Este es el motivo por el que Alan Moore quiere dejar de cobrar derechos de autor de las adaptaciones de sus cómics
Alan Moore, el guionista de obras maestras del mundo del cómic como Watchmen o V de Vendetta, ya no desea seguir recibiendo la parte de retribución económica que le corresponde de las adaptaciones a la gran pantalla que se realizan de su trabajo. Situación que se suma su pensamiento sobre lo horrible que le parecen todas y cada una de las versiones cinematográficas que hacen de sus relatos los directores.
El carismático creador no puede decidir si sus cómics se llevan o no, tanto a la pequeña como a la gran pantalla. Sin embargo, lo que sí que puede hacer y eso es algo que ya han manifestado algunas fuentes es rechazar la compensación financiera que lo estudios le deben por el éxito de los proyectos, sugiriendo por su parte que estos fondos deberían distribuirse entre los talentos creativos responsables de dar vida a sus historias. El autor ha declarado durante mucho tiempo que no le interesa el dinero y que está bastante contento con su tranquila vida en Northampton, una pequeña ciudad de Inglaterra.
Ahora, desea que esa postura inicial sea incluso más extrema (algo muy propio de él) y ya ni siquiera desea que las ganancias se repartan entre los creadores. Esto era lo que el autor de From the Hell y La cosa del pantano le explicó a The Telegraph:
“Ya no quiero que se comparta con ellos. Realmente no siento que, con las películas recientes, hayan respetado lo que supuse que eran sus principios originales. Así que pedí a DC Comics que enviase todo a el dinero de cualquier futura serie de televisión o película a Black Lives Matter”.
Alan Moore contra los adultos infantilizados
Moore no sólo ha sido crítico con las adaptaciones de sus obras, también parece haberse distanciado con los cómics. Todo a raíz de lo políticamente correcto y de “infantilizar a toda una generación”.
“Ahora se llaman ‘novelas gráficas’, lo que suena sofisticado y puedes cobrar mucho más por ellas. Estos personajes de superhéroes inocentes, inventivos e imaginativos de los años 40, 50 y 60 están siendo reciclados para una audiencia moderna como si fueran comida para adultos”, terminaba de explicar el autor. La última adaptación que se hizo de su obra fue la serie de Watchmen de HBO y no, tampoco le gustó.