Dejar de fumar mejora el estado de ánimo

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Abandonar el consumo de los cigarrillos siempre se asoció a la depresión y al mal humor. Esa sensación de pesimismo y de ideas negativas es lo que provoca en muchas ocasiones las recaídas. Un equipo de la Unidad de Tabaquismo y Trastorno Adictivos de Psicología de la Universidad de Santiago de Compostela ha demostrado que dejar de fumar mejora el estado de ánimo y consigue reducir los síntomas de depresión en aquellas personas que llevan más de un año sin probar los cigarrillos.
El responsable de dicha unidad, Elisardo Becoña, reconoce que existe una asociación sistemática entre el tabaco y un estado de ánimo bajo, sobre todo por la nicotina y sus funciones antidepresivas. Son muchas las personas que se sienten incapaces de abandonar este hábito o que acaban recayendo después de intentarlo varias veces amparándose en su estado de ánimo. Sin embargo, su investigación ha conseguido comprobar que aquellos que a medio-largo plazo consiguen mantenerse sin fumar presentan menos síntomas de depresión que antes de dejar de fumar.
Para realizar esta investigación estudiaron a 242 fumadores, con una edad de media de 41 años que consumían a diario unos 21 cigarros. Se fueron comprobando los síntomas depresivos de aquellos que habían sido sometidos a un tratamiento psicológico para abandonar el tabaco al mes, a los tres, seis y doce meses de finalizar el proceso. Los resultados que se extraen de este trabajo permite asegurar que aquellos que aguantaron durante el año sin probar los cigarrillos consiguieron rebajar a la mitad los síntomas depresivos que tenían al comienzo. También se apreciaron mejoras entre aquellas personas que recaían. Su estado de ánimo era totalmente distinto.
El equipo que comanda Becoña trabaja desde hace tres décadas en un método psicológico que ayuda a la gente a dejar de fumar. Entre otras cosas se tienen en cuenta las situaciones de ansiedad, las mejores de alimentación y ejercicio y la presión social. Dura entre seis y ocho semanas, y según distintos investigadores su eficacia para abandonar el tabaco es entre dos y cuatro veces superior que cuando no se emplea. Existe una gran variedad de fumadores, entre los cuales se encuentran aquellos que no desean acabar con el hábito debido a que se piensan que lo pasarán mal al principio y que con el tiempo se agravará aún más la situación. Con el tratamiento realizado por este equipo se demuestra que “es eficaz para dejar de fumar y para mejorar el estado de ánimo”. Además, insisten en la necesidad de abandonar el hábito debido a que se consigue una mejora del aspecto mental y del físico.
Preocuparse por el estado de ánimo del paciente
Becoña insiste en la necesidad de que en las terapias para dejar el tabaco también se incluyan estrategias de la gestión del estado de ánimo, al margen de si el fumador tiene o no síntomas depresivos. Una vez que se abandonen los cigarros el cuerpo agradecerá que la nicotina se encuentre lo más lejos posible. Muchos problemas que se venían arrastrando acabarán por desaparecer.