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¿Existe el sharenting responsable?

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Nacho Grosso
  • Nacho Grosso
  • Cádiz (1973) Redactor y editor especializado en tecnología. Escribiendo profesionalmente desde 2017 para medios de difusión y blogs en español.

La publicación de fotografías en internet de menores es un hecho demasiado habitual. Recibe el nombre de sharentingy es una manera de exponer a los niños a la vista de cualquiera en redes sociales. Si lo haces tampoco ha de invadirte un sentimiento de culpa, probablemente desconozcas el alcance real de esta costumbre tan arraigada. Ahora bien, al menor no le produce ningún tipo de beneficio. ¿Existe el sharenting responsable o es simplemente una quimera?

Sharenting, menos es más

La explosión de la redes sociales hace más de una década y el propio hecho de que todos tenemos una cámara de alta definición en nuestro bolsillo, multiplicó la exposición de imágenes en cualquier medio. Los menores no se quedaron atrás y se vieron rápidamente expuestos por padres y familiares.

También los centros educativos, previo consentimiento firmado de los padres, exponen públicamente a los menores con el objetivo de informar sobre actividades o bien, mostrar cualquier tarea que se realice en el colegio.

Ahora bien, tampoco se trata de alarmar innecesariamente, pero la sobreexposición nunca tiene buenas consecuencias. ¿Se puede realizar un sharenting responsable? Sí cuando es capaz de  tener en cuenta diferentes factores y proteja al menor, que es la persona implicada y a la que probablemente no se le ha preguntado si desea aparecer en redes sociales.

Principios básicos

Debemos comenzar sabiendo que el menor no va a tener ningún tipo de beneficio con la publicación de las imágenes, es más, puede afectarle de manera negativa. Lo que queda claro es que esa exposición no va a aportarle nada de valor, a excepción de los comentarios que realizan los familiares.

Nunca hay que publicar fotografías de menores en los cuales se identifique claramente el lugar en el que se encuentra, por ejemplo, en la puerta de casa o del colegio. Conviene reseñar que toda la información que transmite una fotografía puede ser utilizada para acosar o causar daño. Los menores deben tener una protección especial.

Lo que no se debe hacer bajo ningún concepto es publicar fotografías en momentos íntimos, como la hora del baño o el aseo y tener especial cuidado con aquellas que se realicen en playa o piscina. En el momento que una fotografía se sube Internet, estamos perdiendo el control total sobre ella. No sabemos a dónde va a parar y en manos de quién puede caer.

Si por cualquier causa hemos de compartir fotografías de menores, existen una serie de medios que posibilitan aumentar la protección de los niños. Tan sencillo como utilizar alguna aplicación de mensajería. Obviamente, las personas que reciban esas fotografías no tienen que reenviarlas a ningún otro contacto y, mucho menos, utilizarlas como fotos de perfil o de estado.

En el caso de menores cuyos padres estén separados, conviene prestar especial atención. Puede darse el conflicto de que uno desee publicar fotografías en redes sociales de sus hijos y otros no. Siempre debe prevalecer el sentido común y la especial protección del menor. El permiso de ambos es necesario.

El sharenting responsable es posible, pero el mejor es el que no se realiza. Por su bien.

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