Confederación de Empresarios de Ceuta (CECE)

Los empresarios de Ceuta denuncian que España «negocia» con Marruecos de forma «ridículamente sumisa»

Con las aduanas comerciales aún sin fecha de apertura, la presidenta de la CECE lamenta la "pasividad" del Gobierno

Los empresarios de Ceuta denuncian que España «negocia» con Marruecos de forma «ridículamente sumisa»
Un camión de mercancías cruza por la aduana de Ceuta.
David García de Lomana

En su intento por asfixiar económicamente a Ceuta y Melilla, Marruecos lleva años dando la espalda a las dos ciudades autónomas. Cerró unilateralmente las fronteras en pandemia y las reabrió cuando quiso, pero dos años después todavía mantiene el bloqueo de las aduanas comerciales. Cuando Sánchez decidió plegarse ante Mohamed VI y entregar el Sáhara, se dio por cerrada la crisis bilateral y se retomaron las negociaciones para normalizar la circulación de personas y mercancías, pero las promesas del Gobierno, para desesperación del tejido empresarial, no se han cumplido.

La presidenta de la Confederación de Empresarios de Ceuta (CECE), Arantxa Campos, ha denunciado en una entrevista a OKDIARIO la «postura ridículamente sumisa» que adopta España cada vez que se sienta a negociar con Marruecos para abordar la situación. Si un marroquí gasta su dinero en Ceuta se le requisa la compra antes de volver a su país, ya sea un bolso o un yogur, todo ello ante la «pasividad» y «falta de respuesta» del Gobierno.

De momento, las propuestas de la CECE están enfocadas al desarrollo tecnológico y económico de las empresas locales sin mirar a Marruecos. Sobre la crisis migratoria y su impacto en la fuga de empresas, «la vida en Ceuta sigue su curso normal», recalca Campos. «Estas crisis distorsionan la imagen de Ceuta, pero no reflejan la vida cotidiana ni la estabilidad empresarial en la ciudad».

PREGUNTA.- Para situarnos, ¿cuál es el panorama actual en la aduana comercial de Ceuta y desde cuándo es así?

RESPUESTA.- Como Ceuta no forma parte de la Unión Aduanera, dispone de una aduana comercial para entrada y salida de mercancías hacia y desde la Unión Europea (UE). Respecto a Marruecos, y a diferencia de Melilla, nunca existió aduana comercial con ese país. Ello a pesar de haberse concertado su apertura en la Reunión de Alto Nivel (RAN) que mantuvieron en Rabat el presidente Pedro Sánchez y el rey de Marruecos, que fue uno de los principales acuerdos tras el cambio de postura española respecto al Sáhara Occidental.

P.- ¿La situación de los turistas de Marruecos es igual que antes de la pandemia?

R.- No, la situación ha cambiado considerablemente. Actualmente, Marruecos no respeta el Régimen de Viajeros en la frontera, lo que significa que a los turistas marroquíes se les confiscan las compras realizadas en Ceuta al cruzar de vuelta. Antes de la pandemia, miles de turistas marroquíes veían en Ceuta un destino atractivo para hacer compras, complementando sus vacaciones en la zona norte del país. No hay que olvidar que esta región es un área vacacional para la clase media-alta marroquí, y la oferta comercial de Ceuta, tanto en variedad como en precios, no tiene comparación con la de Marruecos. Esta situación ha afectado negativamente al flujo de turistas provenientes de Marruecos.

Varios vehículos en el paso fronterizo de España y Marruecos en Ceuta. (Foto: EP)

P.- ¿Cómo afecta el bloqueo económico de Marruecos al tejido empresarial y comercial de la ciudad?

R.- El norte de Marruecos se abastecía en gran medida de Ceuta ya que sus ciudadanos compraban aquí, utilizaban nuestros servicios y encontraban oportunidades laborales que no tenían en su región, porque además, en virtud de una excepción al Tratado de Schengen, antes podían entrar sin visado. Las diferencias en productos, servicios y salarios entre un país de la UE y uno en vías de desarrollo como Marruecos son evidentes. Al final, son los ciudadanos marroquíes quienes más se han perjudicado. En Ceuta, el impacto ha sido menor: las empresas de comercio al por mayor han desaparecido y el comercio local se ha reestructurado y, aunque los marroquíes no entran con la facilidad de antes porque ya se exige visado, vienen compradores de Marruecos con su documentación correspondiente. El tema es político: España cumple sus compromisos respecto al Sáhara, la Operación Paso del Estrecho (OPE), las inversiones… mientras que Marruecos acuerda y no cumple ante la pasividad de España.

