Los tratamientos más efectivos para tratar la hernia inguinal
La hernia inguinal puede causar dolor o incomodidad y en algunas ocasiones incluso llegar a necesitar de cirugía

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La hernia inguinal es una de las afecciones quirúrgicas más comunes en todo el mundo. Se estima, de hecho, que afecta a millones de personas y que alrededor del 25% de los hombres de entre 40 y 60 años serán diagnosticados a lo largo de su vida, una cifra muy superior a las registradas en mujeres (a las que sólo afecta entre un 2-3%) debido a diferencias anatómicas y a actividades físicas intensas que generan presión constante en la zona inguinal.
Las hernias se producen cuando parte del contenido abdominal (grasa o intestino) sobresale a través de la pared abdominal, en este caso en la zona de la ingle. Aunque muchas veces no presenta síntomas en sus etapas iniciales, puede causar dolor o incomodidad, y que en ocasiones pueden necesitar cirugía para corregirla y evitar complicaciones graves como la obstrucción intestinal o la estrangulación, que podrían derivar en una peritonitis.
Para tratarlas, según su gravedad y cómo afecten a la calidad de vida del paciente, el especialista puede recomendar desde cambios en el estilo de vida del paciente, como mantener un peso saludable y evitar esfuerzos físicos extremos, hasta la intervención quirúrgica.
¿Qué es una hernia inguinal?
La hernia inguinal se produce cuando una parte del contenido abdominal, como el intestino o tejido graso, sobresale a través de una zona debilitada en la pared abdominal hacia la región inguinal. El Dr. Carlos Moreno Sanguino, médico especialista en Cirugía General y del Aparato Digestivo del Hospital Ruber Internacional explica que este tipo de hernias «aparecen principalmente por el aumento de la presión intraabdominal, por un orificio natural que se da de sí con el tiempo. Puede suceder por esfuerzos repetidos como estreñimiento y la tos crónica. Suelen asociarse a una debilidad en la zona o al envejecimiento natural de los tejidos».
Si hablamos de síntomas, este tipo de hernias pueden manifestarse con la presencia de un bulto visible en la ingle, que puede aumentar de tamaño con el esfuerzo físico o al estar de pie durante largos periodos de tiempo; pero también con una sensación de incomodidad o pesadez en la zona, especialmente al final del día. Aunque el principal problema de las hernias, no son las molestias iniciales, advierte el especialista, «sino todas las complicaciones que pueden aparecer, como la obstrucción o estrangulación del intestino, que podrían derivar en una peritonitis aguda».
Tratar una hernia de este tipo
La cirugía es el tratamiento definitivo para acabar con la hernia inguinal, pero su abordaje quirúrgico dependerá siempre de las características del paciente y de sus necesidades específicas. Entre las dos principales opciones están la cirugía abierta, una opción ideal para pacientes mayores, o aquellos con condiciones que les obligue a evitar el uso de anestesia general; y la laparoscopia, que utiliza pequeñas incisiones para insertar instrumentos quirúrgicos y reparar la hernia desde el interior. En ambos casos, el periodo de recuperación es breve, y los pacientes pueden retomar sus actividades normales en pocos días.
La técnica laparoscópica por su parte, recuerda el Dr. Moreno, «es mínimamente invasiva y permite una recuperación más rápida, porque supone menos molestias postoperatorias, por lo que es preferible para personas jóvenes y activas que necesitan reincorporarse más rápido a sus actividades cotidianas».
Para ambas cirugías, sin embargo, es necesaria una herramienta esencial: una malla sintética que refuerce la pared abdominal. Estas mallas están fabricadas con materiales como el polipropileno, se integran con el tejido cicatricial y han revolucionado el tratamiento de las hernias, reduciendo además la tasa de recurrencia de un 20% a menos del 5%.
En el Hospital Ruber Internacional, ya se han realizado más de 758 cirugías de hernia inguinal con excelentes resultados y un procedimiento relativamente sencillo que, según el Dr. Moreno «en la mayoría de los casos, dura unos 20 minutos». «Aunque no siempre es necesario operar, ya que algunas hernias pequeñas y asintomáticas pueden no requerir cirugía inmediata, siempre es necesario prestar atención a este tipo de hernias y consultar a un cirujano, para evitar que crezca con el tiempo, causando incomodidad persistente o complicaciones graves», concluye.