Noruega pondrá en marcha una red de autovía para bicicletas

Hace unos días se conocía la noticia de que Noruega pondrá en marcha una red de autovías para bicicletas. Para ello invertirá más de 800 millones de euros. La idea, en realidad, suena muy interesante, pero no se trata del primer proyecto de similares características que se lleva a cabo en Europa. Muchos países han apostado por impulsar el uso de las bicicletas con la intención de reducir el volumen de emisiones derivadas de otros sistemas de transporte como el vehículo particular.

Las previsiones que maneja el gobierno noruego son la construcción de diez carreteras de alta capacidad, con dos carriles totalmente diferenciados, y que serían de uso exclusivo para las bicicletas. Se construirían en torno a las nueve ciudades más importantes del país. La propuesta realizada por los políticos no ha contado con el visto bueno de la oposición, que consideran esta propuesta como un gasto innecesario para un país con las características de Noruega, que tiene muy pocas horas de luz, con montañas y mucho frío.

Hay que decir que los ciudadanos de este país utilizan más bien poco la bicicleta en comparación con sus vecinos escandinavos. Lo que se pretende con esta red de autovías es mejorar las comunicaciones entre las zonas más pobladas del país y acercar de alguna manera los municipios rurales y suburbios a las ciudades. En la actualidad, únicamente el 4% de los ciudadanos admite utilizar la bicicleta para desplazarse a diario. Con objetivos medioambientales se plantean las autoridades reducir el uso del transporte de vehículos a motor y reemplazarlos por las bicis. En mente tienen un objetivo muy ambicioso que pasaría por incrementar su utilización hasta el 20% en 2021.

Otros países europeos ya han puesto la primera piedra para conseguir autovías para bicicletas. Es el caso, por ejemplo, de Alemania. La idea es sacar adelante un recorrido para bicicletas de 100 kilómetros que una Hamm y Duisburgo. De momento habrá que esperar aún un tiempo para verlo concluido porque acaban de empezar recientemente las obras. Suena extraño que se hagan carriles tan largos, sobre todo cuando la bicicleta resulta muy eficiente para trayectos más cortos, de entre uno y ocho kilómetros. Sin embargo, esta autovía envolverá gran parte del valle del Rühr, que es una zona urbana con más de cinco millones de habitantes y con gran actividad económica. De esta manera facilitarían los traslados entre una ciudad y otra sin necesidad de coger el vehículo particular o el autobús.

En otras ciudades alemanas como Múnich o Colonia también han surgido ideas similares. En estos casos, lo que buscan es algo parecido a lo de Noruega, realizar vías exclusivas para bicicletas, apartadas de las carreteras para vehículos y que conecten los suburbios con el centro de la urbe.

Para hablar de carriles bici hay que tomar siempre como referencia a los Países Bajos, en donde cuentan con 32.000 kilómetros de vías, con escasa distancia entre los principales núcleos de población y mucho uso. De hecho, el 36% de sus ciudadanos recurren a la bici para moverse por la ciudad a diario.