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Fernández-Vega: «El invierno es la peor estación que puede haber para el ojo seco»

En España, la enfermedad de ojo seco la padecen cerca de 5 millones de personas, y esta cifra aumenta durante el invierno. También aumenta cuanto más mayores nos hacemos, y en mujeres durante la menopausia.

El síndrome del ojo seco es una enfermedad de la parte externa del ojo (párpados, conjuntiva, córnea y lágrima) que se produce cuando esta pierde su función de proteger, lubricar y mejorar la visión, lo que provoca molestias, inflamación y alteración de la visión.

Por este motivo, el oftalmólogo Andrés Fernández-Vega, del Instituto Oftalmológico Fernández-Vega, ha advertido de que «el invierno es la peor estación que puede haber para el ojo seco», debido al frío y al aumento del uso de la calefacción.

Así, los meses con más incidencia de esta enfermedad son noviembre, diciembre y enero. «En esta época, aumenta el frío, se incrementa el tiempo que nos pasamos dentro de casa y, por ello, aumenta el tiempo que estamos expuestos a la calefacción y a más pantallas», detalla. Todo ello provoca un aumento de la evaporación de la lágrima del ojo.

«Es esencial cuidar estos factores que producen el ojo seco y revisarnos la vista en caso de aparición de estos síntomas», ha aclarado. Estas señales son: irritación, sensación de arenilla en los ojos, sensación de sequedad, una mayor sensibilidad a la luz, dolor e incluso fatiga ocular. «El signo más grave que produce la sequedad ocular es la queratitis, esto es, la inflamación de la córnea, la capa más externa del ojo», ha precisado.

Para poner remedio al ojo seco durante el invierno, Fernández Vega ofrece una serie de consejos. El primero es que, aunque sea invierno, es preciso usar gafas de sol homologadas, para protegerse tanto del sol como del viento. Asimismo, también ha recordado la necesidad de «parpadear muy a menudo, y tomar con frecuencia alimentos ricos en Omega 3».

También recomienda pasar menos tiempo en sitios cerrados y, en caso de tener que estar en casa, usar humidificadores para evitar la sequedad del ambiente. «En cuanto a un tratamiento oftalmológico, es recomendable utilizar lágrimas artificiales sin conservantes», ha apostillado Fernández Vega.

En los pacientes con lentillas, el experto asegura que «hay que multiplicar todas las anteriores recomendaciones por dos». «Hay que intentar no estar con las lentillas más de 8 horas al día y, si estamos mirando las pantallas, cada 20 minutos hay que mirar a lo lejos para descansar la vista», ha finalizado.