Un año de cárcel para la directora de una guardería de Almería por vejar y humillar a un niño de 3 años
La docente encerraba al pequeño en un cuarto oscuro y tenía una actitud "violenta e intimidatoria" con sus alumnos
El Juzgado de lo Penal nº 5 de Almería ha condenado a un año de prisión a la directora de una guardería de Oria (Almería) por vejar y humillar a uno de los alumnos del centro, al que encerraba en un cuarto oscuro mientras lloraba. El menor, de apenas tres años, acabó desarrollando miedo a la oscuridad y se atemorizaba ante otras personas.
La sentencia concreta que la acusada tenía bajo su tutela a niños de entre uno y tres años y, a partir de marzo o abril de 2019, mantuvo una «conducta violenta e intimidatoria» con los menores, «utilizando expresiones impropias frente a ellos y sometiéndolos a un trato incorrecto, inadecuado y vejatorio de forma reiterada».
De acuerdo a los hechos probados, esta conducta se extendió hasta el curso 2020/21, lo que provocó que los padres de los alumnos se quejasen ante el Ayuntamiento de Oria en septiembre de 2020, y que dos de ellos denunciasen lo ocurrido días más tarde.
La juez recalca que la docente hacía uso de su superioridad sobre los pequeños, incapaces de «repeler» su comportamiento y verbalizar a sus padres lo que sucedía. Según el fallo, la directora aprovechó el «espacio cerrado del aula» y la corta edad de uno de los niños para encerrarlo a oscuras sentado en una silla en un almacén cuando lloraba o estaba intranquilo. Lo hacía con la puerta «medio cerrada» y «aislado del resto de sus compañeros», lo que «desestabilizó» el desarrollo cotidiano de la vida del menor: el pequeño cogió miedo a la oscuridad, lloraba continuamente por la mañana, se atemorizaba ante otras personas y perdió el apetito y el sueño.
«De la conducta de la acusada, más allá de la absoluta falta de empatía con el pequeño, se desprende claramente que ocasionó al menor un trato de inequívoco contenido vejatorio y humillante, (…) generando sufrimiento y miedo en el niño», remarca la juez.
La acusada alegó en el juicio que ella hacía bien su trabajo y que su compañera quería su puesto de directora.
Un año de cárcel y 1.500 euros
El fallo la sentencia por un delito contra la integridad moral y le impone un año de cárcel (la Fiscalía pedía dos) y la inhabilitación para ejercer cualquier profesión u oficio relacionado con menores durante el tiempo de la condena, así como el pago de una indemnización de 1.500 euros por los daños morales ocasionados al pequeño.
La juez ha aplicado la agravante de abuso de superioridad y la atenuante de reparación de daño, ya que antes de la vista oral la procesada consignó en la cuenta del juzgado los 1.000 euros que se le reclamaban en concepto de responsabilidad civil.
La juez no considera probada otra acusación contra la docente, denunciada por la madre de una niña que presentaba unas «heridas simétricas» en la parte trasera de una pierna y cuya autoría imputaba a la directora del centro, dependiente de la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía. «La simple sospecha de la madre de la menor no se ha visto confirmada, ni siquiera mediante prueba indirecta o circunstancial», dice la magistrada, que absuelve a la acusada de un segundo delito contra la integridad moral.
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