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¿Qué santos se celebran hoy, viernes 11 de julio de 2025?

San Benito de Nursia es uno de los santos que se celebran en este día

¿Qué santos se celebran hoy, viernes 11 de julio de 2025?  Aunque muchos no lo sepan, el calendario católico marca cada día del año con una o varias celebraciones en honor a hombres y mujeres que, por su vida ejemplar, fueron reconocidos como santos. Hoy, viernes, el protagonismo es para uno de los pilares del cristianismo occidental: San Benito de Nursia, fundador de la vida monástica tal como la conocemos en Europa. A su lado, también se conmemora la figura menos conocida pero igualmente venerable de San Drostan, un abad escocés.

El día de hoy tiene, por tanto, un significado muy especial para quienes practican la fe cristiana o están interesados en la historia de la espiritualidad europea. San Benito no sólo es recordado por haber fundado monasterios, sino por haber creado una regla que aún guía a miles de religiosos y religiosas en todo el mundo. Su legado ha traspasado los siglos y las fronteras, llegando incluso a influir en aspectos sociales y organizativos más allá del ámbito eclesiástico. A continuación, te contamos con más detalle quiénes fueron estos santos, por qué se les venera, cómo vivieron su fe y en qué lugares todavía hoy se les honra con especial devoción. Además enumeramos al resto de santos que se celebran en este día.

San Benito de Nursia

San Benito de Nursia nació en torno al año 480 en Nursia, una ciudad romana situada en la actual Umbría (Italia), en el seno de una familia noble. Desde muy joven se mostró insatisfecho con el estilo de vida de Roma, adonde fue enviado a estudiar. Decepcionado por la corrupción y el desenfreno que vio a su alrededor, optó por retirarse a las montañas del valle del Aniene. Allí comenzó su vida como ermitaño, viviendo en una cueva y dedicado por completo a la oración y la meditación. Aquel joven que había renunciado al privilegio y al poder fue ganando fama de sabio y santo, y no tardó en atraer a seguidores que querían imitar su estilo de vida austero.

Uno de los momentos clave de su vida fue la fundación del Monasterio de Montecasino, hacia el año 530, construido sobre las ruinas de un templo pagano. En ese lugar redactó su famosa Regla de San Benito, un compendio de normas y enseñanzas para organizar la vida comunitaria de los monjes. Con principios como la estabilidad, la obediencia y la oración acompañada del trabajo manual, su propuesta revolucionó el monacato de su tiempo y ha perdurado hasta nuestros días. El lema “Ora et labora” (reza y trabaja) sintetiza el espíritu de una vida dedicada al servicio, la humildad y la autosuficiencia.

Los milagros también forman parte de la vida de Benito, muchos de ellos recogidos por el papa Gregorio Magno en sus escritos. Se le atribuyen hechos prodigiosos como detectar venenos en la comida, hacer añicos una copa envenenada con una oración, o ahuyentar al mal con la ayuda de un cuervo. La devoción hacia su figura ha sido constante a lo largo de los siglos. En 1964 fue proclamado patrono de Europa por el papa Pablo VI, como símbolo de unidad espiritual y cultural del continente. También es patrono de ingenieros, agricultores, arquitectos y espeleólogos. Su medalla, conocida como la Medalla de San Benito, es uno de los sacramentales más usados por los fieles como amuleto de protección frente al mal.

En España, la figura de San Benito goza de especial veneración. Destaca la Romería Regional de San Benito Abad, celebrada cada segundo domingo de julio en La Laguna (Tenerife), una de las romerías más importantes de todo el país. También se le rinde culto en El Cerro de Andévalo (Huelva), con una romería que se celebra desde hace más de cuatro siglos y en la que los devotos recorren 24 kilómetros hasta una antigua ermita construida sobre los restos de una mezquita. Su legado espiritual, intelectual y social sigue vivo en los más de mil seiscientos monasterios que aún hoy siguen la Regla de San Benito en todo el mundo, incluyendo órdenes tan importantes como los cistercienses o los trapenses.

San Drostan

Menos conocido pero no menos interesante es San Drostan, también celebrado este 11 de julio. Su vida transcurre en el siglo VII, en Escocia, y aunque los detalles concretos se mezclan con la leyenda, lo esencial de su figura se ha conservado gracias a manuscritos antiguos como el Libro de los Ciervos y el Breviario de Aberdeen. Nacido en una familia noble, Drostan fue entregado a la vida religiosa desde muy joven y se formó bajo la tutela de San Columba, una de las figuras más importantes del cristianismo celta.

Ambos viajaron a la región de Buchan, en el noreste de Escocia, donde fundaron el monasterio de Old Deer, en una zona remota. San Columba regresó a Iona, pero dejó a Drostan como abad del nuevo cenobio. Tiempo después, cuando fue llamado a dirigir otra abadía más al sur, Drostan decidió retirarse y vivir como ermitaño en Glenesk, en busca de una mayor soledad espiritual. Desde allí, su fama como hombre santo se extendió entre los campesinos y viajeros que llegaban en busca de consejo, ayuda o curación.

Entre los milagros que se le atribuyen destaca la curación de un sacerdote ciego llamado Symon, a quien devolvió la vista. Tras su muerte, sus reliquias fueron trasladadas a New Aberdour, donde se conservan con devoción. En el siglo XIII, el monasterio de Old Deer fue reconstruido por monjes cistercienses, que mantuvieron viva su memoria hasta que la Reforma puso fin a la vida monástica en esa región.

Otros santos que se celebran el 11 de julio

Además de los mencionados, en este día se celebra también a estos otros santos: