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Construcciones Llull Sastre, líderes en el sector de la obra pública y la promoción privada

Bernardo Llull Bibiloni es el consejero delegado de esta compañía familiar que nació en 1934

"Damos prioridad al trabajo bien hecho, a la seriedad con eficacia, antes que a los resultados"

El libro 'Empresarios con Valor II', editado por ASIMA, recoge la trayectoria de Construcciones Llull Sastre

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Bernardo Llull Bibiloni, tercera generación de la empresa. ASIMA

El origen de la empresa Llull Sastre S.A. se remonta a los años 30, concretamente a 1934, con un trabajo de construcción clave para la historia de Mallorca, la carretera de Sa Calobra, conseguido por el buen hacer de una plantilla reducida de margers de Selva, bajo la tutela del abuelo de Bernardo Llull, actual consejero delegado de la compañía.

Construyeron la carretera, sin apenas utilizar maquinaria pesada, trabajando de sol a sol y durmiendo allí. Sólo regresaban a su pueblo los fines de semana para descansar un poco y afilar las herramientas, con las que obtenían el material allí mismo, mediante pequeñas voladuras de dinamita. A base de pico y martillo consiguieron las piedras para construir los muros en el trazado tan sinuoso de la carretera y en los túneles de acceso al Torrent de Pareis.

El libro Empresarios con Valor II, editado por ASIMA, recoge la trayectoria de Construcciones Llull Sastre, una empresa familiar de más de 85 años de historia, con la tercera generación al frente.

Con la construcción de la carretera a Sa Calobra nació esta compañía mallorquina que actualmente es una de las líderes en el sector de obra pública y promoción privada.

La posguerra fue una época muy dura y la actividad económica era prácticamente inexistente. El país entero estaba instalado en la economía de subsistencia. No obstante, hicieron algunos proyectos dentro del sector público en el marco de los planes estatales de vivienda.

Bernardo Llull sitúa el despegue de la empresa a mediados de los años 50. Empieza el boom turístico impulsado por el Plan de Estabilización de 1959 que liberaliza la economía y sienta las bases del crecimiento. Con la incorporación en la empresa de su padre Gabriel, en el año 1956, y más adelante la de su tío Lorenzo se consigue crecer, trabajando en la obra pública y en el sector privado. Juntos constituyeron en 1968 lo que es hoy Construcciones Llull Sastre S.A.

Bernardo Llull Bibiloni (Selva 1960) entró en la empresa familiar en 1982 y lo hizo compaginando sus estudios de Ciencias Empresariales. «Me
incorporé con tanta ilusión y orgullo que quedé adicto al trabajo», recuerda en el libro. Y cuenta que en esa época trabajaban mucho «en la costa, en la construcción de paseos marítimos, regeneración de playas, múltiples contratos de mantenimiento y promociones, no solo en Palma, también en zonas de segunda residencia».

En 1986 ocurrió algo inesperado. Su padre, Gabriel, falleció de repente: «Fue un duro e inesperado golpe tanto familiar como empresarial. Continuamos luchando. Yo me centré en la obra pública y mi tío Lorenzo en las promociones privadas. La empresa iba creciendo, entramos en la participación y explotación de algunos establecimientos turísticos, también apostamos por la participación en diferentes sociedades relacionadas con el sector de la construcción», relata en el libro.

«La incorporación del hijo de Lorenzo, mi primo Bernardo Llull Seguí, en 1991, resultó de una gran ayuda para una empresa que se consolidaba. Que estaba preparada para crecer con la adquisición de terrenos para nuevas promociones». Afirma que su primo y él cuentan con una participación cada uno del 50% de la empresa y constituyen la tercera generación.

Para esta empresa familiar, el activo más importante son los trabajadores. Por ello siempre han apostado por la promoción interna y dar estabilidad a las plantillas. Bernardo Llull destaca la labor del director Pedro Martín Pazos durante los últimos veinte años. Gracias al esfuerzo y trabajo de este equipo, la empresa se ha posicionado como puntera en Baleares.

Son más de 85 años de historia en los que la compañía ha vivido la Guerra Civil, la posguerra, las guerras mundiales, la liberalización económica, la crisis del petróleo… y ha conseguido mantenerse a flote, lo que demuestra gran profesionalidad y tesón.

