¿Realidad o mito? Es posible ahorrar repostando gasolina por las mañanas

Con la constante subida de los precios de los combustibles, los conductores buscan maneras de ahorrar en la gasolinera. Entre los consejos que circulan, uno de los más populares es la idea de repostar por la mañana o durante la noche para aprovechar las temperaturas más bajas. Se cree que esto podría resultar en un ahorro económico debido a la diferencia en el volumen del combustible. Sin embargo, ¿qué hay de verdad en esta teoría? ¿Es cierto realmente que podemos ahorrar repostando gasolina por las mañanas?.

¿Se puede ahorrar repostando gasolina por las mañanas?

La base de esta creencia se encuentra en las propiedades físicas de la materia. Es cierto que, con el aumento de la temperatura, las moléculas de los materiales, incluidos los combustibles líquidos, tienden a expandirse y ocupar más espacio. Por lo tanto, la idea sería que, con temperaturas más bajas, el mismo volumen de combustible ocuparía menos espacio en el depósito, supuestamente resultando en un ahorro.

Sin embargo, la realidad es más compleja. Aunque la teoría tiene sentido desde el punto de vista físico, el efecto de la expansión debido a las diferencias de temperatura es mínimo y no afecta al poder energético intrínseco del combustible. En situaciones reales, las oscilaciones de temperatura en el ambiente no son lo suficientemente significativas como para generar un ahorro perceptible en el volumen de combustible.

El combustible en cubas subterráneas

Además, la mayoría de las estaciones de servicio almacenan los combustibles en cubas subterráneas, donde la temperatura se mantiene estable. Esto significa que las hipotéticas dilataciones causadas por el calor exterior no afectarán al combustible almacenado en estos depósitos. En otras palabras, llenar el depósito por la mañana o la noche no resultará en un ahorro real y tangible.

Medidas que son más efectivas

Si bien la teoría de ahorrar repostando en horas más frescas puede sonar tentadora, es importante reconocer que este enfoque no tiene un impacto significativo en el gasto de combustible. En su lugar, los conductores pueden adoptar medidas más efectivas para economizar. Esto incluye planificar el repostaje en estaciones con precios más bajos y practicar una conducción eficiente.

Conducir de manera eficiente implica anticipar las frenadas, suavizar las aceleraciones y tener que mantener el motor en su rango óptimo de rendimiento. Estas son en definitiva, prácticas que pueden tener un impacto mucho mayor en el consumo de combustible en comparación con la elección del momento del repostaje.