ANDALUCÍA

Okupa el piso de una enferma de Parkinson en Sevilla y pide que no le desalojen por ser «vulnerable»

El okupa alquila el piso a turistas en plataformas de internet

La víctima lleva un año y medio esperando a que actúe la justicia

okupa Sevilla
Ángel Moya

Un okupa que se quedó con la vivienda de una enferma de Parkinson en Sevilla pide al juez que pare el proceso de desalojo porque se encuentra en una «situación de vulnerabilidad». El okupa asegura que tiene familia y está desempleado desde la epidemia de Covid de 2020, pero no convive con su hijo, ni siquiera ha demostrado que tenga la custodia. Lo que sí ha hecho es alquilar la vivienda de la víctima a través de Airbnb a turistas que visitan la ciudad andaluza.

Bajo el pseudónimo de Richard, el delincuente caradura ha estado alquilando las habitaciones de la vivienda okupada a 40 euros a turistas, también la vivienda completa. Entretanto, la Policía detuvo al hermano de la víctima, también propietario de la vivienda, cuando intentó desalojar al parásito. Hace un año y medio que las víctimas siguen esperando a que actúe la justicia.

Ahora que por fin el proceso de desahucio va a llegar a su fin, Francisco J., ha solicitado al juez que suspenda el desalojo y lo demore hasta diciembre de 2024 por encontrarse en «situación de vulnerabilidad». El mismo juzgado, el número 24 de Sevilla, ya desalojó al okupa de otra vivienda del mismo rellano del edificio, en concreto del piso de enfrente al que ahora okupa ilegalmente.

La defensa de la víctima ha reaccionado fulminantemente oponiéndose frontalmente a la suspensión del desahucio, denunciando que el okupa que «intenta beneficiarse de la cobertura dada por el Real Decreto Ley 11/2020 de 31 de Marzo, con el único objetivo de permanecer el máximo tiempo posible de manera contraria a Derecho en la vivienda».

Recuerda la defensa que ejerce el abogado Manuel Huertas que este okupa de Sevilla no cumple en ningún caso ninguno de los requisitos legales para que se suspenda el procedimiento de desahucio y de lanzamiento. En primer lugar, ni siquiera se trata de un asunto de impago porque el okupa irrumpió de forma ilegal en el piso de la víctima. En segundo lugar, el denunciado no tiene dependientes a su cargo ni tampoco menores porque «ni siquiera ha acreditado que conviva con el hijo cuyo DNI ha aportado, sin acreditar siquiera que tenga la guardia y custodia del menor. El okupa tampoco es víctima de violencia de género y la dueña enferma de Parkinson no tiene más de diez viviendas en propiedad. De hecho, ningún vecino ni testigo confirma que el okupa conviva con ese menor, ni ahora, ni cuando okupaba el piso de enfrente al que okupa actualmente.

Informaciones de OKDIARIO

Además, el letrado vuelve a recordar a la autoridad judicial que el okupa de Sevilla lleva disponiendo de la vivienda de la víctima desde hace más de un año y medio. En ese tiempo el okupa se ha dedicado a alquilar la vivienda de su víctima a turistas, especialmente durante la Feria de Sevilla y otras fechas festivas.

Precisamente, el escrito de la víctima ante el juez solicitando que no detenga el desahucio, incluye varias informaciones de OKDIARIO donde se relataban todos los detalles que rodean el caso con capturas de los anuncios que el okupa ponía en las plataformas de alquiler de vivienda ofreciendo el piso de la mujer enferma a 40 euros la habitación o a 100 euros día el piso completo.

Así relataba la situación Laura, la víctima, a OKDIARIO: «Ahora resulta que ha empezado a alquilarlo por una plataforma y los vecinos me avisan que lo tuvo alquilado para toda la Feria de Sevilla. Además, también me advierten que está alquilando la plaza de garaje, así que tuve que ponerle un cepo».

Laura le llama a las cosas por su nombre: «Bueno, este señor tiene varios anuncios puestos en la plataforma, todos ellos anunciando mi piso. O sea que no sólo está ocupando mi piso sino que además se está lucrando. Además, por lo que veo en las fotos me faltan muebles y no sé si los habrá vendido o qué es lo que habrá hecho».

Contrato falso

El letrado de la víctima apunta también que el mismo juzgado que lleva el caso, ya desalojó al mismo okupa cuando estaba en la misma situación okupando el piso de enfrente.

Recuerda también, que cuando la mujer enferma de Parkinson y su hermano pusieron la primera denuncia al okupa, éste esgrimió un contrato de alquiler falso para detener el desahucio inminente.

Añade el escrito de la víctima que «es incierto que la situación Covid 19 le haya hecho imposible cumplir con su obligación de pago», porque okupó la vivienda casi en el año 2021 y además estaba en las misma situación que ahora, cobrando una pensión desde el año 2005.

Los vulnerables son los dueños

Termina el letrado con una exposición contundente: «La situación de vulnerabilidad que no acredita el demandado, sí que la padecen por el contrario mis mandantes, agravada además por la ilegal “okupación de su vivienda que viene perpetrando aquél desde hace año y medio».

Y lo argumenta acreditando que las víctimas  y propietarios de la vivienda okupada reciben ayudas en forma del Bono Social Eléctrico por vulnerabilidad social, que además han tenido que pagar un alquiler durante todo este tiempo que el okupa se ha quedado con su piso y que además los propietarios sí están desempleados y reciben la prestación de desempleo.

Todo esto además de que la propietaria sufre un estado avanzado de enfermedad de Parkinson y su hermano, el otro propietario de la vivienda está discapacitado por culpa de haber sufrido un ictus.

Será el Juzgado de Instrucción número 24 de Sevilla el que decida en el menor tiempo posible sobre la situación.

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