Federación de Empresas Hoteleras de Mallorca (FEHM) y la Agrupación de Cadenas Hoteleras (ACH) han lamentado la «falta de perspectiva integral de la ley».
Las patronales han valorado los cambios anunciados por el Govern y han celebrado las medidas. No obstante, han advertido de que la normativa presenta problemas de base que se deben atajar. El sector quiere que se aproveche la ocasión para hacer una ley que involucre a toda la cadena de valor turística. Así, critican que se centre en exclusiva en la hostelería. «Estamos ante una oportunidad de diferenciación con respecto a otros mercados y destinos competidores. Debemos enfocarnos en la circularidad», ha dicho la presidenta de la FEHM, María Frontera.
«De hecho -explica- el sector hotelero va por delante de la legislación. Hace más de dos años que con la Fundación Impulsa trabajamos en un Manual de Circularidad Hotelera de Autodiagnóstico (iCirchot). Es de libre uso para todos, no sólo por el coste económico que ha tenido desarrollarla, sino por el conocimiento compartido por las empresas hoteleras».
La FEHM recuerda que la Ley Turística es el máximo instrumento regulador del sistema turístico y por ello debe «ser útil y flexible». Ha de permitir la adaptación a los cambios que se producen en el entorno y la demanda. «Por eso hay que trabajar la normativa con rigor, con tiempo y alcanzando grandes consensos. Más allá de la revisión de la clasificación hotelera, que sí habíamos reivindicado y formulado propuestas. El resto de las cuestiones planteadas no han sido suficientemente trabajadas».
Según la patronal, el Govern ha apuntado las líneas maestras, pero todavía queda trabajar en lo más importante, la letra pequeña. Y es que Armengol prometió que la nueva Ley Turística permitirá que Baleares «lidere el proceso de transformación en torno a la sostenibilidad. Un anuncio rimbombante que no profundiza en los cambios que el sector necesita en pleno 2022. Este es el punto crítico para la patronal, que teme que se trate de una oportunidad perdida.
«El sector hotelero de Baleares es un referente nacional. Cuenta con el mejor convenio colectivo de España, tanto en materia de salarios como de prohibición de la externalización. Aun así, los retos del futuro deben de ser visibles y posibles, sobre todo atendiendo a la coyuntura actual y las incertidumbres que todavía pesan sobre la economía de las empresas», ha afirmado Frontera.
Cabe destacar que más allá del anuncio que hizo Armengol a bombo y platillo de la nueva Ley Turística, el contenido de la misma todavía se desconoce. De ahí, la reticencia de las patronales y otras formaciones políticas a la publicidad del Govern. «Toda esta música suena bien, pero hay que ver la letra pequeña», avisaron tanto el Consell de Ibiza como Ciudadanos. Una advertencia seguida de una crítica por haber hecho un anuncio sin contar con el resto de fuerzas políticas ni consells insulares.
Además, los distintos actores políticos y económicos consideran preocupantes que la normativa no incentive la reconversión de los establecimientos obsoletos. Tampoco introduce el cambio de uso para reconvertir hoteles viejos y de baja calidad. Cabe recordar que la modernización de la planta hotelera fue una de las medidas estrella de la ley turística del PP de 2012, hecha por el popular Jaime Martínez.
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