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Cine

Martin Scorsese critica duramente la industria cinematográfica y la cataloga como un «negocio»

Martin Scorsese ha mostrado su descontento con la industria cinematográfica actual y no deja títere con cabeza.

Martin Scorsese ha vivido en sus propias carnes la transformación que ha vivido la industria del cine a lo largo de los últimos años. Estamos hablando de una de las grandes eminencias del celuloide y su trabajo fílmico ha dejado a su paso una clara evidencia de maestría artística; por lo que sus palabras sobre el devenir del séptimo arte no han tardado en hacerse eco.

‘Taxi Driver’ puso a Scorsese en el punto de mira de la opinión experta, augurando una carrera que pasaría a formar parte de los libros de historia. Esta predicción no pudo ser más acertada en 1976, encontrando obras imperecederas que han determinado una nueva manera de entender la narrativa cinematográfica; tal y como es el caso de ‘Toro salvaje’, ‘Uno de los nuestros’, ‘Casino’ o, más recientemente, ‘Shutter Island’, ‘El lobo de Wall Street’ o ‘El irlandés’. Una serie de películas que lo han alzado como un referente de su generación y, ante el auge de las plataformas de streaming y las tendencias cinematográficas contemporáneas, el cineasta ha querido compartir su opinión sobre el devenir de la industria.

Martin Scorsese analiza la aparición del streaming

Las nuevas tecnologías no solo dotan al espectador de un acceso sin precedentes a la cultura cinematográfica; sino que también han abierto las puertas a que las producciones audiovisuales se disparen. En un ensayo sobre Fellini que se ha publicado en la revista Harper’s, el director ha analizado en detalle el fenómeno de masas que está englobando al sector del cine en la actualidad, encontrando sus pros y sus contras.

Si bien es cierto que Martin Scorsese reconoce que debe mucho al streaming, puesto que Netflix se encargó de que ‘El irlandés’ se llevara a término y, próximamente, Apple TV hará lo propio con ‘The killers of the Flower Moon’, el cineasta no ve con buenos ojos la producción en cadena que estas empresas ejercen en sus plataformas. “El arte del cine está siendo sistemáticamente devaluado, marginado, degradado y reducido a su mínimo común denominador”, afirma Scorsese, dejando su primera crítica en torno a lo que el categoriza como “contenido” y no como arte.

Los nuevos creadores de contenido comparados con el cine

Lejos de enfocar sus críticas exclusivamente a las plataformas de vídeo bajo demanda, Martin Scorsese no ha querido dejar escapar la oportunidad de lanzar un dardo envenenado a los nuevos creados de contenido. Internet ha revolucionado por completo la manera de hacer vídeos y, por supuesto, de consumirlos, algo que ha llevado al cineasta a lamentar que se pueda comparar con el arte.

“Hace tan solo 15 años, el término ‘contenido’ se escuchaba solo cuando la gente hablaba del cine en un nivel serio y se contrastaba con la ‘forma’”, comienza Scorsese, “gradualmente, se fue utilizando por las personas que se hicieron cargo de las empresas de medios, de las cuales la mayoría no sabían nada sobre la historia de la forma de arte, ni tampoco se preocuparon lo suficiente como para pensar que deberían hacerlo”, sigue sentenciando su opinión en torno al ámbito corporativo del cine.

«’Contenido’ se convirtió en un término comercial para todas las imágenes en movimiento: una película de David Lean, un video de gatos, un comercial de la Super Bowl, una secuela de un superhéroe, un episodio de serie”, escribe sin dejar títere con cabeza, matizando que el término ‘contenido’ “está vinculado, por supuesto, no a la experiencia teatral sino a la visualización en casa, en las plataformas de streaming que han llegado a superar la experiencia de ir al cine, al igual que Amazon superó a las tiendas físicas”.

¿El final del séptimo arte?

Este nivel comercial, según el director, ha afectado a las connotaciones artísticas que deberían englobar al celuloide. “En el negocio del cine, que ahora es el negocio del entretenimiento visual masivo, el énfasis siempre está en la palabra ‘negocio’, y el valor está determinado por la cantidad de dinero que se obtendrá de una producción determinada”: un análisis mercantil de lo que debería ser el séptimo arte.

A su vez, Martin Scorsese se ha cargado la ardua tarea de cambiar las tornas: “Los que conocemos el cine y su historia tenemos que compartir nuestro amor y nuestro conocimiento con la mayor cantidad de gente posible. Tenemos que dejar muy claro a los actuales propietarios legales de las películas que representan mucho, mucho más que una mera propiedad para ser explotada y luego encerrada. Se encuentran entre los mayores tesoros de nuestra cultura y deben ser tratados en consecuencia”.

Para finalizar, el cineasta ha querido dejar claro el análisis al que se debe adherir el nuevo modelo audiovisual: “Tenemos que refinar nuestras nociones sobre qué es el cine y qué no lo es”, abriendo las puertas a un debate en el que versatilidad de opiniones no falta. Mientras tanto, Martin Scorsese seguirá bebiendo del nuevo mercado digital, estrenando directamente a Apple TV su próxima película, protagonizada por Leonardo DiCaprio y Robert De Niro.