Iglesias humilla a un Sánchez al que Rajoy mete toda la presión al cederle la iniciativa de la investidura

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El jefe del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy (Foto: Efe)

Mientras media España contenía la respiración, imaginando a Pablo Iglesias como vicepresidente del Gobierno, los principales dirigentes del PSOE escuchaban sus palabras con una mezcla de asombro e indignación.

Casi todos, salvo Pedro Sánchez, quien intentó bromear ante los periodistas: «Veo que ya me han nombrado a todos los ministros», dijo con cierta resignación. Era el único que parecía no darse cuenta de la situación imposible a la que le ha conducido el líder de Podemos.

Apenas una hora antes, Pablo Iglesias había lanzado su órdago ante las cámaras, rodeado de sus futuros «ministros». No sólo exigía ser el vicepresidente de un hipotético Gobierno presidido por Pedro Sánchez, sino que además reclamaba para Podemos el control de TVE y los principales ministerios clave: Economía, Defensa, Interior, Asuntos Exteriores y Educación.

Pablo Iglesias reclamó incluso crear un extravagante Ministerio de Plurinacionalidad, para ponerlo en manos del independentista Xavier Domènech, miembro del partido de Ada Colau En Comú Podem. Y se permitió ironizar sobre la broma del «destino» que ha colocado a Pedro Sánchez en manos de Podemos para ser presidente del Gobierno, recordándole que deberá estarle agradecido.

Pese a que los principales dirigentes del PSOE consideraron «humillante» e «insultante» esta oferta de pacto, no fue el socialista Pedro Sánchez , sino el presidente Mariano Rajoy, quien decidió horas después cambiar por completo el guión.

Por la tarde, tras la última reunión de su ronda de consultas con los portavoces de los grupos políticos, la Casa Real anunciaba que Rajoy había declinado el ofrecimiento del Rey Felipe VI a ser candidato a la Presidencia del Gobierno, al no tener los votos suficientes para presentarse a la sesión de investidura.

En rueda de prensa, el propio presidente en funciones y candidato del PP aclaró que no está en condiciones «todavía» de ser investido: no solo no tiene mayoría sino que hay una «mayoría absoluta» en su contra, la liderada por Pedro Sánchez con el respaldo de sus «socios» de Podemos.

Rajoy aclaró que seguirá trabajando para conseguir una mayoría de Gobierno, porque considera que la suya es la mejor opción para los intereses de los españoles. Mientras tanto, deja la ‘patata’ caliente a Pedro Sánchez para que intente cerrar su pacto de izquierdas.

En su rueda de prensa, Rajoy ha señalado que tomó la decisión de no presentarse por la mañana, cuando el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, anunció su apoyo a investir a Pedro Sánchez junto a Izquierda Unida-Unidad Popular, a cambio de la Vicepresidencia y los ministerios clave. Una propuesta que Rajoy ha asumido que en estos momentos «contaría con muchos más votos a favor» que la suya, y «sobre todo muchos menos votos en contra».

Rajoy gana tiempo para conseguir apoyos y vuelve a empezar en la casilla de salida, ya que la decisión no modifica los plazos previstos en la Constitución y el Reglamento del Congreso para formar Gobierno. Sólo empiezan a contar cuando se produzca la primera votación en la Cámara baja. La Carta Magna establece que el Rey «tras cada renovación del Congreso (…) y previa consulta con los representantes designados por los grupos políticos con representación parlamentaria, y a través del Presidente del Congreso, propondrá un candidato a la Presidencia del Gobierno».

El presidente en funciones tiene ahora como baza para ganar apoyos que Sánchez quiera romper España negociando con las fuerzas independentistas. De hecho, ya en rueda de prensa ha señalado que el Gobierno que pretende formar Sánchez, «no es moderado, ni centrado» porque propone una alianza con Podemos, con IU y con partidos catalanes como ERC, y «eso no le conviene a España». «Hay que intentar hacer gobiernos que no sean solo una suma de números, sino que tenga una cierta coherencia», ha reiterado.

Mientras Rajoy gana tiempo e intenta conseguir apoyos, Sánchez comenzará las reuniones esta semana con las distintas formaciones. El líder socialista tiene una enorme presión por parte de los suyos que ya en el último Comité Federal le obligaron a firmar unas líneas rojas. Sánchez tiene prohibido sentarse a negociar con los que quieren romper España y, de hacerlo, éstos tendrían que abandonar el derecho a decidir fuera de la mesa. Propuesta que en el caso de Pablo Iglesias no se cumple de momento.

Este viernes, el secretario general de la formación morada ya anticipaba que «por sentido común deben de hacer caso a los ciudadanos» que les hicieron ganadores en las pasadas elecciones catalanas. Como ya anticipó este diario, Sánchez ya tendría casi hecho el pacto a ‘espaldas’ de los barones. Un pacto que si incluye el apoyo o la abstención de fuerzas independentistas no va a gustar a los suyos cuando se reúnan en el próximo Comité Federal programado para el próximo 30 de enero.

El comunicado de Casa Real informa que Rajoy declina el ofrecimiento de Felipe VI

En la nota difundida, la Casa Real explica que durante la entrevista mantenida con Rajoy, el Jefe del Estado le ha ofrecido ser candidato a la Presidencia del Gobierno, oferta a la que ha renunciado.

«Don Mariano Rajoy Brey ha agradecido a su Majestad el Rey dicho ofrecimiento, que ha declinado», dice el comunicado.

Felipe VI emprenderá una nueva ronda de consultas con los partidos políticos a partir del próximo miércoles, antes de proponer oficialmente un candidato a la Presidencia. Según el comunicado de la Casa del Rey, Don Felipe ha pedido al presidente del Congreso, Patxi López, que el próximo lunes le facilite en una nueva audiencia la lista de los representantes designados por los partidos para acudir a esta nueva ronda.

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