Una menor da una paliza a una chica con autismo en Algeciras y sus amigas la jalean: «¡Dale fuerte!»
La Fiscalía de Menores se ha hecho cargo del caso, aunque la presunta agresora, de 13 años, es inimputable
Una chica de 13 años ha sido denunciada por dar una paliza a una adolescente con autismo de 16 años en Algeciras (Cádiz) mientras sus amigas alentaban la agresión y grababan la escena en un vídeo que posteriormente difundieron en redes sociales. La Fiscalía de Menores ha archivado las diligencias contra la agresora por ser inimputable.
El suceso tuvo lugar en los bajos de una vivienda en la barriada de San Bernabé. La víctima salió a pasear con unos amigos y se encontró con otro grupo de chicas, que la agreden primero verbal y luego físicamente. «Me llevo riendo de ti toda tu p*** vida», le dice la agresora, que está acompañada por otras dos amigas, una que graba y otra que jalea. La chica de 13 años comienza a dar patadas y puñetazos a la víctima. «¡Dale, Sofía, dale fuerte una patada! ¡Tírala al suelo!», grita una acompañante entre risas. «¡Que me meo!», se oye. «Ya basta», dice la menor con autismo, que también es arrastrada por el suelo mientras le tiran del pelo. «¡Rómpele la camiseta! ¡Animadla, coño!», se escucha.
🔹Brutal paliza a una niña con autismo en Algeciras
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— Mañaneros (@MananerosTVE) September 26, 2024
Aunque han trascendido esta semana, los hechos sucedieron el pasado 25 de julio, según han confirmado a Efe fuentes del despacho del abogado que representa a la familia de la víctima. La denuncia se presentó el 7 de agosto ante la Policía, cuando la madre vio el vídeo y logró que la menor contara lo que había sucedido.
La Fiscalía de Menores abrió diligencias contra la presunta agresora, pero fueron archivadas por ser menor de 14 años, y por tanto, inimputable (la Ley no les exige responsabilidad penal). Aún quedan abiertas las diligencias contra sus dos amigas, que son mayores de 14 años y menores de 18. El abogado de la familia ha asegurado que el vídeo (difundido en TikTok, de donde ya ha sido eliminado tras hacerse viral) será aportado como prueba para que el caso no quede impune.
La madre de la víctima ha contado que su hija «llegó a casa llorando, con un ataque de ansiedad, diciendo que una niña le había tirado del pelo y ella se había defendido». «Sólo me cuenta eso, nada más. Más tarde me entero de que hay un vídeo circulando y veo que la realidad es mucho más grave», ha señalado en declaraciones a Canal Sur. «Fue engañada por un grupo de chicas para quedar y hacer las paces. Le dijeron que la agresora iba a hablar con ella pero no le iba a hacer nada. Los moratones se pasan pero el daño psicológico sigue», ha relatado.
Por su parte, la madre de la agresora ha asegurado que la chica está «profundamente arrepentida» y que toda la familia está «viviendo una pesadilla» tras lo ocurrido. «Cuando se enteró me dijo que no se reconocía. Está desconsolada. Mi hija no es una matona», ha confesado en declaraciones a Telecinco.
«Es inaceptable»
En una nota de prensa hecha pública este jueves, la Confederación Autismo España, la Federación Autismo Andalucía y la Asociación Autismo Cádiz han expresado su «profundo rechazo» por las «terribles imágenes» de la agresión. «Apelamos a la ciudadanía para que se acerque al autismo y conozca mejor la condición, la realidad y las necesidades de las personas que la presentan», han señalado.
También se ha pronunciado sobre los hechos el colectivo comarcal de afectados por trastornos del espectro autista, que este miércoles expresaba en una nota de prensa su «máximo apoyo y solidaridad» hacia la víctima de la agresión y su familia.
La Asociación Asperger-TEA Campo de Gibraltar ha afirmado que esta agresión representa «una dramática muestra de la hostilidad e insensibilidad que, lamentablemente, las personas neurodivergentes y los menores con necesidades educativas especiales en general siguen padeciendo en nuestra sociedad».
Los hechos «evidencian la necesidad urgente de seguir trabajando en la concienciación y sensibilización, tanto en los centros educativos como en el entorno social en general, para construir una sociedad más inclusiva, empática y respetuosa con la diversidad». «Es inaceptable que, en pleno siglo XXI, las personas con condiciones como el Asperger y otras manifestaciones del Trastorno del Espectro Autista (TEA), así como cualquier otro síndrome o afección, continúen siendo objeto de actos violentos y discriminatorios», concluyen.