Rachid, un niño de 8 años que lleva más de una semana ‘encarcelado’ en el aeropuerto Charles de Gaulle de París

Rachid, un niño de 8 años que lleva más de una semana ‘encarcelado’ en el aeropuerto Charles de Gaulle de París
Imagen del aeropuerto Charles de Gaulle. (Foto: Getty)
Iñigo Artola
  • Iñigo Artola
  • Portadista. Redactor de cultura, internacional, política, sociedad y lo que haga falta. Devorador insaciable de series y películas.

Con tan solo ocho años, Rachid lleva desde el 21 de marzo retenido en la zona de espera del aeropuerto Charles de Gaulle a la espera de ser deportado a las islas Comores, una ex colonia francesa en Africa que se independizó en 1975.

La historia de Rachid es la de otros tantos niños que con la esperanza de una vida mejor son embarcados y enviados lejos de sus empobrecidos lugares de nacimiento. A Rachid  lo tenía que esperar en el hall de llegadas del aeropuerto parisino una hermana de su madre, pero el encuentro nunca se produjo. Ella vive en los suburbios de Paris y se iba a ocupar de la nueva vida de Rachid. La policía de fronteras lo interrogó y detuvo a la salida del avión. Todo lo que poseía estaba dentro de una pequeña mochila de Spiderman que cargaba a sus espaldas.

La detención se produjo después de que la policía detectara que el pasaporte de Rachid no le correspondía a él sino a su primo francés. Allí empezó su drama, que aún no ha terminado. Pero a diferencia de otros casos de chicos africanos en condiciones similares, esta vez su caso saltó a la prensa. Fue La Asociación Nacional de Asistencia a los extranjeros en las fronteras quien dio la voz de alerta.

Desde entonces permanece retenido por orden judicial en la zona ZAPI o zona de espera para personas que no pueden entrar a Francia. Un magistrado del tribunal de Bobigny dio una orden de mantenerlo detenido, estimando que “hay un interés en la protección del niño al prolongar su mantenimiento en zona de espera”.

El tribunal de apelaciones confirmó este fallo y envió a Rachid nuevamente al centro de retención en el aeropuerto de Roissy- Charles de Gaulle, escoltado por dos policías, para luego poder deportarlo a Comores. El encierro de Rachid viola la convención internacional de derechos del niño y también la legislación europea, que ordena al Estado recibir, proteger y educar a los menores no acompañados que llegan a un estado de la Unión. Ningún niño de esa edad puede permanecer detenido.

Las autoridades judiciales sostienen que “el niño no está solo sino acompañado por un miembro de la Cruz Roja”. Rachid se mantiene en silencio y sin poder ver a sus familiares o a su tía. La justicia francesa ha decidido que regresará a la isla de donde salió acompañado de dos adultos. Traslado que no se ha llevado a cabo aún por coincidir en fechas con las fiestas de Semana Santa y no disponer de personal para acompañarlo.

Las asociaciones humanitarias están furiosas ante una clara violación de los derechos de Rachid. Catherine Daoud, la abogada del niño junto al defensor de derechos, se ha dirigido al ministerio del Interior para evitar que sea reenviado a los Comores: “Lo que nos choca es su encierro. Por qué continúa encerrado cuando hay otras soluciones” argumentaba la letrada.

Rachid es el caso más difundido hasta ahora pero no el primero. Stephanie Ngatcha, una pequeña de seis años, fue retenida durante cuatro días en la zona de espera del aeropuerto Charles de Gaulle totalmente aislada de sus familiares. El área donde permanece Rachid, y donde estuvo Ngatcha, es donde se instala a los sin papeles que van a ser deportados de Francia. Escolarizada en Francia, donde vivía con su abuela, la niña regresaba de Camerún de ver a su madre. La policía consideró que los papeles eran “usurpados” y que la pequeña no se parecía a la de la foto. Tardaron cuatro días en liberarla.

La mayoría de los menores detenidos son africanos procedentes de antiguas colonias francesas, cuyas familias los envían a Francia a educarse porque tienen familiares directos en el país.

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