Elecciones Andalucía 2022

Moreno se gusta como presidente, Olona y Marín le tiran los tejos y Espadas se resigna a la oposición

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Joan Guirado

En política todos los detalles cuentan. Nada se deja al azar. Decenas de asesores y empresas externas se encargan de medir, prácticamente al milímetro, el lenguaje verbal y no verbal de los candidatos en unas elecciones: las palabras, los gestos, el vestuario… en el primer debate de la campaña se han visualizado varios de ellos. Los dos primeros se han observado minutos antes del arranque de la emisión del programa, que se ha emitido en toda España a través de Televisión Española.

A la llegada de los candidatos, que se ha producido con unos minutos de retraso respecto al horario previsto, con una ligera alteración en el orden -Juan Marín ha llegado antes que Macarena Olona-, y dos de las aspirantes -Teresa Rodríguez e Inmaculada Nieto- cada una de ellas en un taxi, se ha desvelado el vestuario de cada uno. Un lenguaje no verbal clave.

El actual presidente de la Junta y candidato a la reelección por el PP -él ha dado por hecho de que seguiría siéndole, afirmando que «las críticas me servirán para mejorar-, Juanma Moreno, ha sido el único de los hombres en vestir con traje y corbata. Imagen presidencialista, de formalidad y con la voluntad de transmitir seriedad. Y no ha elegido un color cualquiera. El verde de la bandera andaluza. Juan Espadas y Juan Marín, con vestido azul marino y camisa blanca y azul clara respectivamente, optaban por un look más informal. De oposición.

Ellas, mayoritariamente, se han decantado por colores claros. Inmaculada Nieto -con un traje de pantalón y chaqueta blanco y una camiseta morada- y Macarena Olona -con una camisa blanca y un pantalón negro- han elegido para la parte más visual en pantalla un color neutro, que también forma parte de la bandera de la región. Teresa Rodríguez, por su parte, ha optado por una composición floreada con tonos naranjas y blancos.

La primera imagen de todos juntos, minutos antes del arranque y en directo por el Telediario, ha sido la de la foto de familia. Aquí se ha producido otro de los detalles importantes en el espacio de la izquierda progresista. Aunque la candidata de Por Andalucía, Inmaculada Nieto, y la ex candidata de Podemos y líder de Adelante Andalucía estaban de lado, por sorteo, la primera se ha desmarcado todo lo posible. Dejando una evidente distancia de su principal rival.

Con el programa ya en marcha, los detalles se han observado sobre todo en los mensajes. El actual presidente, el más bregado en el terreno político, ha mantenido un posado serio, con mucho movimiento de manos y mirando a sus compañeros cuando se dirigía a ellos pese a ser el minuto inicial. Una voluntad clara de transmitir que, él, iba a jugar limpio. Aunque durante el resto del programa ha pasado de ellos, que se note que es el que manda. Muy distinto a Espadas, que ha hablado del pasado, reivindicando el orgullo de las siglas del PSOE y criticando al PP.

Marín -que no quiere que la candidata de Vox le quite el ser la muleta del PP- y Olona se han dirigido principalmente a los electores. Mirando directamente a cámara. Aunque la candidata de Vox también se ha dirigido a sus rivales de la izquierda radical con un mensaje claro tras la polémica por su empadronamiento en Granada: «Soy de alicante, española y me llaman emigrante alicantina». También ha repartido contra «los políticos de la cocaína y los burdeles». Aunque en su segunda intervención ya ha centrado sus dianas contra Vox.

Inmaculada Nieto y Teresa Rodríguez han ido directamente a por sus votantes. Con mensajes apelando a las políticas más progresistas. Con recuerdos hacia las mujeres y sus derechos. En el caso de la líder de Por Andalucía, una coalición de la que forma parte el partido por el que se presentó Rodríguez hace cuatro años, ha gastado parte del tiempo en presentarse ella y los partidos que la apoyan. Para que no queden dudas. Y ha tenido uno de los principales errores de principiante como orador: equivocarte y quedarte en silencio.

El tono conciliador del presidente y candidato del PP, Juanma Moreno, ha contrastado al frente contra él de todos. Ha estado cómodo. Entre otras cosas porque, en esta ocasión, Vox y el PSOE también eran protagonistas principales del resto de candidatos. Y aunque ha intentado dar respuesta a todo, Moreno, en ocasiones, se ha hecho el sueco. Ha sido el primero en sacar papeles con datos que eran legibles.

Juan Espadas -que ha proyectado una imagen de jefe de la oposición más que de candidato a la presidencia- y Macarena Olona -que no ha abandonado su tono intenso- han optado por un discurso más frentista y virulento contra el presidente. Marín, casi desaparecido -aunque se ha ido creciendo a medida que avanzaba el debate-, ha defendido la gestión del gobierno del que ha formado parte. Las dos candidatas de la izquierda radical, Nieto -que incluso le ha pedido un autógrafo a Juanma Moreno- y Rodríguez, se tenían a ambas como objetivo. Aunque también han disparado contra Moreno, Espadas y una Olona que ha recibido por parte de todos.

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