La salida de la crisis económica del 2011, la peor de los últimos tiempos, supuso todo un reto para Construcciones Llull Sastre. La clave para sobrevivir fue, según Bernardo Llull, «saber adaptarse a las necesidades del mercado».

Villas de lujo y reformas hoteleras

La empresa supo amoldarse al mercado orientándose a la construcción de viviendas unifamiliares de lujo para una clientela no nacional, sobre todo, escandinavos, alemanes e ingleses. Las villas de alto standing han tenido una gran demanda, comercializándose muchas de ellas en el extranjero, y con un cliente repetidor que reinvierte su venta en un nuevo producto de mejor calidad. «También es importante la buena comunicación que tenemos en Mallorca con estos países, con muchos vuelos semanales a los principales aeropuertos europeos», reconoce.

La segunda decisión fue explorar las posibilidades que había en el sector de  las reformas hoteleras. El sector turístico no estuvo tan sacudido por la crisis como otros y se abrió un campo nuevo porque los hoteleros decidieron hacer obras de mejora, ampliar su capacidad aprovechando las facilidades de la administración y la construcción de nuevos hoteles, principalmente con la rehabilitación y adaptación de antiguos edificios, tanto el centro de Palma como en antiguas possessions a las que se quería dar un uso de alojamiento turístico o de alquiler.

Esta salida de la crisis no estuvo exenta de dificultades: «La larga crisis iniciada en 2011 nos pilló de lleno. Tuvimos que tomar arriesgadas decisiones para conseguir mantenernos a flote. Salimos adelante gracias a que en años anteriores reinvertimos beneficios en la propia empresa», señala este empresario.

Bernardo Llull deja claro que si han llegado donde están ahora ha sido gracias a su equipo, cuidando y escuchando a sus trabajadores y colaboradores que siempre han cobrado puntualmente, «cumpliendo nuestros compromisos, tomando decisiones y únicamente pensando en el bien de la empresa, decisiones con la cabeza, no con el corazón. No haciendo lo que uno quiere y siendo empresario las 24 horas del día, lo que te obliga muchísimas veces a dejar a la familia en segundo término».

Grandes obras públicas

Construcciones Llull Sastre ha participado directamente o a través de UTE en la ejecución de grandes obras públicas, como la nueva sede de Endesa, las nuevas estaciones marítimas de Alcúdia, Ibiza y Ciutadella, trabajos en la línea del tren Sineu-Manacor, aparcamiento de Antonio Maura, innumerables calles de la ciudad de Palma, como Olmos, San Miguel, Paseo Mallorca, Jaime III, El Borne y Paseo Sagrera. Años atrás, con el dragado de la ensenada de Can Barbará y el embellecimiento del Paseo Marítimo, se construyeron cinco relojes de sol diseñados por el ingeniero Rafael Soler, entre ellos, el más espectacular que es cilíndrico del Moll Vell.

Esta compañía familiar ha construido infinidad de viviendas, hoteles para grandes cadenas turísticas y de gran lujo como el Hotel Castell Son Claret, hoteles de 4 y 5 estrellas para Pabisa en la Playa de Palma, el Hotel Llorenç en el casco antiguo de Palma y en Sa Bastida, Hotel rural también de 5 estrellas. En los últimos cinco años ha construido más de una treintena de villas de súper lujo.

Asimismo, añade que una empresa para rehabilitar un edificio catalogado tiene que tener la calificación de contratistas y Llull Sastre es una de las pocas empresas de las islas que tiene esta habilitación, conseguida por haber ejecutado con anterioridad muchos trabajos de este tipo.

Explica que en Construcciones Llull Sastre «dan prioridad al trabajo bien hecho, a la seriedad con eficacia, antes que a los resultados. Siendo prioridad absoluta la satisfacción del cliente».

Nunca imaginó las terribles consecuencias derivadas de la pandemia de coronavirus: «Hemos mantenido nuestra actividad sin aplicar ningún ERTE pero costará salir de la situación económica que se está sufriendo», concluye.

Construcciones Llull Sastre participa en diferentes Asociaciones, Fundaciones, tiene convenios de colaboración para la formación de jóvenes universitarios y para la integración de personas con discapacidad intelectual.

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