Familia Real de Mónaco

Charlene de Mónaco tendría muchos motivos para volver a sonreír: las razones de su felicidad

Charlene de Mónaco
Charlene de Mónaco ha silenciado muchos rumores

Charlene de Mónaco empezó a formar parte de la familia Grimaldi en julio de 2011, pero lo cierto es que su presencia dentro del emblemático clan siempre ha generado rumores de muchos tipos. En un primer momento se llevó a decir que quería separarse de Alberto de Mónaco porque no contaba con la aprobación de su entorno, pero el soberano tomó cartas en el asunto e incluso llegó a dar una entrevista para desmentir estas teorías. Fuentes cercanas aseguraron que la princesa quería salir del Principado cuanto antes. Se especuló mucho con el tipo de relación que tenía con sus cuñadas, las hermanas de Alberto, y varios testigos aseguraron que ellas eran las responsables de la crisis matrimonial.

A sus 46 años, Charlene es conocida como «la princesa triste» porque resulta verdaderamente complicado verla reír en sus apariciones públicas. También hay que subrayar sus notables ausencias. En 2021, 10 años después de casarse con Alberto de Mónaco, hizo un viaje a Sudáfrica y tuvo que quedarse allí mucho tiempo por sus problemas de salud. Una grave y peligrosa infección de oídos hizo que pasara por quirófano tres veces. Fueron unos meses realmente complicados que sirvieron para alimentar los rumores de crisis. Sin embargo, la verdad siempre termina viendo la luz y ha quedado claro que Alberto y Charlene siguen juntos.

Recientemente se han publicado unas fotografías de Charlene de Mónaco sonriendo, un gesto muy simple que ha llamado mucho la atención. Ahora todo el mundo quiere saber el motivo de su felicidad y lo cierto es que hay varias teorías que justifican esta postura. En primer lugar debemos hablar de las buenas críticas que están recibiendo sus hijos Jaime y Gabrielle. Se convierten en protagonistas de todos los actos donde hay representación institucional. Su simpatía ha cruzado fronteras y todo el mundo habla de ellos en un tono muy positivo.

Su buena relación con Alberto de Mónaco

A pesar de que se ha especulado mucho con la salud del matrimonio formado por Alberto y Charlene, lo cierto es que están perfectamente. Tanto es así que el soberano rompió su regla de oro para dar una entrevista y desmentir que estuviera en crisis con la madre de sus hijos pequeños. Fuentes cercanas al Principado aseguraron que la princesa estaba pensando en mudarse a Suiza, de hecho insistieron en que ya tenía una casa allí y únicamente viajaba a Mónaco para participar en los actos públicos. Fue en ese momento cuando Alberto segundo decidió dar un golpe en la mesa y aclarar que todo lo que se había contado sobre su relación era completamente falso.

«Charlene está a mi lado y no entiendo todos estos rumores que me hacen daño. Dicen que está viviendo en otra parte, que está en Suiza, pero no es así». Estas palabras fueron muy bien recibidas por parte de la princesa, quien vio por primera vez como su marido hacía un esfuerzo y daba la cara por ella, algo que en el pasado no hizo cuando sus hermanas le situaron en el punto de mira.

«Charlene tuvo dificultades hace ya muchos meses, pero ahora gracias a Dios ha terminado. Ella me apoya al frente del Principado, luego no estamos las 24 horas del día pegados el uno al otro, también somos una pareja de trabajo y el trabajo a veces sólo nos permite vernos al final de una larga jornada llena de eventos», contestó Alberto cuando le preguntaron por los problemas de salud de su mujer.

Charlene de Mónaco está recuperada

Alberto de Mónaco, durante la entrevista citada anteriormente, reconoció que había cometido ciertos errores. «Como institución, como guía, tienes que intentar comprender adónde quieres ir, a quién quieres llevar contigo, pero también de quién quieres ocuparte, y no siempre estás seguro de las decisiones que tomas. Pero creo que es bueno tener dudas, cuestionarse a uno mismo. Necesitas una visión, y si hay dudas, miedos, es la naturaleza humana», comentó al respecto.

Más adelante explicó que Charlene había estado a su lado siempre que lo había necesitado, por eso estaba tan agradecido. Afortunadamente, la princesa ha dejado atrás sus problemas de salud y esa es una de las razones por las que vuelve a ser feliz. Recordemos que ha estado 16 meses de baja por «agotamiento emocional y físico». Durante este tiempo su familia no se separó de Alberto de Mónaco y esto ha demostrado que el matrimonio no tenía ninguna dificultad para salir adelante. El único problema era que Charlene tenía que resolver varios conflictos internos.

Ahora la situación ha cambiado porque sus padres, Michael Wittstock y Lynette Humberstone, se han trasladado a Mónaco y viven muy cerca de ella. Cuenta con el apoyo indiscutible de su familia y sus hermanos han establecido un vínculo muy especial con el soberano. Alberto confía en ellos e incluso les pide consejo para tomar decisiones personales.

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