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Alimentación saludable

Ni cerdo ni ternera: la carne que deben comer los mayores de 65 años cada semana para equilibrar su dieta

  • Manuel Morera
  • Periodista y fundador del pódcast V9, el programa de F1 más escuchado de España. Universidad de Valencia y Radio 3. Anteriormente en ElDesmarque, Levante TV y Las Provincias.

Con el envejecimiento, las necesidades alimentarias cambian y se hacen más específicas. Para mantener la salud cardiovascular y un estilo de vida activo, es importante que los mayores de 65 años consuman carne, pero no todas las carnes aportan los mismos beneficios.

La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), en sus recomendaciones para la alimentación de personas mayores, establece que la cantidad de carne a ingerir en una semana consiste en unas tres piezas. Y, en lugar de recurrir siempre al cerdo o la ternera, hay una alternativa mejor: las aves o el conejo.

Estas son algunas de las claves de cómo incluir la carne más nutritiva para los mayores de 65 años en la dieta cotidiana y por qué es mejor no abusar de las carnes rojas o los productos procesados.

Esta es la carne ideal para que los mayores de 65 años se mantengan activos y saludables

La AESAN recomienda que las personas mayores de 65 años consuman carne, como parte de una dieta equilibrada formada también por frutas, hortalizas, frutos secos, huevos y pescado.

Pero en lugar de optar por carnes rojas como la ternera o el cerdo, la opción más saludable para consumir en la tercera edad son las carnes blancas como las aves o el conejo.

Estas carnes no sólo son más fáciles de masticar y de digerir, sino que también presentan un perfil nutricional más adecuado para esta etapa vital: son carnes bajas en grasas saturadas, ricas en proteínas de alta calidad y aportan micronutrientes esenciales como el hierro o la vitamina B.

Cómo incluir tres raciones semanales de carne en la dieta de un jubilado

La frecuencia ideal para consumir carne blanca en mayores de 65 años es de tres veces por semana. Estas raciones pueden distribuirse entre las comidas principales a mediodía o por la noche, y lo mejor es combinarlas con otros alimentos de calidad como las verduras o los cereales integrales.

Algunas ideas sencillas son la pechuga de pollo al horno con calabacines, el estofado de conejo con arroz o las chuletas de pavo a la plancha con patatas y brócoli.

Aunque no es una práctica totalmente prohibida para adultos mayores que conserven cierto grado de salud, se recomienda evitar las frituras y el exceso de salsas grasas.

La ventaja es que las carnes de ave o de conejo son más fáciles de cocer, hacer a la plancha o al horno con aceite de oliva, métodos más saludables a estas edades.

Por qué es recomendable evitar el consumo de carnes rojas en la tercera edad

Las carnes rojas, como el cerdo o la ternera, aportan grandes dosis de energía pero también contienen mayores niveles de grasas saturadas y colesterol.

Para los mayores de 65 años, el riesgo de hipertensión, colesterol alto o enfermedades cardiacas es mayor, por lo que conviene reducir la ingesta de estos alimentos.

En el aspecto más práctico, por otro lado, las carnes rojas suelen ser más difíciles de masticar y digerir, especialmente para los adultos mayores con dificultades de deglución o con problemas dentales.