Semana Santa

Las Manolas de Semana Santa: su origen e historia

Las Manolas de Semana Santa: su origen e historia
Gemma Meca
  • Gemma Meca
  • Licenciada en Historia, máster en Periodismo y Comunicación Digital. Redactora en Ok Diario. Cuento historias, soy amante de los astros, sigo a la luna, los TT de Twitter y las tendencias en moda. Experta en noticias de consumo, lifestyle, recetas y Lotería de Navidad.

Una de las tradiciones más llamativas de la Semana Santa, son las famosas Manolas, por lo que, habrá llegado el momento de conocer un poco más este tipo de elementos. Tendremos que afrontar estos días de tranquilidad con la llegada de una serie de elementos que pueden ir de la mano y que seguro que nos sorprenderán a más de uno.

La Semana Santa está rodeada de tradiciones muy importantes, algunas a nivel nacional, otras en determinados lugares, pero todas sin duda con algo muy especial que hace que los fieles se desvivan por ellas. Te contamos quiénes son las Manolas de Semana Santa y qué importancia tienen dentro de estas fechas tan especiales para los creyentes católicos.

El origen de las Manolas de Semana Santa

Las Manolas de Semana Santa son tan famosas que incluso dan nombre a algunas procesiones, como las del Jueves Santo de Jumilla o la de las Mantillas de Orihuela, y sin duda es todo un honor ser parte de las Manolas para todas las mujeres que viven y sienten esta tradición.

Aunque actualmente la presencia de la mujer en la Semana Santa es prácticamente igual a la masculina, antiguamente no era así, ya que las mujeres no podían ser nazarenas y como máximo podían aspirar a ser «Manolas» y acompañar en las procesiones. Estas Manolas debían vestir de mantilla negra en Jueves, Viernes y Sábado Santo, mientras que el Domingo de Resurrección la mantilla debía ser beige o blanca.

Las Manolas de Semana Santa tienen su origen cuando a comienzos del siglo XIX en Madrid se hablaba de «majos y majas» y más tarde de «Manolas y manolos» o de «chulas y chulos». Las Manolas se distinguían por su estilo al vestir, mujeres madrileñas que caminaban con nobleza, descaro y garbo, de forma desenfadada. Surgieron de las llamadas ‘Camareras de la Virgen’, mujeres que se dedicaban a preparar los pasos que salían en las distintas procesiones pero nunca salían en ellas, algo que cambió hace 30-40 años y se convirtieron en las Manolas.

En cuanto a su vestimenta, vestir de negro y con mantilla era lo tradicional al ir a la iglesia en esa época, y esa forma de vestir se ha quedado para siempre con las Manolas, una tradición que sigue muy viva y que incluso se pueden ver en algunas procesiones a varias generaciones de la misma familia.

Desde el blog de Alicante siempre nos invitan a conocer un poco mejor esta tradición que llega de lejos: » las mujeres que participan en las procesiones vestidas de Manolas y aunque en otras partes se le conozca como Dama de Mantillas, prefiero y a partir de aquí, solo las mencionare con el vocablo «Manolas» que me gusta mucho mas.

La palabra Manola por lo que he averiguado tiene su origen en madrid entre el pueblo llano, cuando en lugar de «maja»» y «majo», mas tarde se popularizo  llamarlos «chulas» y chulos», junto con «manolas» y manolos» por la gracia que tenian al vestir.

Si a esto le unimos que hace bastantes años, era costumbre ir a misa de domingo vestida de negro, con peineta y mantilla del mismo tono, la cual se cambiaba a blanco o beige en cierto actos o Domingo de Resurrección.

Antiguamente la presencia de la mujer en los actos de la Semana Santa se circunscribe a procesionar de Manolas y ya esta, ya que no podían participar de costaleros, ni de nazarenos. Actualmente la cosa a cambiado.

Señalar que en un momento determinado, por lo menos en Alicante, se impuso una normativa restrictiva para la vestimenta de Manolas que a muchas les sentaba de maravilla y exhibía demasiad feminidad para alegría de los presentes, alegaron en la Junta Mayor de Cofradías, imponiendo la obligación de que la falda no fuera más cortas que de la rodilla, no hubiera escote, riguroso negro, pelo recogido, prohibidas la medias de rejillas, zapatos discretos sin tacones excesivos, para abrigarse solo abrigos negros, nada de pieles, maquillaje suaves, rosario en mano y unas cuantas cosas que convierten por unas horas en un icono de elegancia y sobriedad irreal, que perfectamente podría terminar con una serie de detalles que un futuro identifican a cada manola con su cofradía. Filosofía aparte, Alicante tiene una singularidad que gustara y llamara la atención de todo el que vea la procesión del Domingo de Resurrección porque la virgen va acompañada por los hombre y mujeres de la otra gran fiesta de esta ciudad, las Hogueras, ellos de costaleros con su traje de saragüell y las bellezas de cada hoguera con el traje de manola claro o beige que da una tonalidad radiante a esa procesión de la mañana del domingo».

Estas son las claves para ser una buena Manola de Semana Santa:

  • Vestido negro sin escotes, de manga larga y con falda por debajo de la rodilla.
  • Medalla de la cofradía en un lugar visible.
  • Pelo recogido.
  • Llevar el rosario.
  • Maquillaje discreto.
  • Bolso de mano pequeño y discreto.
  • Calzado sobrio evitando tacones muy altos, plataformas o adornos llamativos.
  • Si hace frío se puede llevar un abrigo negro discreto, nada de pieles.
  • Las medias no pueden ser excesivamente tupidas.

Con esta indumentaria, podemos empezar a disfrutar de una Semana Santa que seguro que nos acabará sorprendiendo en todos los sentidos.

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