‘Palomas Negras’: Keira Knightley, Navidad, Londres y mucha sangre para una serie entretenida
La serie ya ha firmado por una segunda temporada antes del estreno de la primera
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Este jueves 5 de diciembre se ha entrenado en Netflix Palomas Negras, un quiero y no puedo ser Killing Eve. Keira Knightley es la protagonista absoluta y productora de este thriller de espías que si bien no es un producto malo, se queda a medias en intenciones y tono. Con sus toques de humor que nunca llegan a ser lo mordaces que deberían ser, Palomas negras puede verse pero sin esperar demasiado de ella. La historia sigue a la esposa de un ministro inglés que es, en realidad, una espía encubierta (sí, su trabajo consiste, entre otras cosas, en tener hijos con un hombre al que no ama). Todo se complica cuando un amante de ella es asesinado. Ben Whishaw y Sarah Lancashire completan el reparto de una trama que es mucho menos compleja de lo que se puede esperar. Netflix, sin embargo, tiene tanta confianza en la serie que ya confirmó su segunda temporada antes incluso de estrenar la primera.
La serie está protagonizada por Keira Knightley (Expiación: más allá de la pasión, Orgullo y prejuicio, Love Actually), Ben Whishaw (Esto te va a doler, Paddington), Sarah Lancashire (Happy Valley), Andrew Buchan (Carnival Row), Adeel Akhtar (Engaños), Tracey Ullman (El show de Tracey Ullman), Finn Bennett (True Detective: Noche polar), Luther Ford (The Crown), Andrew Koji (Warrior), Kathryn Hunter (Andor, La tragedia de Macbeth), Sam Troughton (Chernobyl, Mank), Ella Lily Hyland (Golpe de revés, Silent Roar), Adam Silver (La diplomática, Los amos del aire), Ken Nwosu (Look the Other Way and Run), Gabrielle Creevy (In My Skin, Three Women) y Omari Douglas (Amor en Rye Lane, It’s A Sin).
Joe Barton (Giri/Haji: Deber/Deshonor, The Lazarus Project) es el creador, guionista y productor ejecutivo de la serie, producida por SISTER (Chernobyl, Esto te va a doler, El poder) y Noisy Bear.
Ambientada en Londres en plenas Navidades, Palomas Negras es una conmovedora historia de acción que gira en torno a la amistad y el sacrificio. La protagonista, Helen Webb (Keira Knightley), es una mujer perspicaz, pragmática, esposa y madre entregada… y espía de profesión. Durante diez años, ha estado filtrando los secretos de su marido, un político, a la misteriosa organización para la que trabaja: las Palomas Negras. Tras el asesinato de su amante secreto, Jason (Andrew Koji), su jefa, la enigmática Reed (Sarah Lancashire), recurre a un viejo amigo de Helen, Sam Young (Ben Whishaw), para que la proteja. Helen y Sam se lanzan juntos a una misión para investigar quién asesinó a Jason y por qué, lo que les llevará a descubrir una compleja red de conspiraciones que conecta el oscuro submundo londinense con una crisis geopolítica inminente.
No es la serie del año y tampoco lo necesita
Navidad, Londres y Keira Knightley. No, no es Love Actually (perdón por el chiste fácil), es la enésima historia de espías inglesa, eso sí, con la protagonista de Piratas del Caribe como estrella absoluta y demostrando, otra vez, que sólo tiene dos registros interpretativos, muy buenos, sí, pero sólo dos. Palomas Negras triunfará durante sus primeras semanas en Netflix pero se olvidará tan rápido como se consuma. No es una mala serie, es entretenida y tiene una creación de personajes secundarios absolutamente maravillosa pero, aún así, se queda a medias.
En una época cargada de estrenos, parece que si una serie no es la serie del año ya no vale la pena y esto es algo injusto. Muchos productos deberían ser apreciados sólo por ser entretenidos y Palomas Negras lo es. El ritmo no baja casi nunca y las escenas de acción están muy bien rodadas. Lo mejor es la mezcla tonal, en la que la trama de espionaje se desarrolla con toques de humor esperpéntico que recuerdan mucho al cine de Guy Richie y , sobre todo, esa maravilla llamada Killing Eve. La diferencia entre estos ejemplos y la serie que nos ocupa es el riesgo. Palomas Negras nunca llega a cruzar las convenciones (aunque hay un par de giros estupendos), por lo que se queda en un producto mucho más ortodoxo que lo que podría haber sido.
Keira Knightley se entrega mucho pero, repito, su catalogo interpretativo siempre ha sido escaso. Ben Whishaw, por su parte, hace un papel muy para él pero cuya personalidad y su historia son bastante interesantes. Pero no se puede hacer una crítica de una serie con Sarah Lancashire sin decir que ella es lo mejor del show. Una vez más, esta actriz demuestra que no hay nadie que pueda robarle ni un solo plano. Cómo sube Palomas Negras cada vez que aparece esta mujer. Sólo por ella merece la pena ver la serie.