Un hombre armado se atrinchera durante horas en Ibiza hasta que la Guardia Civil consigue reducirlo
Se trata de un veterano de guerra portugués con estrés postraumático


Una compleja y delicada intervención por parte de la Guardia Civil ha evitado este viernes una posible tragedia en un domicilio de Ibiza, donde un hombre de avanzada edad, de nacionalidad portuguesa, amenazó con quitarse la vida mientras portaba un arma de fuego. Se trata de un veterano de guerra con estrés postraumático.
Los hechos comenzaron cuando una asistenta social acudió al domicilio del varón para realizar una visita programada. Según informó la trabajadora, al intentar prestarle atención, el hombre reaccionó de forma violenta, obligándola a abandonar la vivienda mientras profería amenazas suicidas. Alarmada por la situación, la profesional dio aviso inmediato a los servicios de emergencia.
Al llegar una patrulla de la Guardia Civil al lugar, el anciano abrió la puerta empuñando un revólver y advirtió que dispararía contra cualquier persona que intentara impedirle llevar a cabo su propósito. Ante la gravedad de la situación, se activó el protocolo de actuación para casos con riesgo suicida y presencia de armas, movilizando al Grupo de Reserva y Seguridad (GRS) y a un negociador especializado desplazado expresamente desde Palma en el helicóptero de la Benemérita.
Durante las primeras horas, los intentos de establecer comunicación directa resultaron infructuosos. El hombre, que no habla español, no respondía a los requerimientos ni atendía al teléfono. Según fuentes próximas a la investigación, el varón presenta un cuadro de estrés postraumático con secuelas relacionadas con su participación en un conflicto bélico, lo que habría contribuido a su estado emocional alterado.
Ante la barrera idiomática, los agentes lograron establecer contacto telefónico con una nieta del afectado, residente en Portugal. Con su colaboración, se le transmitió al anciano que un negociador de la Guardia Civil se encontraba en el lugar con el único objetivo de ayudarle. La implicación emocional de la nieta resultó clave para calmar parcialmente al hombre y facilitar una vía de comunicación indirecta.
Tras una tensa espera y varias tentativas, el anciano accedió finalmente a mantener una breve conversación con el negociador, a través de la puerta y bajo la protección del personal del GRS. En un momento determinado, el hombre abrió la puerta mostrando sus manos vacías en señal de rendición. Los agentes actuaron con rapidez y profesionalidad, logrando reducirlo sin necesidad de recurrir al uso de la fuerza.
Una vez asegurado el entorno, el varón fue examinado in situ por un equipo médico, que decidió su traslado urgente al hospital para una evaluación psiquiátrica completa. Servicios sociales han solicitado su ingreso en una residencia especializada, donde podrá recibir atención continuada y tratamiento adecuado para su estado mental.
Desde la Guardia Civil se ha destacado la importancia de la intervención coordinada entre los distintos cuerpos y servicios implicados, así como la sensibilidad y el rigor con los que se abordó una situación altamente volátil. El caso ha sido puesto en conocimiento de las autoridades judiciales y sanitarias, que seguirán su evolución en las próximas semanas.
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