Un informe científico cuestiona la eficacia de las vacunas compradas por España frente a las nuevas cepas
El estudio viene firmado por 33 científicos de la Universidad Rockefeller y del Instituto de Tecnología de California
Un informe científico publicado en la principal plataforma mundial de estudios sobre biología acaba de lanzar un jarro de agua fría sobre la eficacia de las vacunas en la lucha contra las nuevas cepas del coronavirus. Investigadores de la Universidad Rockefeller y del Instituto de Tecnología de California han unido fuerzas en un estudio preliminar que concluye con el siguiente mensaje: «[…] Es posible que las vacunas de ARNm deban actualizarse periódicamente para evitar una posible pérdida de eficacia clínica». Esas vacunas son las que ha adquirido por el momento España y las que se están usando ya en el proceso de vacunación actual.
La plataforma en la que se puede leer el estudio es el muy conocido portal científico BioRxiv. Se trata de un portal donde los investigadores cuelgan sus informes de forma preliminar para que puedan ser chequeados de inmediato por sus colegas. Este portal se presenta como «un servicio de distribución y archivo en línea gratuito para preprints inéditos». La gestión la lleva el Cold Spring Harbor Laboratory, una institución de investigación y educación sin fines de lucro. En la junta asesora figuran científicos de Harvard, UCLA la Universidad Rockefeller o la Sociedad Americana de Microbiología.
Se ha creado de modo que «los autores pueden poner sus hallazgos a disposición de la comunidad científica de inmediato y recibir comentarios sobre los borradores de manuscritos antes de enviarlos a las revistas» más prestigiosas.
El estudio en cuestión viene firmado por 33 científicos principalmente de la Universidad Rockefeller y del Instituto de Tecnología de California. Se titula «2 mRNA vaccine-elicited antibodies to SARS-CoV-2 and circulating variants». Se trata de un estudio aún preliminar, tal y como indica la propia plataforma: «BioRxiv está recibiendo muchos artículos nuevos sobre el coronavirus SARS-CoV-2. Un recordatorio: estos son informes preliminares que no han sido revisados por pares. No deben considerarse concluyentes, guiar la práctica clínica / comportamiento relacionado con la salud, o ser publicados en los medios de comunicación como información determinante».
Nuevas variantes del virus
Pero las primeras conclusiones, que deben aún ser confirmadas, no son optimistas. El estudio alude a las variantes del virus que se están descubriendo: las procedentes de las cepas británica, brasileña y sudafricana. Cepas en las que intervienen las “variantes de SARS-CoV-2 que codifican E484K o N501Y o la combinación K417N: E484K: N501Y”.
El texto del estudio señala que «de acuerdo con estos hallazgos, los anticuerpos monoclonales (mAb) provocados por la vacuna neutralizan potentemente el SARS-CoV-2». Pero señala que «sin embargo, la neutralización por 14 de los 17 mAb más potentes probados se redujo o anuló por las mutaciones K417N, E484K o N501Y». Y concluye que, “tomados en conjunto, los resultados sugieren que los anticuerpos monoclonales en uso clínico deben probarse contra variantes de reciente aparición, y que es posible que las vacunas de ARNm deban actualizarse periódicamente para evitar una posible pérdida de eficacia clínica».
El descubrimiento preliminar ha sido considerado de importancia por los propios investigadores, que ya anuncian en la propia publicación que «la Universidad Rockefeller ha presentado una solicitud de patente provisional en relación con este trabajo».
¿Y cuáles son las vacunas de ARNm? La Agencia Europea del Medicamento (EMA) aprobó el uso de las vacunas de ARN mensajero (ARNm) contra la COVID-19. Y las dos principales vacunas de este tipo son las que está usando España en su proceso de vacunación: la vacuna Comirnaty (Pfizer/BioNTech) y la vacuna de Moderna, ya autorizadas y comercializadas en toda la Unión Europea.
Un segundo estudio preliminar publicado en la misma plataforma científica alerta igualmente de problemas con las nuevas cepas del COVID. El segundo documento, donde predominan investigadores del Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson o de la Universidad de Washington, añade que «la evolución de SARS-CoV-2 podría perjudicar el reconocimiento del virus por la inmunidad mediada por anticuerpos humanos». Y añade que «las mutaciones que más reducen la unión de anticuerpos suelen producirse en solo unos pocos sitios”, el más importante de ellos, de nuevo, el E484, donde la neutralización por algunos sueros se reduce 10 veces por varias mutaciones, incluyendo uno en linajes virales emergentes en Sudáfrica y Brasil».
Hay que recordar que el PSOE y Podemos consideraron ya en noviembre una pérdida de tiempo el desarrollo de un estudio sobre las nuevas cepas del virus cuando se lo exigieron Vox y PP. La propuesta llegó al Congreso de los Diputados el 11 de noviembre. Aún no habían saltado a las portadas de los periódicos ni la variante británica, ni la sudafricana, ni la brasileña. Pero los científicos sí estaban ya preocupados por las distintas cepas del Covid.
La proposición no de ley fue impulsada por Vox.
En concreto, por sus diputados Macarena Olona y Juan Luis Steegmann. El PP se sumó a la iniciativa. El contenido no era otro que pedir el respaldo al Parlamento para exigir al Gobierno la realización de todo un estudio de seguimiento de las distintas cepas del virus ante la evidencia de que uno de los graves problemas que podían surgir con el Covid es su mutación. Y la petición logró el rechazo de los dos mismos partidos en el Gobierno que no han tenido celeridad en clausurar o incrementar los controles a tiempo de los vuelos procedentes de los países origen de las nuevas cepas.