Entrenar sin gadgets también te aportará beneficios

Cada vez que preparamos la ropa para salir a correr no podemos olvidarnos de los complementos, en donde se encuentran aquellos dispositivos tecnológicos que utilizamos con el propósito de cuantificar las sesiones. Los GPS, pulsómetros, podómetros, mp3 o teléfonos móviles se convierten en nuestros acompañantes más fieles. En cierta medida estos aparatos se utilizan para hacernos la vida más sencilla, pero también hay que reconocer que entrenar sin gadgets también te aportará beneficios.

Hace unos años la mayoría de los corredores se conformaban con salir a entrenar con un reloj con cronómetro para controlar el tiempo de ejercicio. Sus tiempos también se veían mejorados. Está claro que por ejemplo, la música puede ayudarnos en la motivación, pero tampoco se puede considerar un elemento imprescindible. Sin la tecnología también es posible mejorar las marcas.

Al ejercitarse con tantos cuantificadores y aparatos, conoceremos al detalle el esfuerzo que realiza el cuerpo, pero es posible que se esté descuidando la conexión que debe existir entre la mente y el organismo. Es preciso que sintamos el sufrimiento de las articulaciones y de los músculos durante el entrenamiento. De esa manera tendremos una sensación más certera de hasta qué punto se puede llegar y si existe la posibilidad de esforzarse un poco más para alcanzar retos mayores.

Los podómetros, pulsómetros o aplicaciones de móvil sólo nos aportan cifras y resultados, pero ningún aparato tiene la capacidad de desvelarnos si hay que apretar más o reducir el ritmo a consecuencia del dolor o la fatiga. Por eso, sin intención de abandonar estos aparatos, lo más aconsejable sería que al menos una vez a la semana hubiese una sesión preparatoria sin tecnología. En todo entrenamiento debe haber una parte psicológica y debemos darnos cuenta de ella.

A las personas que empiezan a correr después de mucho tiempo sin realizar nada de ejercicio o que han estado lesionadas de cierta gravedad, también se les aconseje que empiecen a entrenar sin dispositivos tecnológicos. Así conseguirán disfrutar mucho más de la sesión y no habrá opciones de agobiarse con los tiempos y los registros de los cuantificadores.

Puede que ahora te resulte muy complicado dejar el móvil en casa o el GPS, pero en cuestión de días, si lo haces, comprobarás como existe una conexión entre la mente y el cuerpo que será la encargada de decidir cuándo debes incrementar la velocidad de carrera o detenerte. Puede que alguna vez salgas de casa con intención de realizar un determinado recorrido o una serie de kilómetros, pero por cualquier motivo no te encuentras bien y acabas haciéndolo por culpa del dispositivo que te acompaña. Sin embargo, no debería ser así. Hay que escuchar lo que te dice el cuerpo y la cabeza. Tampoco tendría mucho sentido acabar el plan establecido si presentas molestias físicas y dolores.

En ocasiones, la motivación resulta más sencilla de encontrar de lo que pensamos. No hace falta recurrir a la música o a los datos de los relojes inteligentes. Nosotros tenemos siempre la última palabra en este sentido.