Dirección General de Tráfico: normas reglamentarias para el traslado de mascotas en vehículos
Cada vez es más frecuente ver mascotas en los vehículos. Conoce la postura de la DGT al respecto.
Cuando discutimos sobre las regulaciones aplicables a las mascotas, debemos considerar que no basta con evitar molestias al conductor, sino que la seguridad también depende de varios factores, especialmente cuando las mascotas están más integradas en la dinámica familiar.
El peligro es real cuando las mascotas no son transportadas adecuadamente en los vehículos
Como mencionamos, hay riesgos cuando en nuestro vehículo no mantenemos a las mascotas debidamente aseguradas. Al final, es un problema tanto para ellas como para nosotros. Todos estamos interesados en encontrar la manera adecuada de transportar a las mascotas, sin importar la especie o el tamaño.
No debemos olvidar que desde el inicio de la pandemia, la presencia de mascotas en los hogares españoles ha aumentado significativamente. Estamos hablando de casi un 40% más de perros en tres años, así como de un incremento notable en otros animales durante los últimos años.
Además de estas cifras, se ha incrementado el número de destinos turísticos que son «dog friendly» o que ofrecen atracciones para ellos. También ha crecido la oferta de productos relacionados con las mascotas y más en lugares públicos.
Está claro que cuanto más integrados están los animales, más esencial se vuelve contar con normativas, regulaciones y soluciones que faciliten la convivencia diaria entre las mascotas y sus dueños.
¿Qué dice la normativa al respecto?
La recientemente aprobada Ley de protección, derechos y bienestar animal deja claro que en los desplazamientos el dueño deberá atender a las necesidades a nivel fisiológico y etológico de los animales, así como estar seguro de que el medio de transporte vaya a tener el espacio preciso y se garantice la seguridad vial de la mascota en el trayecto, pero lo cierto es que no detalla de qué forma se puede aplicar.
Si vamos al artículo 13 de la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículo a Motor y Seguridad Vial, se deja claro que el conductor tiene que garantizar que nada le va a entorpecer ni complicar su visibilidad.
Para todo ello, es necesario que se procure “la adecuada colocación de objetos o animales transportados para que no haya interferencia entre el conductor y cualquiera de ellos”.
La propia Dirección General de Tráfico dice que en la siguiente modificación que se producirá en el Reglamento General de Circulación se va a poder abordar más detalladamente la forma en la que se deben transportar los animales domésticos en los vehículos.
La necesidad de que el animal esté bien acomodado
La OCV (Organización Colegial Veterinaria) cree que es necesaria una norma que sea más clara, porque en ocasiones no se sabe qué es lo que se incumple. A pesar de ello, creen que queda claro que no puede viajar suelto, ni con la cabeza fuera de la ventanilla, ni sentarse encima del piloto, porque debe ir sujeto.
Existen muchas formas de llevarlos. Los perros tienen que ir en transportín en la zona de atrás fijado a los asientos o con un dispositivo que los ancle a los cinturones de seguridad que deberá ser un arnés, no collar.
En el caso de otras mascotas, el transporte no es tan habitual más allá del traslado al veterinario, puesto que algunos animales como los gatos siempre deben ir en transportín, puesto que pueden hacer trastadas sueltos.
Soluciones en concreto
En cuanto se acepte que el animal deberá ir bien sujeto, se tendrá que elegir un buen dispositivo en base al peso y tamaño que tenga.
Todo lo que existe en el mercado está debidamente testado y se garantiza un mínimo de seguridad.
Pensemos que la oferta es enorme y los criterios de calidad de los fabricantes van a ser dispares al no haber estándares sobre los niveles existentes en cuanto a resistencia, materiales más idóneos, etc.
Lo cierto es que si hablamos de la seguridad en las mascotas, se está ante una situación en la que no hay normas, ni manera de poder evaluarlo.
Cumplir las leyes y sentido común
Al final lo que queda a los propietarios de las mascotas es que se use el sentido común y el cumplimiento de la ley.
Se suele decir que las leyes van por detrás de la realidad social y en este sentido también vemos como es algo que se ve claramente en la forma de actuar que tiene el legislador.
Cada vez hay más mascotas y se tiene más sensibilidad con ellas. No debemos olvidar que aumentan de esta forma las necesidades y lógicamente aumentan los traslados de las mismas en los vehículos, pues es un miembro más de la familia.
Todo esto evidencia que antes o después, desde el punto de vista legal, se van a tener que detallar más los supuestos, puesto que de esta forma, tanto los propietarios como los propios animales van a poder ir más seguros en los vehículos.