Esta es la relación entre el antojo por hidratos de carbono y la depresión
Los alimentos ricos en carbohidratos controlan la respuesta de recompensa en el cerebro

Fact checked
Este artículo de OkSalud ha sido verificado para garantizar la mayor precisión y veracidad posible: se incluyen, en su mayoría, estudios médicos, enlaces a medios acreditados en la temática y se menciona a instituciones académicas de investigación. Todo el contenido de OkSalud está revisado pero, si consideras que es dudoso, inexacto u obsoleto, puedes contactarnos para poder realizar las posibles modificaciones pertinentes.
El trastorno depresivo mayor (TDM) afecta a unos 280 millones de personas en todo el mundo según el Institute of Health Metrics and Evaluation de EEUU. Esta depresión se caracteriza por diversos síntomas como el estado de ánimo deprimido y la pérdida de interés o placer («anhedonia») como síntomas cardinales. El TDM también incluye síntomas somáticos opuestos, como aumento o disminución del apetito y del peso corporal, durante un episodio depresivo
Sin embargo, un nuevo estudio ha demostrado que esta enfermedad mental provoca cambios en el comportamiento alimentario. Investigadores del Hospital Universitario de Bonn (UKB), la Universidad de Bonn y el Hospital Universitario de Tubinga (Alemania) han descubierto que, aunque los pacientes suelen tener menos apetito, prefieren alimentos ricos en carbohidratos. Los resultados se han publicado en Psychological Medicine.
Cada depresión es diferente. Algunas personas afectadas ya no pueden salir de casa, otras tienen limitaciones, pero pueden seguir con su vida normal. Estas diferencias también se reflejan en el apetito. Los pacientes, especialmente los que sufren una depresión grave, suelen comunicar cambios en su apetito.
«Muchas personas con depresión sufren una pérdida general del apetito. Otras tienen más apetito durante un episodio depresivo e incluso desarrollan antojos de comida, especialmente de dulces. Estos cambios pueden provocar un cambio en el peso corporal», ha explicado en un comunicado el autor correspondiente, el profesor Nils Kroemer, que trabaja en el Departamento de Psiquiatría Traslacional del Departamento de Psiquiatría y Psicoterapia del Hospital Universitario de Tubinga y es también catedrático de Psicología Médica en el Departamento de Psiquiatría y Psicoterapia del UKB y, por tanto, realiza investigaciones en la Universidad de Bonn
Y ha insistido: «A pesar de estos informes, se sabe poco sobre las preferencias alimentarias de los pacientes con depresión, aunque esta información podría quizás promover nuevos enfoques terapéuticos».
Alimento ansiado
El estudio muestra por primera vez que la depresión está asociada a cambios específicos en las preferencias alimentarias, que pueden explicarse por la composición de los alimentos que se ingieren. Los componentes decisivos para las preferencias son los llamados macronutrientes, que forman nuestra dieta: carbohidratos, proteínas y grasas. Los carbohidratos son una de las principales fuentes de energía para las células humanas.
En comparación con el grupo de control sano, las personas que sufren depresión tienen menos antojos de alimentos ricos en grasas y proteínas, y, por el contrario, prefieren alimentos ricos en hidratos de carbono, como los dulces.
En el ensayo una mayor proporción de hidratos de carbono también provocó un mayor gusto por los alimentos ricos en grasas y proteínas en las personas con depresión. En otras palabras, los pacientes con depresión también tenían un mayor antojo de alimentos que combinan grasas e hidratos de carbono, como el chocolate con leche. Estos alimentos ricos en energía también suelen caracterizar una dieta poco saludable. Hasta ahora, se suponía que el antojo de alimentos ricos en hidratos de carbono estaba relacionado con un mayor apetito.
«Ahora hemos podido demostrar que no es así. De hecho, los antojos de hidratos de carbono están más relacionados con la gravedad general de la depresión, especialmente con los síntomas de ansiedad», ha explicado la primera autora Lilly Thurn, miembro del equipo del profesor Kroemer en el Departamento de Psiquiatría y Psicoterapia del UKB en el momento del estudio y actualmente estudiante de máster en la Universidad de Maastricht.
Futuros ensayos
Los resultados del estudio plantean nuevas preguntas para futuras investigaciones y tratamientos. «Dado que los alimentos ricos en carbohidratos controlan la respuesta de recompensa en el cerebro a través de vías de señalización diferentes a las de los alimentos ricos en grasas y proteínas, es posible que se puedan derivar mejores enfoques terapéuticos a partir de esto», ha explicado el profesor Nils Kroemer.
En el futuro, una terapia dietética complementaria podría poner a prueba si durante la depresión se produce un cambio en las preferencias por determinados alimentos. También se podría investigar si es posible lograr una mejora duradera de la depresión optimizando la dieta del paciente.
«Las terapias que se centran en la conexión entre el intestino y el cerebro parecen ser especialmente prometedoras en el futuro. Los primeros estudios ya han demostrado que el ayuno o los alimentos probióticos pueden tener un efecto antidepresivo. También se ha demostrado que las personas con depresión presentan cambios en su microbioma que podrían exacerbar varios síntomas», han determinado los autores.