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Coronavirus: ¿un futuro con menos abrazos?

La pandemia y el confinamiento por coronavirus está modificando nuestros hábitos de vida. ¿Tendremos un futuro con menos abrazos?

  • Francisco María
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Al igual que el uso de mascarillas en lugares públicos, otra de las características necesarias de la pandemia de COVID-19 es la falta de contacto físico entre las personas. El distanciamiento social impide abrazar o besar a amigos o familiares, excepto aquellos con los que convivimos. A medida que algunos países levantan algunas restricciones de bloqueo, como Italia por ejemplo que abrió sus fronteras para permitir viajes internacionales, lo que muchos nos preguntamos es si nos espera un futuro con menos abrazos. Los científicos sostienen que las medidas para evitar el contagio seguirán así hasta que se descubra y finalmente se aplique una vacuna eficaz contra el coronavirus.

¿Hasta cuándo seguirá la falta de contacto físico, nos espera un futuro con menos abrazos?

Lamentablemente estas medidas de seguridad seguirán durante bastante tiempo más, por lo que hoy podemos afirmar que nos espera un futuro con menos abrazos. Las más altas autoridades de la salud mundial establecen,  que hasta que no se apruebe una vacuna que pueda combatir al COVID-19, y de esta forma comiencen a bajar los contagios, no se podrán abandonar las medidas de seguridad.

Aunque se han presentado informes en los que se asegura que la vacuna estaría lista para finales de este año, muchos científicos se muestran incrédulos respecto a que se pueda desarrollar e implementar tan rápido. Esta incertidumbre, nos lleva a no saber cuándo podríamos volver a abrazar personas de manera segura. Cuando la transmisión del virus comience a bajar en un número significativo, los gobiernos podrán volver a examinar las medidas.

Los expertos en enfermedades infecciosas sostienen que el nuevo coronavirus permanecerá entre nosotros durante muchos meses más, con posibles futuros brotes en lo que queda del 2020 y durante el 2021.

Necesidad de conexión

Muchas personas se han sentido afectadas por este aislamiento social, produciéndoles  afecciones que afectaron a su salud mental y física. La imposibilidad del contacto con sus familiares y amigos, teniendo una comunicación solo por video llamadas y la poca actividad física, han dejado secuelas preocupantes en muchas personas.

Los especialistas en salud mental han advertido que se deberá tener especial cuidado y atención con las personas que se encuentren en tratamiento psicológico. En la práctica durante el aislamiento social podrían aumentar los casos de depresión, ansiedad, autolesiones e incluso suicidios.

A cada persona le afecta de forma diferente

Está claro que el encierro afecta de diferentes formas en las personas, produciéndole a muchas de ellas angustia emocional significativa. El hecho de no poder reunirse con amigos y familiares ha sido un desafío importante. Pero debemos pensar que también muchas personas han muerto sin poder ver a sus seres queridos, para evitar el contagio.

Los países que han tenido un confinamiento estricto durante varios meses, como España, ahora están permitiendo las reuniones en pequeños grupos de personas. En Nueva Zelanda la gente puede ver amigos y familiares que estén en su burbuja social hasta 10 personas, si bien no es posible un abrazo, poder volver a reunirse es un gran paso.

En cualquiera de los casos, debemos ser conscientes de que lo más importante, en este momento, es la seguridad. Y mantener la salud en el mejor estado posible.