Dr. Carlos Barajas del Rosal: «Perder el olfato no sólo cambia cómo olemos, también cómo vivimos»

Con motivo de la celebración del Día de Concienciación sobre la Anosmia, una jornada dedicada a educar y sensibilizar a la población acerca de la pérdida del sentido del olfato y su impacto en la calidad de vida.

La anosmia, que puede ser temporal o permanente, afecta a millones de personas en todo el mundo y puede tener diversas causas, desde infecciones virales hasta traumatismos craneales. Durante la pandemia de COVID-19, la anosmia ganó atención significativa al ser reconocida como un síntoma temprano y común de la enfermedad.

Diversos estudios han demostrado que una proporción considerable de pacientes con COVID-19 experimentaron pérdida del olfato, con incidencias que varían entre el 5,1% y el 85,7%, según diferentes investigaciones.

Otros estudios sugieren que la anosmia asociada al COVID-19 podría estar relacionada más con la inflamación que con la acción directa del virus en las células olfativas. Concretamente, en el trabajo publicado en Science Translational Medicine bajo el título ‘Oliendo el éxito en la elucidación de la anosmia por COVID-19’ se encontró que la pérdida persistente del olfato en pacientes post-COVID-19 está asociada con una respuesta inmunitaria prolongada en la mucosa olfativa, lo que podría interferir en la regeneración de las neuronas responsables de detectar los olores. Además, se observó en el transcurso de la investigación que la anosmia puede tener implicaciones más allá de la simple pérdida sensorial.

Por su parte, tras otro estudio chileno publicado en Informes científico sen agosto del pasado año se reveló que las personas que perdieron el olfato después de una infección por COVID-19 también experimentaron cambios en la estructura y función cerebral, lo que afectó su toma de decisiones, volviéndolas más impulsivas.

Para profundizar en este tema, el doctor Carlos Barajas del Rosal, especialista en otorrinolaringología, profesor en la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid y académico de la Real Academia de Doctores, explica, en entrevista a OKSALUD, qué es la anosmia y cuántas personas la padecen en el mundo, así como las principales causas de esta afección, entre las que se incluyen infecciones virales como el COVID-19, inflamaciones crónicas de la fosa nasal, alergias y traumatismos.

PREGUNTA.- ¿Qué es la anosmia y cuánta gente la sufre en el mundo?

RESPUESTA.- La anosmia es la pérdida total del sentido del olfato. Sin embargo, la anosmia completa es poco común; es más frecuente la hiposmia, que es la disminución de la capacidad olfativa. El nervio olfatorio, que es el primer par craneal, se origina en el lóbulo frontal o rinencéfalo y está compuesto por múltiples fibrillas que van hacia ambos lados de la fosa nasal. Que todas estas fibrillas se vean afectadas es poco habitual, aunque en el caso del COVID-19 se han registrado varios casos.

Existen estudios que estiman que alrededor del 3 % de la población sufre anosmia o hiposmia. En Estados Unidos, algunas publicaciones señalan que hasta el 50 % de las personas pueden experimentar alguna alteración en el sentido del olfato. Además, se estima que aproximadamente 27 millones de personas sufrieron anosmia o hiposmia durante la pandemia de COVID-19, y que tres cuartas partes de ellas lograron recuperar el olfato.

P.- ¿Qué impacto tiene la pérdida de olfacción en la calidad de vida, y qué recomendaciones se les puede ofrecer para manejar esta condición?

R.- La pérdida del olfato, ya sea total o parcial, tiene un impacto significativo en la calidad de vida. Al perder esta capacidad sensorial, se dificulta la percepción de olores placenteros como los de la comida o el vino. Además, en muchos casos, la hiposmia está acompañada de hipogeusia, que es la disminución del sentido del gusto, lo que afecta la capacidad de saborear los alimentos.

Más allá del placer sensorial, el olfato también cumple una función de seguridad. Nos permite detectar alimentos en mal estado, percibir fugas de gas o advertir la presencia de sustancias tóxicas. Las personas con anosmia o hiposmia pierden estas señales de alerta, lo que puede representar un riesgo en su vida diaria.

Para manejar esta condición, se recomienda estimular el olfato de manera frecuente con aromas fuertes para activar la pituitaria y el sistema nervioso. También es fundamental mantener la fosa nasal despejada y sin inflamación. En caso de congestión o mucosidad persistente, es importante acudir al médico para recibir el tratamiento adecuado.

P.- ¿Qué recomendaciones nos da para cuidar nuestro olfato en este día mundial?

R.- La clave para cuidar el sentido del olfato es mantener una buena salud nasal. Es importante tratar las alergias, en caso de padecerlas, y evitar los catarros recurrentes. Si una persona sufre resfriados con frecuencia, es recomendable acudir al otorrinolaringólogo para determinar la causa y prevenir complicaciones.

Tener una adecuada ventilación nasal también es fundamental. En casos de rinitis crónica o recurrente, la mucosa nasal permanece inflamada, lo que la hace más susceptible a infecciones y reduce su capacidad de defensa ante virus y otros patógenos.

P.- ¿Cuáles son las principales causas de la anosmia y qué porcentaje de casos se atribuye a infecciones virales como el COVID 19?

R.- Las principales causas de la anosmia o hiposmia incluyen inflamaciones crónicas de la fosa nasal, alergias, poliposis nasales y rinosinusitis crónicas. También puede ser consecuencia de traumatismos, especialmente los accidentes de tráfico. En estos casos, para que se produzca anosmia total, es necesario que haya una fractura frontal bilateral en la raíz de la fosa nasal y los senos frontales. Si la fractura no es bilateral, lo más probable es que se genere una hiposmia en lugar de una anosmia completa.

En cuanto a las infecciones virales, aproximadamente el 10 % de los pacientes que contrajeron COVID-19 sufrieron anosmia. Actualmente, este tipo de infección rara vez provoca pérdida del olfato, ya que el virus ha evolucionado y su impacto en el sistema olfativo ha disminuido.

P.- ¿Existen tratamientos efectivos para recuperar el sentido del olfato en pacientes que han sufrido anosmia por COVID? 

R.- Sí, existen tratamientos que pueden ayudar a recuperar el sentido del olfato, aunque su efectividad depende de varios factores. Es crucial iniciar el tratamiento lo antes posible tras la aparición de la anosmia, ya que el tiempo transcurrido juega un papel determinante en la recuperación. También influyen la carga viral del paciente y su estado inmunológico en el momento de la infección.

Los corticoides, tanto por vía general como por vía local, son el tratamiento de elección. En algunos casos, los antihistamínicos pueden ser útiles. También hemos probado la inmunoglobulina anti-IgE, que ha mostrado buenos resultados en determinados pacientes.

Además, como mencionamos anteriormente, es recomendable estimular el olfato con sustancias muy olorosas para activar la pituitaria. No dejar pasar demasiado tiempo entre la aparición de la anosmia y su tratamiento es fundamental para lograr una recuperación exitosa.