P.- Ni siquiera que Sánchez entregara el Sáhara a Marruecos ha servido para desbloquear la situación… ¿Cree que todo se resume en un pulso de Mohamed VI, que se niega reconocer la españolidad de Ceuta y Melilla?

R.- Mientras España no exija a Marruecos que cumpla los acuerdos, estos no se llevarán a cabo. Las reivindicaciones de Marruecos no se limitan al Sáhara, en la que España ha cedido; incluyen Ceuta, Melilla y puede que incluso Canarias en un futuro. Y el intento fallido de ahogar económicamente a Ceuta es una parte de su estrategia sin respuesta de parte española.

P.- Hasta el año pasado, Exteriores atribuía el retraso a razones «técnicas», pero la delegada del Gobierno reconoció en enero que la reapertura «sólo depende de Marruecos». ¿Llegará el día o lo dan ya da por imposible?

R.- En efecto, España dispone de las instalaciones adecuadas, el personal y la experiencia en el control del tránsito comercial. El día llegará cuando España reconozca que, para negociar con Marruecos, es necesario utilizar una estrategia firme y no simplemente esperar a ver qué sucede. La posición de España en las negociaciones y sus consecuencias es ridículamente sumisa.

P.- A ello se suma el aislamiento de la toda la provincia de Tetuán, que linda con Ceuta.

R.- La provincia de Tetuán ha sido duramente afectada. Las noticias que llegan de esa región son trágicas, con muchos jóvenes intentando escapar por mar hacia Ceuta, enfrentándose a un destino incierto y, en muchos casos, perdiendo la vida en el intento de pasar a la Unión Europea. Ese aislamiento económico y social ha empujado a muchos a buscar desesperadamente una salida, porque antes de los problemas fronterizos actuales también muchos ceutíes pasaban a Marruecos, invertían en inmuebles y hacían sus compras allí.

P.- En este marco de nula reciprocidad en la frontera y promesas incumplidas, los empresarios ceutíes ven cercenadas sus aspiraciones. ¿Qué iniciativas y propuestas, apoyadas por la CEOE, quieren trasladarles?

R.- La realidad es que los empresarios ceutíes nunca han tenido demasiada confianza en que España hiciese cumplir los acuerdos con Marruecos. El pesimismo en nuestra política diplomática respecto a las relaciones con Marruecos es generalizado. Las expectativas son bajas, y las propuestas de la Confederación de Empresarios de Ceuta están enfocadas en el desarrollo tecnológico y económico de las empresas sin mirar a Marruecos de momento. Si alguna vez España hace cumplir los acuerdos, anulando en su caso los suscritos de nuestro lado, el norte de Marruecos volverá a desarrollarse y Ceuta contará con una vecindad positiva.

P.- En redes sociales ha circulado una imagen en la que el Carrefour de Ceuta anuncia que acepta el pago en dirhams. ¿La medida es reciente?

R.- El comercio no entiende de nacionalidades y cualquier medida que facilite el consumo, independientemente de la moneda, es bienvenida. La aceptación de dirhams es simplemente una iniciativa comercial para atraer a los clientes marroquíes y facilitar las transacciones. En lugar de una alfombra roja, es una estrategia para mantener competitividad y captar más clientela en un contexto difícil. Y aclarar que el comercio local siempre ha aceptado el pago en divisas de los extranjeros que nos visitan que luego pueden depositarse en las entidades bancarias existentes.

P.- ¿Cómo afecta a la creación de empresas la crisis migratoria en Ceuta? ¿Hay empresas que se van o que dejan de asentarse en la ciudad por este motivo?

R.- Lo que muchos medios no destacan es que, a pesar de la crisis migratoria en la frontera con Marruecos, la vida en Ceuta sigue su curso normal. La mayoría de los incidentes suceden lejos de la ciudad, especialmente en la parte marroquí de la frontera. La actividad empresarial y turística continúa con normalidad. De hecho, muchos visitantes ni siquiera son conscientes de la crisis a menos que sigan las noticias de cerca. En general, la preocupación principal debería ser intentar entender por qué tantos jóvenes marroquíes buscan desesperadamente abandonar su país, mientras el gobierno marroquí parece permanecer indiferente ante este problema que lleva años sin resolverse.

No tengo constancia de que alguna empresa haya abandonado Ceuta debido a la crisis migratoria. Las empresas que llegan a la ciudad suelen asentarse de manera definitiva. Sin embargo, es cierto que mientras no logremos generar más noticias positivas que negativas relacionadas con estos incidentes, será difícil que las empresas interesadas en invertir en Ceuta tengan una percepción fiel y precisa de la realidad de la ciudad. Las crisis migratorias distorsionan la imagen de Ceuta, pero no reflejan la vida cotidiana ni la estabilidad empresarial en la ciudad.

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