Otros casos Lequio: cómo pueden tener un hijo los hombres con cáncer preservando sus espermatozoides
La supervivencia de hombres y mujeres con cáncer ha aumentado en los últimos años gracias a los nuevos tratamientos y que la comunidad científica está desarrollando contra reloj para acorralar esta cruel pandemia del siglo XXI. Los tratamientos de quimioterapia, radioterapia y también la cirugía afectan de manera importante a las células sanas y que en el caso de los hombres, de manera especial a las unidades celulares de los testículos, comprometiendo su fertilidad.
En estos casos y quizá por tabús, este tema no ha tenido trascendencia, pero con una buena información las opciones para preservar la fertilidad, como la congelación de semen, antes de iniciar un tratamiento oncológico, pueden servir a muchas personas de cara al futuro.
Determinados cánceres y su tratamiento pueden afectar la fertilidad en los hombres y las mujeres. Cuando una persona con cáncer desea tener hijos después de que finaliza el tratamiento, se necesita algo de planificación. En algún momento esto implica la preservación de la fertilidad. La preservación de la fertilidad guarda o protege los óvulos, los espermatozoides o el tejido reproductivo para que una persona pueda usarlos para tener hijos en el futuro.
Con una buena información, las opciones para preservar la fertilidad, como la congelación de semen, antes de iniciar un tratamiento oncológico, pueden servir a muchas personas de cara al futuro.
En los hombres que eran fértiles antes del tratamiento y que reciben ciertos tipos de tratamiento, es posible que el cuerpo no cambie o se recupere naturalmente después del tratamiento. En estos hombres, es posible mantener o restaurar la producción normal de espermatozoides. Que eso ocurra o no depende de la edad del paciente, la etapa de la vida, el tipo de cáncer, el tipo y la dosis de tratamiento y otros problemas de salud que pueda tener.
Pero para algunos hombres, este no es el caso. Ciertos tipos de cirugía para el cáncer pueden extirpar órganos necesarios para la reproducción, y ciertos tratamientos podrían cambiar los niveles hormonales o dañar el ADN de los espermatozoides. Esto puede hacer que algunos hombres no puedan engendrar un hijo después del tratamiento del cáncer. En algunos casos, un hombre no puede fertilizar el óvulo de una mujer (concebir un embarazo). O, a veces, hay problemas relacionados con los espermatozoides que afectan la salud de un embarazo o hacen que no dure lo suficiente, lo que significa que podría terminar en un aborto espontáneo. También es posible que un niño concebido por espermatozoides con ADN dañado (anormal) herede el ADN anormal, lo que a veces resulta en malformaciones congénitas graves e incluso mortales.
Lo ideal sería que se oriente sobre la preservación de la fertilidad antes de la cirugía del cáncer o antes de comenzar el tratamiento. No asuma que su médico o enfermera le preguntará si la fertilidad es importante para usted. Ellos no siempre recuerdan abordar este tema, por lo que tal vez sea necesario que usted inicie la conversación.
Recomendación de los expertos
Los expertos recomiendan que los médicos que forman parte del equipo de atención médica hablen sobre la fertilidad con los pacientes, incluidos oncólogos médicos, oncólogos especialistas en radiación, oncólogos ginecológicos, urólogos, hematólogos, oncólogos pediátricos, cirujanos, enfermeras y otros. Los expertos recomiendan lo siguiente:
El banco de semen es un método eficaz de preservación de la fertilidad para los hombres. Consiste en una forma bastante fácil y eficaz para que los hombres que han alcanzado la pubertad almacenen espermatozoides para uso futuro. Generalmente, se ofrece antes del tratamiento del cáncer a hombres que quieran tener hijos en el futuro, pero a veces los médicos no mencionan esta opción. Mediante el almacenamiento de semen, los pacientes de cáncer pueden decidir esta cuestión más tarde y dejar la opción disponible.
Los expertos recomiendan que los médicos que forman parte del equipo de atención médica hablen sobre la fertilidad con los pacientes.
En el banco de semen, el hombre proporciona una o más muestras de su semen. Una vez que el banco de semen obtiene la muestra, le realizan una prueba para ver cuántos espermatozoides contiene (esto es, el recuento de espermatozoides), qué porcentaje de los mismos puede nadar (lo cual se llama motilidad) y qué porcentaje tienen forma normal (llamado morfología). Los espermatozoides luego son congelados y almacenados. Se puede proporcionar una muestra de las siguientes maneras:
Cánceres de crecimiento rápido: si tiene un cáncer de crecimiento rápido como la leucemia aguda (leucemia mieloide aguda [AML] o leucemia linfocítica aguda [ALL]), es posible que esté demasiado enfermo para producir muestras de semen antes de comenzar el tratamiento contra el cáncer, y el tratamiento del cáncer en general comienza rápidamente para estas leucemias. Si le es posible hacerlo, tener incluso una muestra de semen almacenada podría permitir que tenga un hijo biológico en el futuro.
Enfermedades infecciosas: muchos bancos de semen no aceptan muestras de hombres con VIH (el virus que causa el SIDA) o hepatitis. Existen muchos riesgos relacionados con esto. Sin embargo, algunos bancos de semen pueden tener áreas de almacenamiento especiales por una tarifa de almacenamiento más alta.
Coste: el precio medio para almacenar espermatozoides (alrededor de tres muestras) en un banco de semen es unos 1.500 euros a 2,500 por 3 años.
Cuando está listo para usar el semen almacenado
Una vez que una pareja está lista para intentar un embarazo, el semen congelado puede enviarse al especialista en fertilidad que trabaja con la pareja. Dependiendo de las pruebas para confirmar la salud de una mujer y la calidad del semen, el esperma descongelado puede ser potencialmente utilizado. Algunos procedimientos incluyen:
En la inseminación intrauterina (IUI), el esperma descongelado se introduce en el útero de una mujer usando un catéter largo durante su periodo más fértil durante un mes. El especialista en fertilidad trabaja con la pareja para determinar el mejor momento para realizar el procedimiento.
La fertilización in vitro (IVF) y la fertilización in vitro con inyección intracitoplasmática de espermatozoides (IVF-ICSI) son más complejas que la IUI. Una mujer toma hormonas y se deben extraer sus óvulos como se afirma desde la Sociedad Americana contra el Cáncer. Con la IVF los óvulos se colocan en una placa de laboratorio estéril con varios miles de espermatozoides. El objetivo es que uno de los espermatozoides fertilice el óvulo. Con la IVF-ICSI, se inyecta un solo espermatozoide directamente en un óvulo para fertilizarlo. En ambos procedimientos, si el óvulo es fertilizado, el embrión se puede congelar o volver a colocar en el útero de una mujer para lograr un embarazo.
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