Montero obvia los escándalos del PSOE

El PSOE andaluz celebra un acto para homenajear a Montero por «abominar la corrupción de las chistorras»

Montero se blinda entre halagos en el PSOE-A y evita hablar de la corrupción y del acoso sexual

El PSOE andaluz homenajea a Montero sin mencionar los escándalos que sacuden al partido

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Borja Jiménez

El PSOE de Andalucía (PSOE-A) ha vuelto a demostrar su admirable destreza para fingir orgullo socialista en medio del lodazal de corrupción y escándalos de acoso sexual que asfixian al partido. Con los fieles escuderos de María Jesús Montero desfilando por las prisiones españolas -Santos Cerdán, por quien llegó a poner «la mano en el fuego», y José Luis Ábalos, ex ministro de Fomento-, el PSOE andaluz ha celebrado este jueves un acto de entrega de premios organizado por la Fundación Andalucía, Socialismo y Democracia, presidida por el ex presidente de la Junta Rafael Escuredo, quien se ha encargado de blanquear la figura de Montero, que aplaudía con entusiasmo.

Durante su intervención, Escuredo ha elogiado a la actual ministra de Hacienda con frases cuidadosamente diseñadas para intentar aislarla del fango judicial y político que envuelve a todo su entorno político. Y no sólo aislarla, los socialistas, capaces de todo, han tenido la valentía de aplaudirla: «Gracias, María Jesús, por ser alguien que abomina la corrupción, venga de las chistorras o de las piñatas», ha afirmado Escuredo, en referencia velada a los escándalos que afectan a figuras clave del sanchismo.

«Gracias, María Jesús, por ser alguien que abomina la corrupción, venga de las chistorras o de las piñatas»

El ex presidente ha ido más allá, arremetiendo contra el PP, al que acusa de ser «el partido más corrupto de la historia de España», por señalar al Gobierno de Pedro Sánchez por su cercanía con los casos de corrupción: «Cuando algunos dicen que el Presidente del Gobierno y que todo el Gobierno es corrupto, yo les digo: no hay mayor vileza y mayor desvergüenza para que sea el partido más corrupto de la historia de España el que se permita ese tipo de licencias».

Con ese argumento, desde el atril, Escuredo ha agradecido a Montero su «discurso de honradez» y su papel en la tramposa propuesta de quita de casi 19.000 millones de euros de deuda para Andalucía: «Gracias, María Jesús, por mantenerte en un discurso de honradez, de limpieza… y en un discurso que es capaz de ofrecer una quita de la deuda a Andalucía». Momento en el que, de nuevo, ha cargado contra los populares asegurando que Juanma Moreno ha decidido «anteponer los intereses del PP a los intereses generales de Andalucía».

Los premios que se autocondecen los socialistas han recaído en la presidenta del Consejo de Estado, Carmen Calvo; el rector de la Universidad Pablo de Olavide (UPO) de Sevilla, Francisco Oliva; la presidenta de la Fundación José Saramago, Pilar del Río, y el periodista y analista político Javier Aroca.

Montero, como si nada

Por supuesto, cabe mencionar, aunque a pocos sorprenda a estas alturas, el silencio absoluto de Montero sobre los casos que han sacudido a su partido en las últimas semanas. Ni una palabra sobre las denuncias de acoso sexual contra el ex asesor de Moncloa Francisco Salazar, ni sobre los supuestos mensajes humillantes del líder del PSOE de Torremolinos, Antonio Navarro, a una compañera de partido.

Lejos de abordar la crisis interna, María Jesús Montero ha centrado su discurso en el andalucismo y en su proyecto político. Ha comenzado recordando a Manuel José García Caparrós y ensalzando la figura de Rafael Escuredo como referente del PSOE-A. «Encarnó la ambición, la esperanza y la confianza en que los andaluces podíamos vivir mejor», ha afirmado.

«Entre todos haremos que sea la próxima presidenta de la Junta».

Montero ha reivindicado el andalucismo como «una fuerza de progreso», ha acusado a la derecha de «anestesiar» a la población con conformismo y ha anunciado que, si llega a la Presidencia de la Junta, su prioridad será «arrancar la máquina de la igualdad». En su discurso no ha faltado la promesa de un «nuevo andalucismo» para recuperar el desarrollo del Estatuto de Autonomía y la promesa de una financiación «histórica» para Andalucía de la mano de Pedro Sánchez.

La secretaria general del PSOE-A ha elogiado a los premiados del acto, ha glosado la figura de Carmen Calvo como referente feminista, ha reivindicado el acento andaluz como seña de identidad y ha terminado proclamando que «entre todos haremos que sea la próxima presidenta de la Junta». Todo, sin una sola mención a los escándalos que salpican a su partido ni a las víctimas que han denunciado el silencio institucional.

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