Urbanismo no dice cuántos restaurantes hay en Madrid reformados y sin revisar como el del incendio
Los bomberos detectan 40 bares con decoraciones inflamables en Madrid y se quejan de que no se revisa si se cumplen las licencias
La Policía Municipal denunció las obras de la decoración mortal del Burro Canaglia y se archivó
El padre del fallecido en el incendio del restaurante denunciará el caso: «Esto no puede quedar así»
La falta de una salida de emergencia convirtió al restaurante Burro Canaglia en una ratonera mortal


La concejalía de Urbanismo no desvela cuántos restaurantes hay en Madrid en una situación similar a la del calcinado Burro Canaglia, es decir, que no hayan sido inspeccionados tras haber sido remodelados y reinaugurados. El Ayuntamiento de Madrid argumenta que, por normativa, «no está obligado a revisar o inspeccionar las obras de acondicionamiento o decoración que por su poca entidad no han solicitado licencia». Señalan que si el local tiene la licencia de actividad ya concedida, «pueden cambiar la decoración cinco veces sin notificarlo y sin que se les tenga que inspeccionar».
Según Urbanismo, éste es el caso del restaurante Burro Canaglia, al que le bastó una licencia concedida hace 24 años a otro negocio en el mismo local. El letal incendio ocurrido el pasado viernes 21 de abril se cobró dos víctimas mortales en la «ratonera» de fuego en que se convirtió este local de la madrileña plaza de Manuel Becerra. El restaurante heredó legalmente la licencia de actividad de la cervecería que ocupaba el local e hizo obras para adaptarlo a su nuevo funcionamiento como pizzería.
El 26 de noviembre de 2021 la Policía Municipal denunció al local por no tener licencia para esas obras. El local contestó el 29 de noviembre que no necesitaba ninguna licencia «ya que son obras de conservación, sustituyendo acabados interiores, solados, alicatados, sanitarios, yesos, pintura y sustitución de las instalaciones por las propias sin mayores exigencias medioambientales que las previas». Sin que conste inspección alguna del local para comprobar las obras que se estaban realizando y el resultado de las mismas, el Ayuntamiento le dio la razón en enero de 2022 y archivó el expediente contra el Burro Canaglia.
«Las obras que no necesitan licencia no se revisan, tampoco los cambios en la decoración», sostienen desde Urbanismo tras la tragedia del Burro Canaglia. Y tampoco hubo revisión posterior, nadie inspeccionó el restaurante, de ostentosa decoración, desde su inauguración hasta su incendio catastrófico. Desde Urbanismo insisten en que la Agencia de Actividades cumple una labor de control inspeccionando locales sobre los que hay quejas o denuncias, e incluso de forma aleatoria. Según Urbanismo, precisamente, «el fin de semana del incendio inspeccionaron varios locales en la misma zona en la que se halla el restaurante del incendio», pero no entraron en el Burro Canaglia.
Entre tanto, los bomberos han hecho un estudio de urgencia y detectado, por el momento, más de 40 restaurantes con decoraciones inflamables y peligrosas como las del incendio del Burro Canaglia. Los bomberos se quejan de que los empresarios abusan de las declaraciones responsables y luego incumplen la normativa, sin que haya un posterior seguimiento desde la Administración.
El alcalde, José Luis Martínez-Almeida, ha anunciado que se intentará reforzar la seguridad en los restaurantes para evitar su incendio sin descartar un cambio normativo: «De lo que ha sucedido hay que aprender, tomar nota, ver lo que es mejorable y colaborar con la Comunidad y con los hosteleros de Madrid para poner todos los recursos para que en la medida de lo posible no vuelva a repetirse un drama como el que acarreó el sábado».
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