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Nuevas evidencias

Estos son los efectos en el cerebro si hay un déficit de colina en la dieta

La colina es un nutriente que se encuentra en muchos alimentos. El cerebro y el sistema nervioso la necesitan para regular la memoria y el estado de ánimo, para el control muscular y otras funciones. También se necesita para formar las membranas que rodean las células del organismo. El hígado puede producir una pequeña cantidad de colina, pero la mayor parte proviene de los alimentos, como los huevos, el brócoli, carne o aves, según los Institutos de Salud de EEUU.

Se estima que más del 90% de los estadounidenses no cumplen con la ingesta diaria recomendada de colina. Un nuevo estudio realizado en ratones y publicado en la revista Aging Cell sugiere que la deficiencia de colina en la dieta puede tener profundos efectos negativos en el corazón, el hígado y otros órganos.

La falta de colina adecuada también está relacionada con cambios profundos en el cerebro asociados con la enfermedad de Alzheimer. Estos incluyen patologías implicadas en el desarrollo de dos características clásicas de la enfermedad, las placas amiloides, que se agregan en los espacios intercelulares entre las neuronas, y los ovillos de tau, que se condensan dentro de los cuerpos de las neuronas.

La nueva investigación

La nueva investigación, dirigida por científicos de la Universidad Estatal de Arizona (EEUU) describe patologías en ratones normales privados de colina en la dieta, así como en ratones transgénicos con deficiencia de la misma, que ya presentan síntomas asociados con la enfermedad. En ambos casos, la deficiencia de colina en la dieta da como resultado daño hepático, agrandamiento del corazón y alteraciones neurológicas en los ratones que típicamente acompañan a la enfermedad de Alzheimer, incluidos niveles elevados de proteína beta amiloide formadora de placa y alteraciones relacionadas con la enfermedad en la proteína tau.

Además, el estudio ilustra que la deficiencia de colina provoca un aumento de peso significativo y alteraciones en el metabolismo de la glucosa (que están relacionadas con afecciones como la diabetes) y déficits en las habilidades motoras.

En el caso de los humanos «es un problema doble», según ha destacado el autor principal del trabajo y profesor asistente del Centro de Investigación de Enfermedades Neurodegenerativas ASU-Banner, Ramón Velázquez. «Primero, las personas no alcanzan la ingesta diaria adecuada de colina establecida por el Instituto de Medicina en 1998. Y segundo, existe una amplia literatura que muestra que las cantidades de ingesta diaria recomendada no son óptimas para las funciones relacionadas con el cerebro», ha agregado.

Cambios físicos y neurológicos

La investigación destaca una constelación de cambios físicos y neurológicos relacionados con la deficiencia de colina. Una cantidad suficiente de colina en la dieta reduce los niveles del aminoácido homocisteína, que ha sido reconocido como una neurotoxina que contribuye a la neurodegeneración y es importante para mediar funciones como el aprendizaje y la memoria, a través de la producción de acetilcolina.

La colina es necesaria para producir acetilcolina, un neurotransmisor que desempeña un papel esencial en la memoria, el control muscular y el estado de ánimo. También construye las membranas celulares y ayuda a regular la expresión génica. Las recomendaciones establecidas por el Instituto de Medicina de EE.UU se basaron en la evidencia que previene la enfermedad del hígado graso en los hombres. Nuevas líneas de evidencia científica implican que la ingesta diaria recomendada establecida de colina en la dieta para mujeres adultas (425 mg/día) y hombres adultos (550 mg/día) puede no ser óptima para la cognición y la salud cerebral adecuadas.

Además de las placas de beta-amiloide y los ovillos neurofibrilares, la enfermedad provoca la muerte celular en el cerebro y aumenta el deterioro cognitivo. El trabajo actual también encontró una desregulación de las proteínas en el hipocampo, una estructura clave afectada en la enfermedad de Alzheimer, vinculada al aprendizaje y la memoria. Tanto los ratones normales como los transgénicos mostraron proteínas desreguladas en el hipocampo con una dieta deficiente en colina, y el modelo transgénico mostró efectos graves.

Los datos

El nuevo estudio examina ratones de 3 a 12 meses o de la edad adulta temprana o tardía (aproximadamente el equivalente a los 20 a 60 años de edad para los humanos). En el caso de ratones normales y transgénicos que presentaban síntomas de Alzheimer, los expuestos a una dieta deficiente en colina mostraron aumento de peso y efectos adversos en su metabolismo. Se observó daño en el hígado mediante análisis de tejido, así como agrandamiento del corazón. Se detectaron niveles elevados de proteína beta-amiloide soluble, oligomérica e insoluble, así como modificaciones en la proteína tau características de las que conducen a ovillos neurofibrilares en el cerebro.
Además, los ratones con deficiencia de colina desempeñaron mal una prueba de habilidades motoras, en comparación con los ratones que recibieron una cantidad adecuada de la misma en su dieta. Estos efectos adversos aumentaron en los ratones transgénicos. Traduciendo estos hallazgos a los humanos, esto implica que las personas que están predispuestas a la enfermedad de Alzheimer o que están en medio de la enfermedad deben asegurarse de obtener suficiente colina.