Apple y su colosal error de diseño en uno de sus productos más vendidos
Apple es una marca que se caracteriza por «convertir en oro» todo lo que toca. De hecho, es una de las marcas más imitadas del mundo. Pero hay un producto en concreto, el Magic Mouse que tiene un error garrafal de diseño. Te contamos por qué Apple metió la pata con uno de sus gadgets más vendidos y que, años más tarde, de momento no ha subsanado.
Magic Mouse Apple: el error
El problema del Magic Mouse de Apple está cuando le damos la vuelta. ¿A quién se le ocurrió poner el puerto de carga justo debajo? Esto inutiliza el ratón cuando te quedas sin batería, ya que la conexión con el cable impide que lo puedas deslizar por la mesa. Para muestra la foto de aquí debajo con el puerto bien señalado.
Bien es cierto que cuando el ratón se encuentra cargado, tiene batería para bastante tiempo. A mí, que le suelo dar un uso bastante masivo, me dura prácticamente dos meses sin que tenga que volver a cargarlo.
Sin embargo, cuando salta el aviso de batería baja en el Magic Mouse, si o si he de dejar de trabajar para ponerlo a cargar. O bien, debo decantarme por un ratón alternativo que tengo para estas ocasiones.. Pero resulta curioso que, años más tarde, no se haya subsanado este hecho, hay que recurrir a la previsión o a otro tipo de aparatos alternativos para tener tu ratón siempre cargado de batería.
Por lo demás, y enviando este desaguisado, el Magic Mouse es una auténtica maravilla. No es para menos, ya que su precio es bastante elevado, casi los 100 euros. Pero ofrece una experiencia máxima, adaptación total a la mano y cuenta con una gran cantidad de gestos que puedes utilizar para automatizar tarea. Por ejemplo, un doble toque rápido con tu dedo índice hará zoom en la pantallas.
Quien invierte su dinero en este aparato sabe que va a tener un dispositivo que le va acompañar en perfecto estado durante muchos años. Además, es un producto muy resistente a las caídas y que no sufre ningún tipo de daño. Pero la disposición del puerto de carga no deja de ser un auténtico quebradero de cabeza a la hora de llenarlo de energía. Y como siempre se cumple la ley de Murphy, lo que tiene que salir saldrá mal, mostrará signos de agotamiento cuanto peor te venga estar sin utilizar el ratón.