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Juanetes

Maneras de reducir y controlar los juanetes

Cuatro de cada diez españoles mayores de 60 años los sufren y de estos el 70 % son mujeres. Hablamos de una protuberancia ósea que se forma en la articulación en la base del dedo gordo del pie. Suele pasar cuando este hace presión sobre el dedo de al lado, esto hace que la punta del dedo gordo del pie apunte hacia los dedos más pequeños, desviándose. Veamos las maneras de reducir y controlar los juanetes.

Cuando salen entonces hay dolor y diferentes molestias. Pero hay trucos y remedios para calmarlos y hacer que no vayan a más.

Estas son las maneras de reducir y controlar los juanetes

Aplicar calor y frío

TKE Home Solutions dan a conocer que si tenemos dolor (si bien lo mejor es ir a controlarlo por el médico), una solución es aplicar calor sobre la zona, se pueden utilizar compresas de agua caliente o una manta eléctrica durante unos 20 minutos. También se puede aplicar frío si tenemos inflamación.

Darse baños de agua tibia con ruda

Antes de irse a dormir, es muy conveniente remojar los pies durante 15 minutos en agua tibia.

Utilizar plantillas

Son almohadillas de gomaespuma que sujetan el pie y fijan su posición aliviando su dolor y evitando que empeoren.

Elegir el calzado a medida

No se aconseja usar tacones altos a diario que empujen los dedos contra la parte delantera de los zapatos, tampoco deben quedar muy apretados o estrechos, ni que sean puntiagudos.

Se recomienda entonces utilizar un calzado cómodo y amplio, a ser posible que no tenga costuras en la zona del juanete y con la puntera ancha.

Los consejos del fisioterapeuta

El profesional debe ayudarnos a mejorar la fuerza y la movilidad del pie con ejercicios, masajes o incluso ultrasonidos.

Cirugía

Cuando la cosa se agrava, la cirugía puede ser la única solución, se suele realizar cuando el dolor es persistente y la deformación ha aumentado mucho. Pero es el médico quien debe determinar qué hacer en cada momento.

Se realiza una pequeña incisión para posteriormente rebanar y extirpar la protuberancia, acortar o alargar los ligamentos y utilizar clavos, tornillos, placas o una férula para mantener los huesos en su posición adecuada.

Señales de alarma

Lo más importante es ir al médico para que establezca el tratamiento adecuado.